OPINIÓN. Bajo las alcantarillas. Por Manuel Fernández Valdivia
Empresario de San Pedro Alcántara11/09/17. Opinión. El empresario sampedreño Manuel Fernández Valdivia estrena colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Cada quince días analizará en esta revista temas de actualidad sobre el municipio marbellí. En este primer artículo trata sobre la decisión del nuevo equipo de gobierno del PP de cesar la música en el Hotel Sisu Boutique, famoso por sus macrofiestas...
...con champán en la piscina. Un establecimiento que según Valdivia lleva a sus espaldas más de 700 denuncias de los vecinos y que el pasado mes de marzo, aún sin clientes, fue atacado con granadas. Fernández Valdivia realiza una comparativa entre la actuación del Ayuntamiento hacia este hotel y hacia el Starlite Festival.
“ESTAMOS ante un caso parecido. Muchos dirán interesadamente que no. Pero no he dicho idéntico. Se trata de una promoción de ocio que sólo actúa en verano, respaldada tanto por el Partido Popular durante su anterior mandato, como por parte del tripartito que hasta hace poco ha estado gobernando Marbella durante dos años con el apoyo de Costa del Sol Sí Puede (CSSP-Podemos)”. Sin embargo, según señala el autor de este artículo, las pretensiones para este evento son bien distintas. “La pretensión del actual equipo de gobierno (PP y OSP) del Ayuntamiento de Marbella (y aquí viene el gol en el último minuto) es impulsar la declaración de Starlite como ‘festival de interés municipal’”.
Sisu 0- Starlite 1. El final del partido ha dado como vencedores a los de Maluquer
UTILIZANDO un símil futbolístico del que sinceramente no tengo mucho control, podemos decir que el cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Marbella ha facilitado un resultado presumible de lo que hasta ahora había sido un partido aburrido, soso y en el que el empate técnico era la tónica durante esos ‘90 minutos’ que ha durado este folletín veraniego.
YA en el mes de julio el Partido Popular reprobó la actitud pasiva del anterior equipo de gobierno tripartito (PSOE, IU y OSP), que mantenía abierto un suculento y oscuro negocio a pesar de las 700 denuncias que el Hotel Sisu ha recibido por parte de los vecinos del edificio. Sin contar con la mala imagen pública que dicho establecimiento otorga al municipio, un día sí y otro también, abriendo titulares escandalosos. Los programas de televisión dedican sus minutos a las tropelías de sus huéspedes. Los reportajes en la prensa extranjera (sobre todo británica) también se suceden. Una información por la que súbditos de su Majestad la Reina Isabel están pensándose mucho si visitar Marbella próximamente dadas las circunstancias. No me refiero (irónicamente) a los hijos de la Gran Bretaña, que parecen ser los causantes de todo este desastre turístico.
RECORDEMOS también la noticia publicada en exclusiva el pasado 23 de agosto por el periodista Juan José Madueño, del diario ABC de Sevilla, en el que se mostraban las imágenes de un asalto con granadas de mano a susodicho hotel. Ocurrió el pasado mes de marzo cuando el edificio aún permanecía cerrado preparando sus actividades veraniegas. Un hecho que, curiosamente, tanto la Policía Nacional como el Ayuntamiento de Marbella mantuvieron completamente en secreto. Un acontecimiento de importantísima relevancia, ya que quitó la posibilidad a los clientes de decidir si realizar sus reservas allí, a la vista de la peligrosidad que suponía alojarse en el mismo.
IMAGINE que el ataque se hubiese vuelto a producir durante el mes de agosto con el hotel hasta arriba de público. ¿Qué consecuencias habría tenido la ocultación de esta noticia hasta entonces? Estaríamos ante un caso muy parecido al que desgraciadamente se ha dado en Barcelona, ocultando la verdad a posibles damnificados de este establecimiento y las luchas que entre mafias están copando las noches en toda Marbella. Y más concretamente en el área de Puerto Banús, donde se dan cita clanes sirios, rusos y últimamente, con mayor virulencia, irlandeses.
PARA colmo de males, cuestión que seguro llevará aparejada una querella por injurias y calumnias, la esposa del promotor del Hotel Sisu, Neil Acland (quédense con este nombre y si pueden con su cara para no acercarse) y directora general, se ha atrevido a denunciar en varios medios de comunicación una presunta intervención del letrado Antonio Flores en este ataque con granadas. Ni que decir tiene que Acland intenta siempre quedar en un segundo plano, mandando a su esposa para embarrar la situación y, de paso, quizás, ganarse una importante acción legal contra ella en los tribunales.
Pero entonces, ¿qué ocurre con Starlite?
DESPUÉS de que el Ayuntamiento de Marbella haya cancelado las actividades musicales del Hotel Situ, esa es la pregunta que muchas personas se hacen.
ESTAMOS ante un caso parecido. Muchos dirán interesadamente que no. Pero no he dicho idéntico. Se trata de una promoción de ocio que sólo actúa en verano, respaldada tanto por el Partido Popular durante su anterior mandato, como por parte del tripartito que hasta hace poco ha estado gobernando Marbella durante dos años con el apoyo de Costa del Sol Sí Puede (CSSP-Podemos). Además, ubicado en una parcela pública, dentro de un espacio protegido, desde el que se emite música hasta altas horas de la madrugada sin permiso legal para ello, con denuncias por parte de vecinos de la zona. Y, últimamente, un espacio donde se han vivido auténticas batallas campales precisamente en la zona VIP del recinto, con rotura de botellas y heridos atendidos en distintos centros médicos de Marbella.
¿POR qué ese trato diferenciado entre Situ y Starlite? ¿Qué personajes, además de sus promotores, están presionando al Ayuntamiento de Marbella (tanto al anterior tripartito como al actual bipartito) para que el festival siga adelante bajo la sospecha, vigilancia e investigación de la Guardia Civil y la Fiscalía? Sabemos que los famosos Antonio Banderas, María Bravo y Eva Longoria, entre otros de menor calado, son sus principales valedores. Pero también hay quien apunta a algún gran empresario de Marbella como fuerte influencia para que este evento siga su curso en el municipio.
STARLITE expone sus cifras: 80 millones de euros de beneficio para la ciudad, 800 empleados, 45 días de actividad y un atractivo turístico sin precedentes. Pero no es oro todo lo que reluce. Aunque Price Waterhouse Cooper se afane en poner por los cielos al festival, podemos compararlo con otros como el Medusa Sunbeach que, en tan solo tres días, en la población de Cullera, municipio valenciano con 22.000 habitantes, ha conseguido un impacto de 22 millones de euros de beneficio para su población.
POR otra parte, ni la prensa especializada ni las plataformas de venta de entradas establecen que Starlite sea un evento nacional o internacional de relevancia. No hay más que consultar sus publicaciones, tanto en papel como digitales, que al hablar de este tipo de eventos veraniegos no nombran a este. Ni siquiera dentro de los 10 o 40 destinos más importantes, dependiendo de la lista consultada. Quedan muy por delante eventos como Sónar, Bilbao BBK Live, Festival Internacional de Benicàssim, Primavera Sound, Sonorama, etc. Tampoco la reconocidísima revista Billboard se hace eco de Marbella ni de su Starlite como referencia en el ámbito musical o de ocio.
Y, para finalizar, porque podríamos extendernos eternamente en las cuestiones que se ven y no se ven de Starlite Festival, redundar en lo ya publicado por medios locales y nacionales sobre los asuntos investigados judicialmente: delito contra la ordenación del territorio, por la construcción sin licencia en suelo no urbanizable de especial protección de muros y pavimentos de hormigón; desobediencia grave a la autoridad; carecer de licencia de apertura como discoteca y, hasta ahora, la apertura de establecimiento con música y bebidas alcohólicas hasta altas horas de la madrugada con un permiso verbal, otorgado, al parecer, por el ya ex concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Turismo e Industria, Javier Porcuna, del Partido Socialista. El mismo que mantuvo durante dos años abierto el Hotel Sisu, a pesar de todo lo que sabemos de este otro establecimiento de dudosa reputación.
AÚN así, la pretensión del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Marbella (y aquí viene el gol en el último minuto) es impulsar la declaración de Starlite como ‘festival de interés municipal’. Pero no como algunos medios han publicado, para exclusivamente ‘amarrar’ su permanencia, sino para proteger el evento de tal forma que el Ayuntamiento de Marbella y la Junta de Andalucía, deban, a pesar de todo, plegarse a sus exigencias y, como muy bien ha apuntado recientemente el anteriormente citado periodista del diario ABC de Sevilla J.J Madueño, permitir como hechos consumados que en la edición del próximo año y siguientes pueda existir un argumento de excepción a la hora de otorgar licencia de apertura hasta las siete de la madrugada, todos los días que se requieran. Esto es, 45 de los 20 que este verano finalmente le fueron concedidos, teniendo que suspender la mitad de contratos suscritos con todo tipo de cantantes y grupos musicales. Cuestión que no pueden reclamar judicialmente al Ayuntamiento, ya que Stalite Festival (Ignacio Maluquer, Sandra García Sanjuan, Bendeus, SL y Avory Celebrity Acces, SL), se lanzó a programar y a anunciar eventos en varios medios nacionales, durante los meses previos a la firma de la renovación, sin tener certeza de que finalmente pudieran llevarse a término los mismos.
A todo esto, el Ayuntamiento de Marbella con OSP y PP a la cabeza, dejan nuevamente en clara desventaja a los empresarios del Puerto Deportivo, Banús y otros espacios de ocio musical nocturno, que deben cerrar a las tres de la madrugada.