El arte es un lujo, un bienestar, un orgullo para una ciudad que cada vez más necesita alejarse del turista en camiseta y pantalón corto tomando cervezas en los bares de un centro histórico intransitable

OPINIÓN. Charlas con Nadie

Por Manuel Camas
. Abogado

29/10/24.
Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre Málaga: “Si a ello añadiésemos regeneración urbana (zonas peatonales, áreas verdes, espacios públicos), si a ello añadiésemos una política de vivienda, de energía verde, de agua y de sostenibilidad, si no abandonamos los servicios públicos especialmente de transporte,...

...sanitarios y de educación, si apostamos por proyectos de colaboración público-privada para la investigación, este sería un maravilloso espacio para vivir”.

La Málaga de Gypsy

He tenido la suerte de poder asistir a la representación del musical Gypsy en el teatro SOHO CaixaBank, a rebosar; Nadie y yo queremos escribir unas líneas que muestren agradecimiento porque un espectáculo como ese pueda montarse en Málaga.


No soy ningún entendido en las artes escénicas, pero actores y actrices, sus actuaciones, la iluminación, los decorados, la maravillosa orquesta Larios Pop del SOHO, no se hubieran visto en Málaga si no es por la decidida voluntad de Antonio Banderas.

Poco más de 800 butacas es el aforo del Teatro Soho CaixaBank, siete representaciones semanales del 25 de octubre al 1 de diciembre, los costes de cada semana son 180.000€ según comentaba Antonio Banderas, será sostenible si lo llenamos. El arte es un lujo, un bienestar, un orgullo para una ciudad que cada vez más necesita alejarse del turista en camiseta y pantalón corto tomando cervezas en los bares de un centro histórico intransitable, qué lejos de nuestras calles nos hace sentir esa estampa.

También el 25 de octubre se celebraba el primer patronato de la Fundación Centro de Investigación y Terapias Avanzadas del Cáncer (CITAC), un centro de vanguardia internacional en investigación oncológica: la Universidad de Málaga, Fundación Unicaja, el Ayuntamiento de Málaga, Unicaja Banco, la Fundación General de la UMA (FGUMA), Fundación Kareema, Fundación SANDO y Famadesa, con la dirección científica del prestigioso catedrático de Oncología de la Universidad de Málaga Emilio Alba. Otro lujo que reclama la presencia de la Junta de Andalucía, incomprensiblemente ausente de un proyecto de colaboración público-privado tan importante.

Pocos días antes tuve la enorme suerte de poder disfrutar de una conferencia de Bernardo Quintero, el fundador de ‘VirusTotal’ y principal impulsor de la implantación de un centro de excelencia de ciberseguridad de Google en Málaga, ya lo había dicho en la Universidad: las ideas por sí solas no valen para nada, lo que vale es su ejecución. Nos contó su experiencia personal, apasionante e inspiradora y nos habló de Inteligencia Artificial (IA), ciertamente omnipresente y hoy parte de todas las decisiones estratégicas.

También disfruté presenciando una charla entre Bernardino León Gross y Miquel Roca Junyent; Europa, elecciones americanas, Israel, Gaza, Líbano, Irán. Bernardino es otro malagueño que hace Málaga y que sin duda es el gran experto europeo en Oriente Próximo, otro de nuestros lujos.


En ese repaso estamos hablando de cultura, todo empezó para la Málaga actual con Picasso; gracias a Picasso y la idea que pergeñó junto a Juan Temboury en 1953, retomada por Christie Ruiz-Picasso y apoyada sin ambages por la Junta de Andalucía, tenemos el Museo Picasso Málaga, inaugurado el 27 de octubre de 2003, por sus salas ya han pasado más de 9 millones de visitantes. Solo después podían ser posible los museos Thyssen, Ruso, Pompidou, la apuesta por el Bellas Artes y Arqueológico, etc.

En ese repaso hablamos de tecnología y eso no hubiera sido posible sin dos factores trascendentes: por un lado, una Universidad que no existe más que desde hace 50 años, desarrollada gracias al decidido apoyo de la Junta de Andalucía y la gestión que se realizó durante una década, desde mediados de los años 80, por su Rector Martín Delgado; por otro, el hoy llamado Málaga TechPark, nuestro PTA, promovido por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, en 1990.

Si a ello añadiésemos regeneración urbana (zonas peatonales, áreas verdes, espacios públicos), si a ello añadiésemos una política de vivienda, de energía verde, de agua y de sostenibilidad, si no abandonamos los servicios públicos especialmente de transporte, sanitarios y de educación, si apostamos por proyectos de colaboración público-privada para la investigación, este sería un maravilloso espacio para vivir.

Le pregunto a la IA, cómo sería con esos factores el futuro de Málaga y contesta que parece brillante, con la tecnología, la cultura y la sostenibilidad como pilares de su desarrollo. Todo eso apunta a que la ciudad podría consolidarse como una de las urbes más innovadoras y atractivas de Europa en los próximos años. Pues algunas cosas hay que cambiar para conseguirlo, pero está a nuestro alcance.

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