“¿De qué ha servido entonces mantenerlos con vida? ¿Los hemos mantenido con nuestro dinero para que ahora los maten? ¿Es ese el respeto de la Junta hacia los ciudadanos que somos solidarios y comprometidos?”
“La Junta subvencionará las licencias de caza y gratis a menores de 18 años. ¿No hay necesidades más urgentes a las que ayudar: dependencia, residencias de tercera edad, becas, ayudas a refugios o protectoras… ayudar a vivir en vez de ayudar y promocionar el maltrato, la muerte y el abandono”
OPINIÓN. Tribuna abierta. Por Carmen Manzano
Presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga
11/02/21. Opinión. La presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga, Carmen Manzano, escribe en su nueva Tribuna abierta para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre una cacería autorizada por la Junta de Andalucía donde se refugiaron los animales del incendio de Sierra Bermeja: “Cacería a Matacuelga, que significa que, aparte de llevarte la cabeza del animal...
...masacrado, para disecarla y ponerla de macabra decoración en tu casa, también te puedes llevar el cuerpo y hacer barbacoa en el jardín”.
Cacería a “matacuelga”
La caza es un eufemismo cobarde que se asigna al asesinar de modo especialmente cobarde a criaturas indefensas. La caza es una especie de enfermedad mental.
Theodor Heuss (político alemán)
A todos nos sobrecogió el tremendo incendio en Sierra Bermeja, que arrasando casi diez mil hectáreas de ecosistema, costó la vida a un bombero y a miles de animales silvestres, tardó casi dos meses para extinguirse, y causó daños que tardarán años en regenerarse.
https://youtu.be/-Kc-yoThZQE
Los malagueños, y en especial asociaciones animalistas y ecologistas, nos implicamos al máximo, llevando heno y alimento a los animales que pudieron huir del fuego; los agentes forestales y veterinarios, efectivos del SEPRONA, buscaron y trataron a los animales que estando con quemaduras, podían salvarse. Todo un ejemplo de solidaridad y compromiso que nuestro gobierno de la Junta no parece valorar:
El día cinco de febrero, se autoriza por la Junta de Andalucía, una cacería a “matacuelga” en la finca de Valerín, con 14 rehalas de perros, tres años sin cazar y a 250 euros el puesto.
Hasta aquí, todo normal, con ese bonito lenguaje “matacuelga” (que significa que, aparte de llevarte la cabeza del animal masacrado, para disecarla y ponerla de macabra decoración en tu casa, también te puedes llevar el cuerpo y hacer barbacoa en el jardín), con esas rehalas de pobres perros obligados a ser agresivos para la caza del jabalí. Cada rehala puede tener unos treinta o cuarenta perros, pues nada, todo normal para practicar la caza, legal, no hay duda, pero sangrienta y cruel también sin duda.
Pero es que en esa zona donde la Junta autoriza la caza ¡es donde se refugiaron los animales huyendo del fuego! Donde se llevó comida y agua para que sobrevivieran. Por cierto, que los cazadores pregonaron a los cuatro vientos su ayuda en piensos y agua. Bueno, pues es ahí donde se autoriza la cacería, igual de letal que la de hace unas semanas en Córdoba, con fotos tremendas para quien sienta algo de empatía y respeto por los animales.
https://youtu.be/szTc4ViNLgI
¿De qué ha servido entonces mantenerlos con vida? ¿Los hemos mantenido con nuestro dinero para que ahora los maten? ¿Es ese el respeto de la Junta hacia los ciudadanos que somos solidarios y comprometidos?
Y ya, para remate, el Sr. consejero de Presidencia, anuncia bonificaciones en el coste de las licencias de caza, haciéndolas gratuitas a los menores de 18 años.
Me pregunto si no hay necesidades más urgentes a las que ayudar: dependencia, residencias de la tercera edad, becas universitarias, ayudas en oftalmología u odontología, ayudas a refugios o protectoras… un sinfín de posibilidades para ayudar a vivir en vez de ayudar y promocionar el maltrato, la muerte y el abandono.
Y otro día hablaremos de los cotos sociales de caza, también promocionados y pagados por todos, o del Instituto para la caza y la pesca continental…
Y ahora soñemos, soñemos con un país en que los animales no sean una diana.
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