“Este verano, un príncipe azul reconvertido en dragón lanzallamas, agrede a su mujer, le pega con saña y pareciéndole poco, coge al gato y lo arroja por la ventana desde un tercer piso. El animal muere en el acto”

OPINIÓN. Tribuna abierta. Por Carmen Manzano
Presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga


25/11/21. Opinión. La presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga, Carmen Manzano, escribe en su nueva Tribuna abierta para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la violencia vicaria aplicada a los animales: “Esta clase de violencia ejercida sobre los animales o sobre los hijos de la pareja, se denomina violencia vicaria, y busca ampliar el dolor de la víctima, matando o maltratando a...

...lo que más quieren. Curiosamente, los sujetos con antecedentes de maltrato animal son cinco veces más propensos a cometer actos de violencia intrafamiliar”.

De príncipe azul a dragón

Ante las atrocidades tenemos que tomar partido.
El silencio estimula al verdugo
Elie Wiesel

Este verano, un príncipe azul reconvertido en dragón lanzallamas, agrede a su mujer, le pega con saña y pareciéndole poco, coge al gato y lo arroja por la ventana desde un tercer piso. El animal muere en el acto.

Hace un par de años, otro dragón despierta a golpes a su novia y  cogiendo un cuchillo jamonero la amenaza de muerte mientras coge al gato propiedad de ella y lo estrella contra el suelo del baño, matándolo instantáneamente.

Esta clase de violencia ejercida sobre los animales o sobre los hijos de la pareja, se denomina violencia vicaria, y busca ampliar el dolor de la víctima, matando o maltratando a lo que más quieren. Curiosamente, los sujetos con antecedentes de maltrato animal son cinco veces más propensos a cometer actos de violencia intrafamiliar.


En el otro lado, tenemos el perro que ataca al maltratador para proteger a la víctima del maltrato en el hogar: tras un año de maltrato continuado, y en medio de una violenta discusión, el perro agrede al hombre e impide que siga maltratando a la mujer.

Esa violencia vicaria, hace que muchas mujeres no quieran abandonar el hogar, dejando al maltratador libre de ejercer su violencia con los animales: las casas de acogida acogen a la mujer y a sus hijos, pero no a los animales. Y lo mismo podemos decir de los sintecho que siguen en la calle porque en los albergues no les admiten a sus animales. Volviendo al tema de las mujeres maltratadas: tener a su animal cerca en esas condiciones de desamparo y baja autoestima, es vital para ellas.

Por eso es tan necesario que la administración se implique en este grave problema; el Anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales así lo contempla. Y avanzamos aún más en estos temas cuando en octubre de este año, el Congreso aprueba que los padres que maltraten animales no compartan los hijos con sus exparejas. Es una medida que protege a los hijos y ayuda a las madres porque la violencia vicaria es la expresión más cruel de la violencia de género; su objetivo es el control sobre la mujer y los animales son usados como mecanismos para maltratar a la mujer, sometiéndola, impidiendo que se vaya y asegurando su silencio y que también se utiliza para forzar  a la mujer a volver a casa si ha decidido irse, temiendo por su vida, dejando atrás a los animales.

Los animales, como seres sensibles y sintientes deberían contar con más protección ya que están devaluados a nivel jurídico. Resulta imprescindible revisar los protocolos de detección y actuación en el ámbito de la violencia machista para analizar las agresiones a los animales; sin duda, quien es capaz de maltratar a un animal es capaz también de maltratar a un ser humano.

Puede leer aquí anteriores artículos de la sección Tribuna Abierta