“Podemos afirmar que de una manera u otra estamos expulsando de nuestros hoteles a los turistas nacionales y les estamos mostrando el mismo camino a los extranjeros”
OPINIÓN. Tribuna Abierta. Por José Luis Rueda
Vecino de Málaga
08/10/24. Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. José Luis Rueda, vecino de Málaga, escribe en esta Tribuna Abierta sobre el descenso de las pernoctaciones en los hoteles malagueños: “El problema que nos encontramos en la provincia de Málaga, con esta pérdida de visitantes y pernoctaciones de turistas españoles, es que el resto de Andalucía y...
...el conjunto de España no sigue esta tendencia negativa o lo hace en una menor proporción, por lo que podemos pensar que algo estamos haciendo mal para que el destino Málaga no sea el preferido de los turistas españoles, como ha venido siendo durante muchos años”.
¿Fin de la gallina de los huevos de oro? El sector hotelero malagueño está herido
El incremento desorbitado de las viviendas turísticas en Málaga, es la provincia española con mayor número de este tipo de establecimientos, pasando de las 31.736 que teníamos en febrero de 2021 a las 41.038 de febrero de este año, y el encarecimiento de los precios hoteleros en contraposición al poder adquisitivo de los españoles, está teniendo una incidencia muy negativa en los visitantes y pernoctaciones de los turistas de nuestro país en la planta hotelera malagueña, con un descenso de 86.758 visitantes (-3,50%) y de 496.532 (-7,95%) en el número de pernoctaciones durante el año 2023 en comparación con el 2022.
En lo que llevamos contabilizado de este año 2024, hasta el mes de agosto, esta sangría no ha parado de crecer y, al descenso mencionado anteriormente en el año 2023, tenemos que sumar otros 84.412 visitantes menos (-4,89%) y otras 181.449 pernoctaciones (-4,27%) por lo que el panorama es poco halagüeño para el resto del año.
No obstante lo anterior, el saldo de visitantes y pernoctaciones sigue siendo positivo, de momento, debido a la incidencia que en estos segmentos ha tenido el turismo extranjero, con incrementos del 19,78% y del 18,10% respectivamente.
El número de establecimientos también ha tenido un incremento del 14,61%, pasando de los 553 de 2022 a los 634 de 2023; el número de habitaciones crece en 1.903 (+4,99%) y el del número de plazas lo hace en 4.846 (5,75%).
El punto negativo de estos datos lo vemos en el número de empleos, que ha pasado de los 13.871 de 2022 a los 14.882 de 2023, y cuyo incremento del 7,29% está dos puntos y medio por debajo del realizado por las pernoctaciones (9,73%), esto se traduce en una mayor carga de trabajo para los trabajadores y trabajadoras del sector y una consiguiente peor calidad en el servicio a los clientes.
Especialmente significativo han sido los datos de coyuntura turística de este último verano (junio, julio y agosto) y que vienen a corroborar lo que aquí estamos denunciando. El número de visitantes españoles ha descendido un 9,56%, pasando de los 861.082 del año 2023 a los 778.773 de 2024 y el número de pernoctaciones lo ha hecho en un 6,84%, lo que supone 162.727 menos. A diferencia de lo ocurrido en 2023, este verano el incremento del número de visitantes y pernoctaciones efectuados por los extranjeros no ha paliado la pérdida producida por la de los españoles y el saldo del verano de 2024 arroja un déficit del 2,37% en el número total de viajeros hospedados en la planta hotelera malagueña y un descenso del 1,05% en las pernoctaciones, La conclusión de esto es que los turistas extranjeros también están eligiendo otras ciudades donde pasar sus vacaciones y esto puede tener consecuencias muy nefastas para nuestra ciudad cuya principal fuente de ingresos y generación de empleo sigue siendo el turismo.
El problema que nos encontramos en la provincia de Málaga, con esta pérdida de visitantes y pernoctaciones de turistas españoles, es que el resto de Andalucía y el conjunto de España no sigue esta tendencia negativa o lo hace en una menor proporción, por lo que podemos pensar que algo estamos haciendo mal para que el destino Málaga no sea el preferido de los turistas españoles, como ha venido siendo durante muchos años, y los turistas extranjeros estén comenzando a hacer los mismo.
Si nos atenemos a Málaga capital las cifras son aún más catastróficas y la pérdida de visitantes españoles se sitúa en 21.808 personas (-5,04%) y el descenso de pernoctaciones en 81.818 (-10,11%) en lo que llevamos de año; es decir, estamos casi 2,5 puntos peor que el conjunto de la provincia malagueña. Si nos circunscribimos a la época estival el panorama es desolador y la pérdida se traduce en un 12,86% y un 15,38% respectivamente.
Con estos datos podemos afirmar que de una manera u otra estamos expulsando de nuestros hoteles a los turistas nacionales y les estamos mostrando el mismo camino a los extranjeros. Con ello el principal motor de la economía malagueña está en un serio peligro, ya que si las organismos competentes en esta materia, principalmente el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía, no implementan medidas para revertir esta situación como podría ser la declaración de zonas tensionadas y prohibición de pisos turísticos en ellas; regulación de los pisos turísticos existentes; fomento del turismo sostenible y una mayor potenciación de las campañas publicitarias, como por otra parte sí está haciendo la principal plataforma de alquiler de pisos turísticos, donde resalta las múltiples ventajas que ofrece el alquiler turístico para pasar las vacaciones en detrimento del hotelero, más pronto que tarde veremos las consecuencias negativas que estos derroteros nos puede acarrear y cuyo principal exponente será el cambio, cuando no la pérdida paulatina, de un turismo reglado, de calidad y de creación de puestos de trabajo, por otro donde el empleo y la calidad del mismo son una quimera.