“Mayoritariamente se coincide en que la vivienda, la educación, la sanidad, son esenciales para mantener los niveles de desigualdad en términos tolerables, parece razonable que nos fijemos especialmente en cómo se enfrentan a estas cuestiones nuestros gobernantes”
OPINIÓN. Charlas con Nadie
Por Manuel Camas. Abogado12/12/23. Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la desigualdad: “Las sociedades toleran cierto nivel de desigualdad, pero hasta un límite, sin embargo, cuándo se alcanza ese umbral es difícil de detectar; la política debe propiciar que no se llegue a esos estados inaceptables, no es un trabajo improvisado, ni tampoco...
...de resultados inmediatos o que corrija situaciones colectivas instantáneamente, como hemos visto se trata de políticas sociales que exigen trabajo y esfuerzo a largo plazo”.
Factores
Las desigualdades en renta observadas en el mundo no se deben al esfuerzo individual, sino a factores fuera del control de la persona, como las circunstancias familiares. Las diferencias por países, incluso por territorios dentro de un mismo país, son notables. A mayor desigualdad además se comprueba que hay menos posibilidad de ascenso social.
Venía a cuento de conversaciones con amigos y amigas en estas fechas de descanso que se propician por dos días festivos separados por tan solo un día laboral y unidos al fin de semana, casi una semana de fiesta.
Como decíamos, un factor de desigualdad, un elemento o causa que actúa junto a otros, de importante influencia, es la familia a la que pertenecemos; siguiendo un informe de Caixabank Research, la familia provee de conexiones y contactos sociales, lo que crea unas circunstancias que generan enormes facilidades para unos, ausencia de ocasiones para otros. El sector privado masivamente sigue contratando y ofreciendo oportunidades en un porcentaje muy significativo en base a los contactos; además las parejas en un mercado en el que ambos trabajan se van conformando normalmente entre personas de empleos similares, así los que tienen buenos empleos duplican sus salarios, los que no los tienen se ven doblemente perjudicados y además, aumentan el número de familias monoparentales y su tendencia a empobrecerse.
Pese a ello, según Funcas, si bien en términos comparativos España presenta índices de desigualdad de renta disponible peores que la mayor parte de los países de Europa continental, cuando se suma la renta imputada de la vivienda (somos aún un país con alto porcentaje de propietarios) y la renta ampliada (que incluye servicios públicos en especie, como la sanidad y la educación) la desigualdad se reduce en mayor proporción y nos coloca en un nivel más aceptable.
Convendría poner este análisis de la fundación de las Cajas de Ahorro junto a un informe de la Fundación Afi Emilio Ontiveros según el cual solo los mayores de 65 años mejoran su nivel de riqueza en las últimas dos décadas, la desigualdad entre padres e hijos se ensancha en lo que va de siglo por los sueldos y sobre todo por el aumento del valor de la vivienda en propiedad.
En todo caso mayoritariamente se coincide en que la vivienda, la educación, la sanidad, son esenciales para mantener los niveles de desigualdad en términos tolerables, parece razonable que nos fijemos especialmente en cómo se enfrentan a estas cuestiones nuestros gobernantes.
A estas reflexiones, que tantas veces he hecho a solas con Nadie, me llevó la conversación con mis amigos en algún momento. Actuar frente a la desigualdad, atenuarla, es una obligación por un sentido de la Justicia, pero también en interés de la paz social, no conozco ninguna sociedad profundamente desigual que no tenga altos niveles de inseguridad y en los que la vida difícilmente puede desarrollarse en paz.
Las sociedades toleran cierto nivel de desigualdad, pero hasta un límite, sin embargo, cuándo se alcanza ese umbral es difícil de detectar; la política debe propiciar que no se llegue a esos estados inaceptables, no es un trabajo improvisado, ni tampoco de resultados inmediatos o que corrija situaciones colectivas instantáneamente, como hemos visto se trata de políticas sociales que exigen trabajo y esfuerzo a largo plazo.
El estado del bienestar, en definitiva, la redistribución de renta por medio de la educación o la sanidad, la vivienda, unida a transferencias directas en becas, subvenciones, pensiones, la protección por desempleo, la seguridad social, un estado que se implique en la conservación del medio ambiente, basado todo ello en un sistema fiscal justo, progresivo, en el que aporte más quien más tiene u obtiene, es esencial si queremos vivir en sociedades seguras, pacificas y con una prosperidad que nos alcance a todos de una manera u otra.
Como otras veces, entretenido en mis reflexiones, me gusta buscar entre <lo más visto> de los periódicos para ver si mi preocupación coincide con la información, la opinión y lo que los lectores seleccionan, juzguen ustedes:
El estoicismo una filosofía que vuelve, puesta de moda por los grandes multimillonarios, ejemplo de congruencia, nos llaman a conformarnos; padres y madres en contra del uso del teléfono móvil por parte de sus hijos, frente a otros que afirman, con buen criterio a mi juicio, que es absurdo poner puertas al campo y que sería deseable ayudarlos para que sepan hacer un uso responsable de una herramienta tan poderosa, ya nos quisieron quitar las calculadoras; enfrentamiento en México de civiles contra las mafias de la droga y la extorsión, catorce muertos, México es buen ejemplo de desigualdad y a dónde conduce; la resolución de la ONU para un alto el fuego en Gaza es vetada por Estados Unidos, otro buen ejemplo, Israel y Gaza; un matemático nos dice que existe la posibilidad de que la Inteligencia Artificial alcance conciencia, a la vez nosotros, la Unión Europea, aprueba la primera ley de inteligencia artificial del mundo, bienvenida sea.
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