“Si seguimos así, entre la DGT y nuestro Ayuntamiento pueden conseguir que la movilidad sea la inmovilidad o que los patinetes lleguen antes a cualquier sitio que un vehículo a motor”

OPINIÓN. Una Tribuna abierta del periodista Curro Troya

17/05/21. Opinión. El periodista Curro Troya reflexiona sobre la movilidad y el Ayuntamiento: “Desde el 11 de mayo la Dirección General de Tráfico ha impuesto nuevos límites de velocidad en vías y travesías urbanas (…) Para llevar a cabo una 'campaña pedágogica', nuestro Ayuntamiento ha dispuesto, además y a toda velocidad —para esto sí pueden correr—, un buen número de radares con los que sancionar a los usuarios...

...que desconozcan o incumplan esta modificación del Reglamento de Circulación”. Este es el texto escrito por Troya para su sección ‘Arde Troya’, que emite la cadena de televisión 7TV los jueves a las 21:00 h. Una reflexión que también reproduce Andalucía Información. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com lo comparte por su interés.


https://youtu.be/1WklidSSsDE

La inmovilidad y Monterroso

Desde el 11 de mayo la Dirección General de Tráfico ha impuesto nuevos límites de velocidad en vías y travesías urbanas. Uno de los 'argumentos' de la DGT es que así se reduce el riesgo de muerte como consecuencia de un atropello. Por supuesto que sí; y si nos dejan sin vehículos y nos encierran en casa, seguramente reduciremos mucho más aún ese riesgo.

Para llevar a cabo una 'campaña pedágogica', nuestro Ayuntamiento ha dispuesto, además y a toda velocidad —para esto sí pueden correr—, un buen número de radares con los que sancionar a los usuarios que desconozcan o incumplan esta modificación del Reglamento de Circulación. No es por recaudar, claro. Nos vacían los bolsillos por nuestro bien.

Esta nueva norma de tráfico coincide en el tiempo y en nuestra ciudad con la polémica sustracción de espacios de la calzada en arterias importantes, como el Paseo Marítimo o el de los Curas, utilizándolos como carriles-bici en convivencia con tráfico rodado a esos nuevos límites de velocidad.

Resulta que, en nuestra Málaga, las mentes preclaras no han tenido tiempo para diseñar una red de carriles-bici... ni siquiera en el último PGOU. De ahí que ahora nuestros linces locales (imposibles de extinguir) —también llamados concejales—, impongan estos parches como solución, utilizando las calzadas para lo que no estaban pensadas ni diseñadas.

Para justificarse ante los miles de ciclistas que se manifestaron el domingo pasado, el anciano de La Casona ha hecho lo de siempre: tirar balones fuera. La culpa es de la Junta. Pero de la Junta de antes. No vayan a pensar que se mete con los que ahora la gestionan, que son de su mismo partido. Es decir, el hombre no da ya para más.

Si seguimos así, entre la DGT y nuestro Ayuntamiento pueden conseguir que la movilidad sea la inmovilidad o que los patinetes lleguen antes a cualquier sitio que un vehículo a motor. A De la Torre sólo hay que recordarle que, en ciudades como Pamplona, ya había carriles-bici hace 40 años. Claro que cuando esto sucedía en el norte de España, nuestro dinosaurio local ya llevaba años aquí. Ahora solo hace falta que, para cumplir el microrrelato de Monterroso, alguno despierte.

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