“El batacazo que sufre Podemos incluso supera proporcionalmente al hundimiento del PP. Así la formación morada pasa de haber obtenido en el 2015 96 diputados autonómicos a 36 al pasado 26-M, perdiendo por tanto el 62,5% de lo que tenía. Una auténtica hecatombe”
“A pesar de la descomunal derrota sufrida por un PP en estado de extrema debilidad, no se desmorona totalmente como le sucedió en el pasado a la UCD de Adolfo Suárez, sino que resiste. De esta forma: primero, no se deja superar por un tambaleante Ciudadanos que fracasa en su sorpaso, a la vez que pone en ridículo a un Rivera demasiado acelerado en su pretensión de sentirse ya como líder de la derecha. Y segundo, hace retroceder a Vox”
“26-M, día redondo electoral para el PSOE que podría haber sido aún mayor en el caso de haber coincidido con las generales en una misma fecha, sobre todo por dos factores que se hubieran dado: incremento de la participación, esta vez favorable a la izquierda por hallarnos ante un ciclo político progresista tras el septenio recortador y corrupto de Mariano Rajoy, y una mayor división que se hubiera producido en el voto de la derecha”
OPINIÓN. Tribuna Abierta. Por Ignacio Trillo
Ex delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga
04/06/19. Opinión. El ex delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga y ex militante del PSOE, Ignacio Trillo, recoge en esta Tribuna abierta para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com la primera parte de tres artículos en los que realiza un análisis sobre los resultados de los distintos comicios que han tenido lugar en los últimos dos meses. “En este primer artículo, de los tres que...
...van a salir, se abordan los resultados y los impactos políticos que han ocasionados en el mapa político español las elecciones municipales y europeas celebradas el pasado 26 de mayo. En un segundo artículo, se abordarán los acontecidos en la provincia de Málaga y su repercusión en el PSOE-MA. Para, en una tercera entrega, tratar la afección a los demás partidos malagueños del baile de ediles sucedido, así como el gran fracaso de la izquierda en Málaga capital y el desmoronamiento de Podemos”, indica Trillo.
Elecciones municipales, autonómicas y europeas 2019. España (parte 1)
1.1 Introducción
CUANDO el pasado mes de febrero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se planteó, ante la no aprobación de su proyecto de presupuestos anuales 2019, por el voto contrario de las derechas y de los independentistas catalanes, la disolución de la legislatura que conllevó el primer triunfo en nuestra democracia de una moción de censura, recordemos que estuvo barajando también la posibilidad de concentrar todos los comicios en una única fecha. Hablamos del domingo 26 de mayo, al objeto de no hastiar al electorado y propiciar la máxima participación. No llegó a ser así y fueron precisamente barones autonómicos socialistas que se tenían que retratar en las urnas autonómicas quienes lo impidieron.
SOLO el avispado presidente de la comunidad valenciana, Ximo Puig, a la vista de que las encuestas comenzaron a ser favorables al PSOE, fue quien a primeros de marzo se desmarcó de sus colegas autonómicos socialistas y acertó adelantando las suyas. Así, subido a la ola Sánchez, que le ha proporcionado óptimos resultados electorales, podrá dar continuidad a su Gobierno en coalición con Compromis y con el apoyo de Podemos, reeditando el pacto que en el 2015 firmó, llamado del Botánic.
Pedro Sánchez y Ximo Puig, antaño aliado de Susana Díaz, en campaña en las pasadas elecciones generales y autonómicas celebradas conjuntamente el 28 de abril.
DE este modo, el PSPV en esa cita con las urnas del 28 de abril, logró, para el Congreso de los Diputados, cuatro escaños más que sumar a los seis ya conseguidos en 2016, lo que hizo un total de 10. Mientras, el PP se hundía, obteniendo siete escaños menos. Se quedó solo con seis, lejos de los 13 que consiguió en 2016. Asimismo, los socialistas valencianos pasaron de cero (2016) a nueve senadores, en tanto el PP retrocedió de seis a tres. Los otros tres que obtuvo Podemos los perdió.
Y en cuanto a las autonómicas, el PSPV logró 4 escaños más, situándose en 27, en tanto el PP perdió 12 diputados pasando a ser segunda fuerza al quedarse con 19 diputados.
Elecciones autonómicas valencianas. Comparación de diputados: 2015 con 2019.
¿SE habría producido el mismo resultado para Ximo Puig en la comunidad valenciana si en vez de la participación del 75,8% que se dio en las autonómicas el 28 de abril, (Sánchez logró en las generales de ese mismo día atraer allí a un 76,34% del cuerpo electoral), hubiera sido del 64,54%, casi doce puntos menos, como ha ocurrido en dicho lugar en las elecciones municipales -en las europeas el 64,33%- de este 26 de mayo?
POR tanto, ¿se habrán arrepentido estos barones socialistas de haber propiciado que las elecciones generales no coincidieran con las europeas, autonómicas, y municipales, y a mayor participación el resultado para la izquierda hubiera sido mucho mejor?
EL PSOE gana claramente las europeas incluso con mayor porcentaje que en las generales y vence también en las autonómicas y en las municipales.
Exhaustivo cuadro estadístico que recoge los resultados de los procesos electorales habidos en el periodo 2014-2019 y su agrupación por bloques. Autor: Joan Corominas Masip en exclusiva para este artículo.
1.2 Elecciones europeas
EL nivel de participación en toda España de estos comicios ha sido del 64,3%, frente al 45,83% que se dio en el 2014, al no coincidir con las autonómicas y municipales, y frente al 75,75% que ocurrió en las pasadas generales del 28 de abril.
Elecciones europeas, resultados en España y distribución de europarlamentarios, 26-M 2019.
INCONTESTABLE triunfo del PSOE que pasa de 14 a 20 europarlamentarios, en tanto el PP desciende de 16 a 12. Hay que recordar que en el 2009 dirigido entonces por Mariano Rajoy logró 25 europarlamentarios.
Josep Borrell, el gran triunfador el pasado 26-M en los comicios europeos, no solo en España sino también en la UE y donde arrastró bastantes votos procedentes de distintas ideologías.
CIUDADANOS llega a siete, uno más de los que logró hace cinco años si le sumamos a su cosecha (dos) lo obtenido por la extinta y absorbida UPyD (cuatro) de su mismo espacio político. Por otro lado, Unidas Podemos logra seis europarlamentarios, mientras la suma de Izquierda Plural y Podemos fue de 11 en el 2014.
MERITORIO que con el 32,84% de los votos, Josep Borrell haya superado el listón de Pedro Sánchez en las pasadas elecciones generales cuando obtuvo el 28,68%, lo que augura al que va a seguir en la Moncloa que tras la etapa del analfabeto, en política internacional y en idiomas, Mariano Rajoy –“It´s very difficult todo esto”- España por fin vuelva a empezar a pintar en la UE.
“Its very difficult todo esto”. Frase que le fue oída a Rajoy en una entrevista con el premier británico, David Cameron, con intérprete por medio. Denotaba la alergia del presidente del Gobierno del PP a todo lo que tuviera que ver con la política exterior o internacional. Aquí en la imagen asistiendo en Bruselas a una cumbre de primeros ministros de la UE. Se observa a Rajoy totalmente aislado, con la mirada obnubilada, sintiéndose más perdido que el barco del arroz.
DE hecho, no ha faltado ni un solo segundo para que Pedro Sánchez, el triunfador del domingo 26-M, además de España también en Europa, se haya trasladado de inmediato a París con destino al Palacio del Elíseo para sellar un acuerdo con el presidente galo, Emmanuel Macrón, para tratar el aislamiento político al que hay que someter a la extrema derecha y al ultranacionalismo antieuropeista. Dejando aún más desnortado y fuera de juego a Albert Rivera, a la vez que para sentar las bases de cara a una amplia alianza entre socialdemócratas, liberales y verdes europeos, abierto a la derecha conservadora, que ha dejado descolocada y con cierto enfado a la canciller germana, Angela Merkel.
POR último, a destacar en este bloque electoral europeo por corresponder a mapas políticos diferenciados con el del resto de España, los magníficos resultados alcanzados, con menos participación electoral que en las generales, por el nacionalismo vasco y el independentismo, tanto en Euskadi como en Cataluña. En Cataluña, con una participación en estas europeas de 13,35 puntos menos sobre las generales, las dos familias independentistas enfrentadas, teniendo de cabeza en ERC otra vez como el 28-A al encarcelado Oriol Junqueras y en el caso de Junts esta vez al fugado por la justicia, Carles Puigdemont, la suma de ambas fuerzas ha significado el 49,71% de los votos frente al 36,64% que fue el 28-A, aunque aquí se cambian las tornas figurando como primera fuerza la del actual inquilino de Waterloo.
Evolución del voto en Cataluña en todas las citas electorales habidas desde las pasadas elecciones europeas, que abría un nuevo ciclo político, poniéndose fin al bipartidismo imperfecto y empezando a caminar hacia un mapa político más plural, hasta el pasado 26-M. Se observa la mayoría clara de los no nacionalistas frente a los nacionalistas, salvo en las autonómicas de 2017 y las europeas de 2019 en las que han estado muy igualados. Gráfico: Joan Corominas Masip en exclusiva para este artículo.
EN esta cita de las europeas, resiste bien el PSC (22,14% de los votos) que se mantiene como segunda fuerza y tan solo cede un punto electoral con respecto a las generales; en tanto bajan con respecto al 28-A: Ciudadanos (a 8,63% de 11,55%) y sobre todo los Podemos con Colau (al 8,44% de 14,89%) mientras el PP, con alrededor del 5%, no levanta cabeza de su situación marginal.
EN Euskadi, con una participación inferior a las generales de 9,1 puntos, se produce el mismo fenómeno que en Cataluña donde el bloque PNV-Bildu avanza, de las generales con el 47, 75% de los votos que da la suma PNV y Bildu, a un 55,91% en estas europeas. También los socialistas del PSE-EE en esa comparación, obteniendo un 18,91% puntos, pierden un punto aunque aquí pasan del segundo al tercer puesto, en tanto Podemos, logrando, 11,05%, pierde 6,5 puntos y la derecha estatal. PP (con el 6,44% de los votos) y Cs (2,71%) apenas cuentan.
Por comparación con Cataluña, evolución del voto acontecido en Andalucía, periodo: 2014-2019. Gráfico: Joan Corominas Masip en exclusiva para este artículo.
1.3 Elecciones autonómicas
EL PSOE, situándose como primera fuerza política, triunfa en todas las Comunidades Autónomas donde ganó el PP en las anteriores autonómicas del 2015 y llevaba en el poder en la mayoría de los casos varias legislaturas.
SUCEDE así en: La Rioja (el PSOE pasa de 10 diputados que logró en el 2015 a 15 de ahora, en tanto el PP baja a 12 de los 15 que obtuvo) Baleares (el PSOE sube de 14 a 19 y el PP baja de 20 a 16), Aragón (PSOE de 21 a 24 y el PP de 21 a 16) Murcia (el PSOE de 13 a 17 y el PP de 22 a 16), Castilla-León (el PSOE de 14 a 19 y el PP de 42 a 29) y en Madrid (el PSOE se queda con los mismos 37 escaños y consigue dos puntos más de votos, mientras el PP baja a 30 de los 48 que logró).
IGUALMENTE, el PSOE gana en Canarias y se posiciona en estas islas como primera fuerza, logrando 22 diputados frente a los 15 que tenía, desbancando a Coalición Canaria (baja a 17 de los 18 que logró) El PP desciende a 10 de los 12 que obtuvo.
DE similar forma, el PSOE avanza en Navarra, posicionándose como segunda fuerza política frente a la quinta que fue hace cuatro años (pasa de siete a 11 diputados). Aquí gana la coalición UPN-PP-Cs con 19 diputados, frente a los 17 que consiguieron en el 2015 los tres partidos por separado, aunque a efectos de Gobierno, la suma del PSOE con el homónimo del PNV, Podemos e IU suman cuatro.
Loable el resultado obtenido por el PRC, que por primera vez se alza como primera fuerza en Cantabria, aunque no logre mayoría absoluta.
DE igual forma, el PSOE progresa en Cantabria, aunque continúa como tercera fuerza, pasando a siete diputados de los cinco que tenía; en tanto el PP desciende de 13 a nueve, y gana por primera vez el PRC de Revilla (que sube a 14 de los 12 que obtuvo).
ADEMÁS, el PSOE avanza fuertemente donde figuraba ya como primera fuerza, caso de Asturias, que sube a 20 diputados de los 14 que tenía. Aquí el PP baja a 10 de los 11 que logró.
Cuando tan difícil en el mapa político multipartidista existente es obtener mayorías absolutas, he aquí que el pasado 26-M y a pesar del desgaste que significa haber gobernado, Emiliano García Page y Guillermo Fernández Vara las obtenían para el PSOE en sus respectivas comunidades autónomas, Castilla la Mancha y Extremadura.
POR último, el PSOE consigue la mayoría absoluta en sus feudos de Extremadura (pasa a 34 diputados de los 30 que logró, en tanto el PP baja a 20 de los 28 que tuvo) y Castilla la Mancha, donde el PSOE obtiene 19 frente a los 14 que consiguió y el PP retiene nueve de los 13 que obtuvo.
SI nos atenemos a los diputados autonómicos que el PP pierde y a los que gana el PSOE, excluyendo de las matemáticas a la comunidad de Navarra, por darse allí una coalición entre PP-Cs y UPN que distorsionaría la intención, casualmente nos da por ambas formaciones la cifra de 248, lo que pone directamente en valor la victoria de los socialistas así como la envergadura de la hecatombe del partido que preside Casado.
EL batacazo que sufre Podemos incluso supera proporcionalmente al hundimiento del PP. Así la formación morada pasa de haber obtenido en el 2015 96 diputados autonómicos a 36 al pasado 26-M, perdiendo por tanto el 62,5% de lo que tenía. Una auténtica hecatombe.
1.4 Pactos autonómicos
También en los pactos políticos se percibe la coherencia de los partidos. Pues en las siguientes elecciones pueden pasarles factura en las urnas. Recuérdese que en las elecciones municipales de 1991 tuvo que dimitir Adolfo Suárez y poner fin a su segunda y definitiva vida política con la práctica disolución del partido que creo, el CDS, tras el hundimiento de la UCD, por su pacto anterior con AP de Fraga (segunda fuerza política) para poner a Agustín Rodríguez Sahagun de su partido (tercera formación) y echar al socialista, Juan Barranco, que había ganado cuatro años antes las elecciones a la alcaldía de Madrid. Viñeta de Miki y Duarte en el Diario de Sevilla. Edición: 28/05/2019.
OTRO denominador común de esta cita electoral ha sido el hundimiento de Podemos donde solo se hace imprescindible al PSOE para que forme gobierno en la comunidad de la Rioja (solo ha conseguido dos diputados frente al doble de hace cuatro años) Aragón (que pasa a cinco de 14 que tenía) y Baleares (logra seis de 10 que tenía), en tanto en Madrid (la suma de ‘Más Madrid’ de Errejón y UP logran los mismos diputados, 27, que Podemos obtuvo hace cuatro años) se haría necesario además que el indeciso Ciudadanos (que logra 26 de los 17 que obtuvo) se abstuviera o votase a favor de Gabilondo (PSOE) y no optara por una coalición con PP y Vox.
EL PSOE, aparte de sus mayorías absolutas en Extremadura y en Castilla La Mancha, también podrá gobernar en solitario en Asturias o eligiendo aliados donde la suma de PP, Cs, Vox y Foro Asturias, da un diputado menos que los 20 logrados exclusivamente por los socialistas.
EN Cantabria se da por supuesto que continúe gobernando el PRC, aunque en este caso no haga falta ni tan siquiera el apoyo del PSOE sino su sola abstención.
EN Canarias, el PSOE podría gobernar incluso sin la necesidad de pactar con Coalición Canaria, ya que su suma con Nueva Canaria (con cuatro diputados, obtuvo cinco), Podemos (tres frente a siete hace cuatro años) y AGS (con los mismos tres) da más que el resto de las demás fuerzas políticas juntas.
DE Ciudadanos, según se escore a la derecha para formar ‘trifachitos’ o pacte con la izquierda para constituir gobiernos de progreso, dependerá que el PSOE lograse presidir las comunidades autónomas, aparte de Madrid, de Castilla-León y Murcia.
MÁS compleja es la situación de Navarra, donde aquí entra también la gobernabilidad de España al conminar el PNV al PSOE que al menos con su abstención no permita que la coalición UPN-PP-Cs se haga con la comunidad frente a la coalición abertzale que venía gobernando en la última legislatura, pero donde el propio PSOE pretende gobernar, excluyendo el voto de las derechas y el de Bildu.
1.5 Elecciones municipales
EN la misma línea, el PSOE gana estos comicios locales, frente a los peores resultados de la democracia obtenidos hace cuatro años, en número de concejales, (logra 22.329 frente a 20.833 del 2015) en votos (6.657.119, antes 5.603.823) y por tanto en porcentajes de votos (29,26%, hace cuatro años, 25,02%) desbancando del primer puesto al PP que ahora obtiene 20.325 ediles (en el 2015, 22.750) y 5.058.542 votos (antes 6.057.787), lo que significa el 22,23% (antes, 27,05%).
El incombustible socialista, Abel Caballero, catedrático de Economía, ex ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones (1985-1988), en uno de los Gobiernos de Felipe González, presidente que ha sido de la Federación Española de Municipios y Provincias y presidente de la Red Española de Ciudades por el Clima, que tras el 26-M volverá a ser alcalde de Vigo tras llevarlo a cabo de forma ininterrumpida desde el 2007. Personaje que marca récord: 62,74% de los votos y 20 concejales de 27, en una victoria de lo más brillante.
COMO tercera fuerza en estas municipales, aparece y ya a abismal distancia, Ciudadanos, con 2.788 concejales y 1.876.906 votos que representa el 8,25 %. En 2015, cuando prácticamente se hallaba recién constituido la formación naranja, logró 1.527 ediles con 1.467.663 votos (6,55 %), lo que denota la lenta implantación territorial transcurrida por el partido de Rivera como para plantearse también aquí ser ya la derecha alternativa al PP.
DESAGREGANDO los ediles que ha obtenido el PSOE de Andalucía de los del conjunto de España, podemos concluir que mientras en el resto del país el aumento de concejales que se produce es de un 8%, en la tierra de Susana Díaz es del 3%.
A nivel estatal junto a Ciudadanos, por las enormes expectativas que había vendido, el otro gran fracasado de esta jornada electoral ha sido Podemos. Su división le ha hundido en las comunidades autónomas y en los municipios del cambio, perdidos todos ellos con la excepción del meritorio Kichi en Cádiz; por cierto nada amigo de Pablo Iglesias ni de Alberto Garzón. En tanto en el resto, en la mayoría que se presentó hace cuatro años con marca blanca o con la etiqueta de los ayuntamientos del cambio, prácticamente desaparece cuando no baja drásticamente su presencia apoyada ahora en la consolidada estructura de Izquierda Unida.
El último ciclo político viene enormemente marcado por el conflicto de los independentistas catalanes. Evolución de ese voto en los comicios habidos desde las europeas del 2014 donde se observa la mayoría clara de los no nacionalistas frente a los nacionalistas, salvo en las autonómicas de 2017 y las europeas de 2019 en las que han estado muy igualadas las fuerzas. Gráfico: Joan Corominas Masip en exclusiva para este artículo.
EN Cataluña, el independentismo, con ERC y Junts, logra en estas municipales el 38,87% de los votos, apenas dos puntos más que el logrado en las elecciones generales. El PSC también con el 21,92% se queda dentro de las parámetros que obtuvo el 28-A. En tanto Ciudadanos, el PP y las marcas de Podemos se hunden con la excepción de Ada Colau en Barcelona capital, que mantiene el tipo aunque pierda cinco puntos electorales y un concejal. Meritorio el caso del socialista Jaume Collboni en la capital catalana que pasa de cuatro ediles que obtuvo en el 2015 a ocho actualmente, doblando asimismo el porcentaje de votos. La candidatura de Manuel Valls logra un edil más que la de Cs hace cuatro años, y dos puntos electorales. El PP sigue retrocediendo y pasa de tres a dos ediles.
EN Euskadi, Ciudadanos no llega a obtener un solo edil en toda la comunidad vasca, y el PP sigue cuesta abajo, retrocede de 79 a 55 ediles. La suma del PNV y Bildu obtiene el 61,03% de los votos (en las Europeas, el 55,91%) y 87 ediles más, en tanto el PSE-EE logra 25 nuevos concejales y 1,55 puntos más con el 16,10% del apoyo en las urnas.
1.6 Valoración
Evolución habida en los bloques electorales, izquierda/derecha en el último periodo electoral que media entre las dos elecciones europeas y donde se ha producido un debilitamiento del bipartidismo imperfecto a favor de un mapa político más heterogéneo y de multipartidismo plural. Se observa que en este nuevo ciclo político, las izquierdas dominan con la única excepción de las elecciones generales que hubo que repetir en junio 2016. Gráfico: Joan Corominas Masip en exclusiva para este artículo.
EN resumen, día redondo electoral para el PSOE que podría haber sido aún mayor en el caso de haber coincidido con las generales en una misma fecha, fundamentalmente por dos factores que se hubieran dado: incremento de la participación, esta vez favorable a la izquierda por hallarnos ante un ciclo político progresista tras el septenio recortador y corrupto de Mariano Rajoy, y una mayor división que se hubiera producido en el voto de la derecha, que en esta convocatoria ha tomado nota del voto útil al PP, tras la decepción acontecida en los comicios generales del pasado 28 de abril con los mediocres resultados logrados por Vox, 23 diputados, frente a las enormes expectativas interesadas y que resultaron falsas de que podría llegar a una franja de entre 70 y 80 diputados, lo que entonces empujó a un voto de derecha cabreado a ir en esa dirección.
El nacimiento del partido ultraderechista Vox creó unas expectativas a los nostálgicos del franquismo que bien pronto se han desinflado.
AHORA no se ha producido, de ahí que Vox haya pasado de un 10,26% de los votos en las generales del 28-A, a tener tan solo en las europeas el 6,2% y en las municipales, el 2,9%.
EN este sentido, trasvase de votos de la derecha que podrían haber pasado este 26-M en mayor abundancia del PP a Vox y a Ciudadanos. Esta vez se ha resignado a optar por el voto útil hacia el partido de Casado para que la derrota de los conservadores no fuera mayor a la que se produjo en los comicios generales del 28 de abril, a lo que también como causa habría que añadir la solidez de la estructura organizativa que sigue gozando el partido conservador frente a las otras dos derechas.
Ciudadanos, el desconcertante partido que dijo nacer para cubrir un espacio político de centro izquierda, progresista y regenerador, que en un santiamén ha pasado a ponerle cordón sanitario al PSOE, con el que hace tres años acordó un pacto de Gobierno, mantener a Mariano Rajoy, formar un ‘trifachito’ en Andalucía y ahora se debate en formar coalición con el corrupto PP de Madrid y en otras plazas, no haciendo ascos al apoyo externo de Vox. Más, tras el giro de complicidad con el partido de la extrema derecha dado por su actual presidente, Pablo Casado.
POR tanto, a pesar de la descomunal derrota sufrida por un PP en estado de extrema debilidad, no se desmorona totalmente como le sucedió en el pasado a la UCD de Adolfo Suárez, sino que resiste.
DE esta forma: primero, no se deja superar por un tambaleante Ciudadanos que fracasa en su sorpaso, a la vez que pone en ridículo a un Rivera demasiado acelerado en su pretensión de sentirse ya como líder de la derecha. Y segundo, hace retroceder a Vox que no obstante se convierte como en Andalucía en llave, aunque tan solo en un gobierno autonómico en caso de coaligarse las derechas: me refiero a Madrid.
A resaltar en esa resistencia del PP a caer, que días atrás a las urnas del 26-M se daba como irremediable para el lunes postelectoral la muerte política de Casado, pero sus dos agujeros negros que tiene en Madrid, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida, gracias al desastre de Podemos y al estancamiento del PSOE en dichas plazas, y a pesar de las enormes pérdidas de votos que sufrieron, actuaron de salvadores de su presidente de partido.
Cuando todos esperaban la noche del 26-M la caída de Pablo Casado ante una nueva descomunal derrota electoral, apareció el mirlo blanco, al igual que le ocurriera el pasado mes de diciembre a Juanma Moreno Bonilla en las elecciones autonómicas de Andalucía, donde, a pesar de una fuerte pérdida de votos, hacía números con Cs y Vox para hacerse, en este caso, con Madrid. Así que tuvo que improvisarse una fiesta en Génova con Isabel Díaz Ayuso, aspirante a presidir la Comunidad de Madrid, y José Luis Martínez Almeida, candidato a la alcaldía de Madrid, para sacar pecho y demostrar que Casado seguía con vida política.
EL PP, en el bloque de las derechas, ha mostrado, pues, en ambos comicios, europeos (con el 20,13% de los votos), y mejor en las municipales (22,23%), -recordemos que en las pasadas generales del 28-A Casado recogió el 16,7% de los votos- dentro del desastre de sus resultados, una cierta capacidad de resistencia ante el panorama desolador que significó para sus huestes el triunfo de Pedro Sánchez. Al que consideraban okupa e ilegítimo, que fue también favorecido por la división partidaria en este segmento político. Voto útil pues hacia el PP en estos comicios del 26M. Nada que ver con lo que se ha vendido de que se ha recuperado gracias a su vertiginoso giro al centro, viaje interminable que lleva realizando sin credibilidad alguna desde su refundación.
DE otro lado, el día siguiente de las elecciones ya dejaba entrever a un Ciudadanos preocupado ante la visita de Sánchez a París para entrevistarse con Macrón. Su enésimo bandazo, el levantamiento del cordón sanitario que le tenía puesto al PSOE, en tanto Iglesias pedía oxígeno para que le fuera concedido el ministerio que fuese.
A reseñar también de la noche electoral de estas últimas elecciones la patética rueda de prensa celebrada por la cabeza de la lista europarlamentaria de UP, María Eugenia Rodríguez Palop, mostrando con enorme nerviosismo y sin creérselo la satisfacción que le producían los resultados obtenidos. En tanto, Pablo Iglesias no daba la cara ante el pésimo balance de la formación morada, al menos para hacerse autocrítica, muy raro en él, felicitar a Kichi y de camino renunciar a ser ministro ante la debilidad con la que ha salido de estas municipales, autonómicas y europeas, así como para restablecer además el consenso interno en UP donde tanto la corriente anticapitalista como IU se oponen a entrar en el Gobierno.
Pablo Iglesias que en su concepción stalinista de la disciplina orgánica (parece que copió aquella frase de, “los partidos se fortalecen depurándose”, que dirigió Ferdinand Lasalle a Carlos Marx) ha acabado no solo con la pluralidad interna de Podemos sino también con su discurso transversal hasta convertirlo en una Izquierda Unida bis en sus defectos, no en sus virtudes.
TRISTE episodio a que ha conducido la mano del híper liderazgo ejercido férreamente por el narciso Pablo Iglesias a un recién nacido Podemos hasta llevarlo a la actual levedad de su existencia. Bien pronto abandonó el primitivo proyecto transversal que dio sentido a su alumbramiento, como se lo reprochó Errejón que ahora le ha ganado electoralmente la partida en Madrid, para convertirse en una Izquierda Unida bis, que a la vez ha absorbido, anulándola, batiéndose en desaparecer ante la crisis de identidad que le asola y que en esa simbiosis es afectada igualmente su imagen por la descomunal bronca que atraviesa la formación morada en la batalla encarnizada que hay establecida en su seno entre sus dirigentes por el poder interno.
EN la misma línea de desatino, la irresponsabilidad de Podemos de sumarse con entusiasmo a ese derecho a decidir a la carta para “todos los pueblos de España”, tan disgregador en sus conocidas consecuencias históricas -estúdiese la I República española- que llegó a creérsela su propia organización, y empezó a practicarla haciendo saltar por los aires: corrientes, mareas y otras confluencias.
El primer edil de La Coruña, Xulio Ferreiro, uno de los referentes de En Marea Atlántica de las confluencias de Podemos, enormemente afectado la noche electoral por haber perdido cuatro ediles y 10 puntos electorales, pasando de ser la primera fuerza a la tercera y posiblemente teniendo que pasar la vara de mando de la alcaldía al PSOE. En el resto de estas alcaldías del cambio, dando por conocido lo que sucede en Madrid con Carmena y con Colau en Barcelona, ambas pierden un concejal que hubiera sido decisivo; en lo que se refiere a Zaragoza capital (se hunde, de nueve a tres ediles), Santiago de Compostela (baja de 10 a cinco), Ferrol (descienden de seis a tres) y lo dicho en A Coruña. Solo se salvan en Cádiz, Kichi (corriente Anticapitalista) aumenta de ocho a 13 concejales y en Valencia, Joan Ribó (Compromis) obtiene un edil más y desbanca al PP como primera fuerza. Pero ambos regidores se hallan en estos momentos fuera de la órbita de Pablo Iglesias al que ya criticaron abiertamente cuando el affaire del chalet de Galapagar.
PARECIERA, a la altura del guion a que ha llegado la crisis de Podemos, que más que una cuestión de complejidad política para la búsqueda de solución, se trata de terapia psicoanalítica freudiana para su sanación.
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