“Salvada la estabilidad o inestabilidad política, en 2024 veremos cómo la madurez alcanzada por tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial van a afectar directamente al mundo de las empresas”
OPINIÓN. Charlas con Nadie
Por Manuel Camas. Abogado19/12/23. Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el año que entra: “Las elecciones en Estados Unidos, en noviembre de 2024 son trascendentes para el mundo y para Europa, si ganase Trump con toda probabilidad daríamos un paso atrás en la lucha contra el cambio climático, Ucrania perdería el apoyo que hoy tiene,...
...lo que exigiría a la Unión Europea mayores esfuerzos, afrontaríamos más aranceles en el comercio con Estados Unidos, aumentarían los conflictos con China y más polarización dentro de la propia sociedad estadounidense”.
2024
Llegamos a final de año, Feliz Navidad y próspero año nuevo, 2024. El año que se nos viene encima es bisiesto, 366 días, febrero con 29, mi abuelo Luis decía que cuidado, que pueden ser años de mala suerte, transmitía las viejas tradiciones del sentir popular, por lo que leo proceden de muy atrás.
El 2024 desde luego tiene un día más, a partir de ahí muchas incertidumbres, las electorales las más importantes.
Las elecciones en Estados Unidos, en noviembre de 2024 son trascendentes para el mundo y para Europa, si ganase Trump con toda probabilidad daríamos un paso atrás en la lucha contra el cambio climático, Ucrania perdería el apoyo que hoy tiene, lo que exigiría a la Unión Europea mayores esfuerzos, afrontaríamos más aranceles en el comercio con Estados Unidos, aumentarían los conflictos con China y más polarización dentro de la propia sociedad estadounidense. Trump es parte del ascenso de una derecha radical, lo hemos comprobado recientemente en Argentina con Milei, en Países Bajos, en Italia, en España.
Hay elecciones en marzo en Portugal, probablemente en Reino Unido se adelanten al otoño, aunque el fin de la legislatura podría llegar hasta a principios de 2025.
En casa tenemos en junio elecciones al Parlamento Europeo en ella se jugará Úrsula von der Leyen repetir con un segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea y existe el rumor de que se ofrezca la presidencia del Consejo de Europa a Pedro Sánchez, ya que está descartado Costa, dimisionario primer ministro de Portugal; la situación en España basada en un acuerdo cerrado casi personalmente por Sánchez no hace fácil pensar en un relevo precipitado y dificulta esa opción, aunque decide Pedro Sánchez.
Además, tenemos elecciones autonómicas, con seguridad en Galicia y País Vasco, quizás las catalanas, como muy lejos en febrero de 2025.
También hay elecciones en Rusia, probablemente en Ucrania, en Taiwán, en México.
La situación inestable en Iberoamérica, un mercado de seiscientos millones de personas, tan cercanos, obviamente nos afecta lo que ocurre en Argentina, México, Venezuela y la sociedad hispana de Estados Unidos.
Como dice Andrés Ortega en su artículo para la Revista Política Exterior: 2024: Elecciones que pueden cambiar el mundo, Europa… y España.
Los problemas con la constitución en Chile, los trae Nadie a la conversación, las transiciones políticas y el enorme valor de la que hicimos en 1978. Chile hoy intenta sustituir una constitución aprobada con Pinochet y ve cómo se divide su población (55 a 45 por ciento), así ni se puede hacer una constitución ni tampoco cambiar nada verdaderamente trascendente en el bloque constitucional de un estado, buen ejemplo para España.
Salvada la estabilidad o inestabilidad política, en 2024 veremos cómo la madurez alcanzada por tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial van a afectar directamente al mundo de las empresas, se abre un período en el que las posiciones alcanzadas no están garantizadas para el futuro. La estrategia de las empresas es ya su prioridad porque tienen que realizar el esfuerzo de adaptarse a un mundo completamente cambiante.
La inteligencia artificial ocupa un lugar absolutamente destacado en nuestro futuro inmediato, su uso se multiplicará al menos por 10 en los próximos tres años, es el instrumento que puede permitir a nuestras empresas aportar más valor al cliente, mayor eficiencia, más que nunca buscaremos buenos datos que tratar que nos permitan desarrollar inteligencia de negocio. La revista Nature elige por primera vez entre sus científicos del año a un ente no humano: ChatGPT.
Un mundo en cambio, ultra conectado, que además exige a las empresas un impacto social positivo y que para ello redefine las relaciones con los “stakeholders”, las partes interesadas, los empleados, los proveedores, los clientes, las administraciones, etc., ya no son viables empresas que piensen solo en facturación y costes. Enfrentarse al futuro desde los criterios ESG medio ambiente, social y buen gobierno, se ha tornado esencial para las empresas.
De las noticias tecnológicas que he leído en el fin de semana sobresalta, por lo que de ejemplo de lo que viene supone, la de la inteligencia artificial aplicada a la predicción meteorológica. Según publicaba en noviembre la revista Science, resulta que Google, con una única máquina del tamaño de un ordenador personal y la inteligencia artificial de DeepMind, predice en un minuto el tiempo que hará en todo el planeta dentro de 10 días. Y lo hace superando en casi todo al más moderno de los sistemas de predicción meteorológica, el supercomputador instalado en Bolonia por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo. El programa de inteligencia artificial supera al principal sistema de predicción en más del 90% de las variables meteorológicas.
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