“¿No pueden incurrir en prevaricación aquellos diputados que, a sabiendas del dictamen del servicio jurídico de la Cámara, adoptan un acuerdo que contradice a dicho informe?”
OPINIÓN. Tribuna Abierta. Por Luis Manuel Goñi Stroetgen
Economista23/11/20. Opinión. El economista Luis Manuel Goñi escribe en esta Tribuna Abierta para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la polémica creada por la expulsión del grupo parlamentario Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez y otros siete diputados: “¿Diputados de otros partidos deben interferir en el funcionamiento interno y...
...controversias que suceden dentro de otro grupo parlamentario? ¿No pueden incurrir en prevaricación aquellos diputados que, a sabiendas del dictamen de los servicios jurídicos de la Cámara, adoptan un acuerdo que contradice a dicho informe?”.
¿Deben unos partidos políticos interferir en el funcionamiento de un Grupo Parlamentario ajeno?
El pasado miércoles la Mesa del Parlamento de Andalucía votó a favor de la expulsión de Teresa Rodríguez y otros siete diputados del grupo parlamentario de Adelante Andalucía. Originando el paso de estos diputados al grupo de no adscritos del Parlamento de Andalucía, con la pérdida de derechos que ello conlleva.
Este acuerdo se adopta como consecuencia de la presentación de un escrito por parte de la diputada de IU Inmaculada Nieto, que en ese momento ejercía de portavoz del grupo parlamentario de Adelante Andalucía debido a la baja por maternidad de Teresa Rodríguez, presidenta del grupo.
En el escrito, que Inmaculada Nieto dirige a la Mesa del Parlamento andaluz, se alega el carácter de tránsfuga de ocho diputados del grupo parlamentario de Adelante Andalucia. Al haber abandonado Podemos, según la peticionaria, partido del que formaban parte.
Esta petición fue enviada a la Cámara tres semanas antes. Reuniéndose la Mesa del Parlamento una semana después. En dicha reunión apoyaron la expulsión demandada por la diputada Inmaculada Nieto, todos los representantes de los partidos (PP, Psoe y Vox). Absteniéndose la presidenta del Parlamento, que pertenece a Ciudadanos, ante las dudas jurídicas, acerca de la procedencia de la expulsión, planteadas por el letrado mayor de la Cámara. Hay que decir que Adelante Andalucía está representada en la Mesa por una diputada, con voz pero sin voto.
Una semana después, el servicio jurídico del Parlamento andaluz dictamina que no procede la expulsión de dichos diputados de su grupo parlamentario. En base a las siguientes consideraciones:
“La baja del partido político por el que un diputado accedió a un grupo parlamentario, no implica automáticamente la baja del grupo. Ya que, de admitirse, se estaría lesionando el derecho fundamental reconocido en el artículo 23.2 de la Constitución, referente al derecho de los cargos públicos a ejercer sus funciones en condiciones de igualdad.
Ello no quiere decir que los diputados andaluces no puedan causar baja en su grupo parlamentario. Pero solo será posible si resulta de al efecto por las normas internas del propio grupo”.
Pero resulta que el grupo parlamentario de Adelante Andalucía carece de documento que refleje las normas internas de funcionamiento. Por lo que la letrada, que realizó el informe que he detallado anteriormente, deja en manos de la mayoría del grupo, la potestad o no de salirse de el mismo. Hay que indicar que el grupo de Adelante Andalucía está conformado por 17 diputados, 11 de ellos afines a Teresa Rodríguez y 6 pertenecientes a Izquierda Unida. El mismo partido al que pertenece la diputada que solicitó la expulsión de ocho compañeros de grupo.
A pesar del referido dictamen del servicio jurídico de la Cámara, declarando la improcedencia de la expulsión del grupo de Adelante Andalucía de los ocho diputados. Los diputados de la Mesa aplazaron una semana más la adopción de la decisión.
Curiosamente, no creo en las casualidades en el mundillo de la política, se estaba tramitando en la comisión de seguimiento del Pacto Antitransfugismo del Congreso de los Diputados una adenda al mismo presentada por el diputado Enrique Santiago, Secretario general del PCE. Según la cual: “Se considerará tránsfuga a la persona electa por una candidatura promovida por una coalición, si abandona, se separa de la disciplina o es expulsada del partido político coaligado que propuso su incorporación en la candidatura. Aunque recale en otro espacio o partido de la coalición, sin el consentimiento del partido que originariamente lo propuso”.
No hay que ser muy listo para ver que la citada adenda es un añadido “ad hoc” que podría servir para que pudiera considerarse tránsfuga a Teresa Rodríguez y los otros siete diputados a los que se quiere expulsar del citado grupo parlamentario.
Una vez relatados los hechos de este triste y polémico asunto. Se me plantean unas cuantas cuestiones que dejo en el aire para que el lector las responda, si tiene a bien:
1- ¿Diputados de otros partidos deben interferir en el funcionamiento interno y controversias que suceden dentro de otro grupo parlamentario?
2- ¿No pueden incurrir en prevaricación aquellos diputados que, a sabiendas del dictamen del servicio jurídico de la Cámara, adoptan un acuerdo que contradice a dicho informe?
3- ¿Se pueden considerar tránsfugas a unos diputados que se presentaron a las elecciones andaluzas con una marca, Adelante Andalucía, con un programa y con unos planteamientos políticos determinados? Y han seguido defendiendo en el Parlamento dichos postulados. Y, además, resultaron elegidos como candidatos de dicha coalición a través de unas primarias votadas por los inscritos y militantes de los partidos integrantes de la coalición, formada dos partidos andalucistas además de Podemos e Izquierda Unida.
4- ¿Es ético e incluso procedente, desde el punto de vista orgánico, que una diputada de un grupo parlamentario presente una petición de exclusión de compañeros de su grupo sin haberlo votado previamente en su grupo? Y más cuando la presidenta y portavoz de ese grupo está de baja por maternidad.
Sea cuáles sean las respuestas a las cuestiones planteadas, lo que esta claro es que la expulsión de ocho diputados del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, además de otros tres compañeros que previsiblemente lo abandonaran por solidaridad, no beneficia en absoluto a la llamada “izquierda alternativa“ andaluza. Tras aprobarse la expulsión de esos diputaos de su grupo parlamentario, seguramente brindaron con champagne los diputados del resto de los partidos de la Cámara. Porque a todos ellos les beneficia, salvo a esta izquierda, tan cainita y, a veces, sectaria. Los diputados que quedan en el grupo parlamentario de Adelante Andalucía no deberían estar contentos.
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