“Si el marqués de Larios levantara la cabeza”

OPINIÓN. Tribuna Abierta. Por Ignacio Trillo
Ex delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga

27/05/20. Opinión. El ex delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga y ex militante del PSOE, Ignacio Trillo, nos habla en esta Tribuna abierta para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la concentración de la semana pasada en calle Larios: “Salieron a calle Larios como lo hacen las reses vacunas, en este caso pertenecientes a la divisa de Abascal, aunque nos hallemos también con...

...la presencia de algunos ejemplares del PP, empujando para escapar cuanto antes del confinamiento, rompiendo la puerta de chiqueros, en cuyos compartimentos interiores estaban enclaustrados, con destino al albero del ruedo, sembrando el terror, sobre todo a los espectadores de la tercera edad”.

Los covidiotas en tiempos de pandemia (1ª parte)

Resulta a todas luces difícil de imaginar que don Manuel Domingo Larios y Larios, segundo marqués del linaje, pasado un año de la nueva reubicación de su pedestal, con la mirada puesta por primera vez en dirección a la calle que lleva su nombre, dándole la espalda a la casa que le vio nacer, pudiera llegar a pensar que un día iba a ser testigo del desarrollo de un episodio, a la vez que peligroso, penoso, relacionado con la terrible pandemia vírica que está azotando a Málaga y a la humanidad e inédita desde hacía un siglo.

Una cosa es que, políticamente, el marqués fuera de derecha, del partido conservador, y otra bien distinta es que se tratara de un loco.

21.05.2020. Imagen de la contraproducente concentración en calle Larios protagonizados por liberticidas a la vez que insolidarios en tiempos del Covid-19. Al fondo la estatua del IIº marqués de Larios infestado de Coronavirus

Este incidente fue protagonizado por unos desalmados que rompiendo las reglas del confinamiento a que estaban obligados, así como a mantener las distancias físicas entre ellos, según recomendación de las autoridades sanitarias, se manifestaron, casi ciento veintinueve años de la inauguración de esa arteria viaria que significó la nueva centralidad de la capital, a pesar de que en la presente fecha que acontece la algarabía, la provincia malacitana ofrece, como triste balance, el mayor número de fallecidos e infestados de Andalucía.

Estupefacto y más de piedra aun, debió quedar de sorprendido el hierático señor marqués, ante la fiesta que, en calendario luctuoso y de entierros, se celebraba frente a sus narices.

Y mira que desde su basamento escultórico, vio no solo pasar el tiempo, sino sucederse a su alrededor, los acontecimientos históricos más convulsos y de cambios políticos de la contemporaneidad.

En este sentido, la calle que lleva su nombre y la plaza, donde también antes estuvo anclado el señor marqués, siempre fue escenario de manifestaciones o de actos fúnebres de relevancia, una constante en lo que fue el siglo XX y lo que llevamos del XXI.

Raro será el malagueño o malagueña, igualmente sus recién antepasados, que no haya participado en algunas de ellas.

27.02.1981. El transcurso de la manifestación por calle Larios a favor de la Constitución y contra el golpe de estado del 23F. Foto propia.

En mi caso, de las más trascendentes que recuerdo, entre otras, la que sucedió por el fallido golpe de estado protagonizados por el alhaurino, teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero y sus acólitos felones, que tienen algo que ver con los actuales herederos políticos que han protagonizados la manifestación del pasado día 21 de este mes de mayo y posterior caravana de vehículos.

O, la que acaeció contra el criminal atentado del 11-M-2004 a los trenes de Madrid, dónde tantos malagueños acudieron engañados por el Gobierno de Aznar con que las bombas habían sido colocadas por ETA. No fue mi caso que, ante la duda más que fundada que tenía sobre la autoría del crimen a la hora del recorrido, participé pero por solidaridad con las víctimas.

12.03.2004. A pocas horas de que se abrieran las urnas para la celebración de elecciones generales. El PP de las mentiras de Aznar, "os puedo asegurar que Sadam Husein, presidente de Irak, tiene armas de destrucción masiva", volvió a darle una tuerca más a su verbo embustero aseverando que la autoría del horrible crimen en los trenes de Atocha era, sin lugar a duda, ETA. La gestión de ese gran engaño le costó al PP que perdiera esos comicios, lo ganara Zapatero, y con ello el inicio de una escalada de confrontación por parte de esa derecha cerril que no reconoció esa debacle y que llega en su estrategia de la tensión a nuestros días.

Pero ante el grotesco espectáculo contemplado en las fotos e imágenes que visualicé de esa “espontánea” manifestación celebrada en calle Larios, como, dos días después, de la ruidosa "Caravana de la Muerte", que también llegó a oídos del marqués, cuando atravesaba la avenida, Manuel Agustín Heredia, y su conexión con el Paseo del Parque, me inclino a pensar que quedará reflejada en los anales de la historia como una más de las des-facha-teces que suceden en este tiempo de cólera, más allá del Covid-19, que nos ha tocado padecer.

La convocatoria de apoyo por parte de Vox a la marcha sobre el asfalto urbano de una caravana de vehículos motorizados a circular por las ciudades más importantes de España  que solo puede conllevar en sus concentraciones y atascos a la propagación del virus o a obstaculizar la emergencia de las ambulancias sanitarias con destino a los hospitales como finalmente ocurrió en Madrid.

La caravana de vehículos, autorizada, hizo igualmente concentrar a cientos de personas, incumpliendo las normas de las autoridades sanitarias con el riesgo nuevamente de contribuir a propagar el virus.

La dirección nacional de Vox enardeciendo a los suyos en la caravana de coches de Madrid, con un Javier Ortega Smith, a la derecha de la imagen superior, salido por segunda vez de los hospitales, la segunda por las secuelas de tumores en las piernas y en los pulmones que le han salido a consecuencia del Covid-19 que se trajo a inicios de marzo, de la capital mundial entonces de la pandemia, Milán, donde asistió a una cumbre de la Internacional Fascista que se está en estos momentos reconstruyendo. En la foto inferior, el Rolls Royce, del que tanto se ha hablado en las Redes, que figuraba entre los vehículos de la manifestación.

Perplejidad a añadir que lleva a pensar cómo en una sociedad del siglo XXI y en un país que ha alcanzado las más altas cotas educativas y de calidad de vida en democracia, con respecto a su pasado de atraso bajo el franquismo, en cambio no se haya traducido, para determinados pobladores, en el consiguiente enriquecimiento de la materia gris, rompiendo principios darwinianos tan elementales como consolidados, sobre la constante evolución en ascenso, por selección natural, de la especie humana, mutando por el contrario, para algunos, un gen contra natura con características involutivas que les catapulta, más que al futuro, por el contrario en dirección hacia Atapuerca.

Una sanitaria demostrando valor, denunciando el fondo de lo que se trata con la caravana de Vox

Enmarcado pues en la peor pandemia y emergencia sanitaria vivida en la era contemporánea, la convocatoria de estos eventos, aparte de los riegos que llevan aparejadas por la posible aparición de nuevos brotes epidémicos, comportan asimismo para sus organizadores el recuento de múltiples contradicciones, todos ellos adversos a sus propios principios, si es que tienen.

Analicemos esas incoherencias.

Se trata de convocatorias desarrolladas, desde que se iniciaron las caceroladas en las calles del madrileño barrio de Salamanca, que se sitúan al margen de las instrucciones impartidas por las autoridades sanitarias y en la inmensa mayoría de ellas sin contar con autorización previa gubernativa, y siendo patrocinadas por quienes se autoproclaman gentes de orden, de ley y del derecho a la vida desde que el esperma fecunda un óvulo.

Sobre lo último escrito, otra cosa a discutir es si ya no adquiere para estos "patriotas" la misma relevancia cuando el ser humano nace, obligado a moverse en una sociedad elitista, injusta y desigual, como es la que defienden, donde la protección solo es para los privilegiados, y el más fuerte en riqueza es el que aplasta a los demás. Es ley divina, según ellos, en vez de atribuirlo al salvaje neoliberalismo que patrocinan.

Al unísono, Vox y PP, situados actualmente en el espectro partidario que media entre la extrema derecha y la derecha extrema asilvestrada (defino, siguiendo la Real Academia de la Lengua Española (RAE), este último vocablo: “la que vive sin respetar las reglas mínimas de comportamiento social”), como hemos escuchados de sus dirigentes, alientan o promueven este tipo de manifestaciones en el momento pandémico actual cuando afortunadamente lo peor ha pasado, pero no el riego en que retrocedamos está más que presente.

Es como si necesitaran más víctimas para seguir haciendo política. No es nuevo, también les sucedió con el terrorismo etarra. Desde que desapareció, lo echan mucho de menos.

Normal que ante la provocación y la exaltación de esencias trasnochadas que se consideraban superadas por el paso del tiempo, surjan reacciones hasta de las entrañas fisiológicas más íntimas.

En estas acciones han participados manifestantes y conductores de vehículos que tuvieron que soportar, como el resto de la población, más de dos meses de duro confinamiento para cortar de raíz la velocidad en la propagación exponencial, a nivel local, nacional y mundial, que se venía produciendo por el maldito y mortal virus.

La súbita extensión planetaria del episodio epidémico, en tan corto periodo de semanas, ha sido como consecuencia de haberse alcanzados en la actual Era que vivimos, los mayores niveles de movilidad planetaria en el tráfico de personas y mercancías.

Y el daño económico que se avecina a que ha dado lugar, producido por el parón en la producción, los servicios y el comercio internacional para hacerle frente. También es inédito.

Es la primera gran crisis mundial de estas características que se produce en una economía globalizada e interdependiente, lo que causa la siguiente alarma, la de sus consecuencias para casi todos: por un retroceso en el empleo, el bienestar social y la riqueza lograda. También hay que decirlo: a costa de la salud ambiental de la Tierra, de la que no es ajena la pandemia que hoy nos asola.

Lógicamente pedirles a este espécimen de "patriotas" que levanten sus miras, el nivel de sus estándares de pensamiento y reflexión, sobre estas cuestiones, para que no lo achaquen exclusivamente en los "asesinos" que hay en el Gobierno de la nación, es como pedirles peras al olmo.

Como que castigue el virus más a los países ricos, a los más concentrados a niveles urbanos, a los de mayor desigualdad, y a los que presentan una pirámide de población más anciana.

Así, los que han salidos de sus moradas por adelantados con permisos autoconcedidos, deberían saber que su irresponsable conducta puede poner, en peligro la vida de los demás, aparte de las suyas, muestra de la insolidaridad que les caracteriza.

Res perteneciente a la divisa de VOX

En el mismo sentido, y permítaseme un símil taurino, más figurando a veces incluido en el emblema de VOX también un astado como elemento propio, por lo macho y bravío que son, enmarcado en la bandera nacional, la que se han apropiado, para describir lo más parecido a los comportamientos exhibidos.

Salieron a calle Larios como lo hacen las reses vacunas, en este caso pertenecientes a la divisa de Abascal, aunque nos hallemos también con la presencia de algunos ejemplares del PP, empujando para escapar cuanto antes del confinamiento, rompiendo la puerta de chiqueros, en cuyos compartimentos interiores estaban enclaustrados, con destino al albero del ruedo, sembrando el terror, sobre todo a los espectadores de la tercera edad, embistiendo alocadamente a cuanto se encontraran por delante, empezando por un Gobierno recién salido de las urnas y al que le tocó lidiar la fea enfermedad, culpabilizándolo de la tragedia por carecer de una hoja de ruta bien definida para hacer frente a algo desconocido hasta ahora y donde resulta imposible que existieran manuales previos al efecto, actitudes, comportamientos y exigencias que son, aparte del reino animal irracional, de no tener dos dedos de luces.

Y en cuanto a la desinformación o intoxicación que acumulan estos individuos, volviendo ya al género humano, critican la gestión de la pandemia como si el histórico episodio epidemiológico fuera genuino de España. No llegan en sus limitaciones cognitivas ir más allá de los Pirineos.

O sea, que para estos desilustrados podríamos estar ante la segunda gran gripe mundial "española", tras la de 1918 a la que erróneamente se le atribuyó tal etiqueta a nuestro país, a pesar de que el origen de la cepa se halló en una base militar estadounidense de Kansas.

La prensa de México de octubre de 1918, informando de una segunda oleada gripal más mortal, tras la mutación sufrida por el virus en agosto, con la definición de "gripe española", a pesar de haber tenido su origen en marzo de ese año en una base militar de Kansas (EEUU)

Resultando imposible que la reflexión forme parte de sus vidas, estos covidiotas no llegan a plantearse, al no quererse enterar de lo que ocurre allende nuestras fronteras, sí la gestión que de la actual pandemia, comparándola con la que se ha realizado en España, están haciendo sus homónimos políticos más cercanos en ideología populista, como son: Donald Trump en EEUU, Bolsonaro en Brasil o si se me apura, Boris Johnson en Gran Bretaña, ofrecen un número significativo de grandes aciertos para tomarlos como referencias y poder ser trasladados por sus dirigentes a "los inútiles" y "asesinos" de la Moncloa.

No atacó el Covid-19 en todo el planeta con la misma saña como lo hizo en Italia y España, países que fueron sorprendidos por la brutal irrupción, pasando a ser los primeros más infestados del mundo Occidental. Fue la dejación de funciones,  basada en la teoría de la inmunidad colectiva y otras sandeces, lo que ha llevado a que otros países. EEUU, Gran Bretaña y Brasil, les hayan hecho el relevo, hasta situarse actualmente a la cabeza de la afección vírica. Tampoco es casualidad que estos tres países estén gobernados por lo más parecido al populismo de derecha, los mismos que están en la oposición en España sin parar de criticar la gestión del Gobierno, negándose a echar una mano, hecho también inédito en el Planeta en cuanto al papel de colaboración que está prestando toda la clase política en su conjunto, unida sin fisuras en lo principal que es vencer al virus.

O si la gestión de la sanidad pública que realiza la circense señora Ayuso en Madrid, donde cogobiernan los dos partidos de la derecha radical junto a Ciudadanos, a la que no le ha sido retirada la competencia por el estado de alarma, pasa la prueba del algodón.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, la hazmerreír de las Redes a consecuencias de las extravagancias que a diario derrocha sobre la pandemia, demostrando el bajo perfil que porta para llevar un cargo que le supera.

`Vade retro´, diría el recordado humorista, Antonio Fraguas de Pablo, "Forges".

(Continuará)

Aquí anteriores artículos de la sección Tribuna Abierta:
- 24/04/20 Frente al Covid-19 ¿No queda nadie con cabeza en el PP?
- 03/03/20 Sobre el intervenido Al Thani

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