“No hace tanto que en España era necesario aportar la partida de bautismo para firmar un contrato de trabajo, las mujeres además debían acompañar la autorización del marido o del padre”

OPINIÓN. Charlas con Nadie

Por Manuel Camas
. Abogado

07/01/25.
Opinión. El conocido abogado Manuel Camas escribe su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre los promotores de la guerra cultural: “Los que beben del trumpismo, VOX, una parte del Partido Popular, nos quieren dividir entre malos malísimos, contrarios incluso a algo tan tierno como la Navidad, el Niño Jesús y el pesebre, y los verdaderos españoles, los que...

...exigen que se diga Feliz Navidad y no Felices Fiestas, y además que se pongan, impongan, belenes en las instituciones públicas”.

Felices Fiestas

He descubierto estos días que decir con jolgorio al despedirte de tus amigos un 24 de diciembre: me voy a preparar el pavo, Felices Fiestas, realmente te descubre como un peligroso agente encubierto de la conspiración progre, un ser malvado por naturaleza. Que desear Felices Fiestas resulte un acto condenable me ha sorprendido, aunque solo a medias, la tesis es que quienes dicen Felices Fiestas en lugar de Feliz Navidad están en contra de las Navidades, porque Navidad solo hay una y Fiestas muchas.


Hasta ahí ya llegan los disparatados defensores de la guerra cultural que, si no fuera por cómo dividen a nuestras sociedades, serían el hazme reír. Felices Fiestas creía yo que simplemente suponía desear una Feliz Noche Buena, Feliz Navidad, Feliz Día de los Inocentes, Feliz Noche Vieja, Feliz Año Nuevo, Feliz Día de Reyes, incluso día de la Lotería de Navidad, las fiestas son largas, el WhatsApp nos hace darnos cuenta de que es mejor felicitar solo una vez, o la Navidad o el Año Nuevo, para no agotarte, para no agotar. Tengo una amiga que sabiamente felicita en nombre de su empresa de comunicación, Eolo, solo por Reyes, al final es casi la única que queda en el recuerdo de la avalancha de felicitaciones de todo tipo que acabamos recibiendo.

Da igual ser de derechas o de izquierdas, creyentes en el Dios cristiano, católicos apostólicos y romanos, o no creyentes, incluso creyentes en otras religiones, estas fiestas son parte de nuestra cultura, valoradas, queridas, son parte de nuestro ser como sociedad y también, reconozcámoslo con humildad, son parte de la mercadotecnia y el consumo impuesto. Que levante la mano quien no recibió nada de Papá Noel, háganselo mirar por Halloween que desde luego es mucho más divertido que el Día de Todos los Santos, visita con flores al cementero incluida, aunque ya tampoco vamos a los cementerios porque incineramos, otra guerra cultural. Sin embargo, los que beben del trumpismo, VOX, una parte del Partido Popular, nos quieren dividir entre malos malísimos, contarios incluso a algo tan tierno como la Navidad, el Niño Jesús y el pesebre, y los verdaderos españoles, los que exigen que se diga Feliz Navidad y no Felices Fiestas, y además que se pongan, impongan, belenes en las instituciones públicas.


Usar la Navidad para dividir supongo que será pecado, me bastaría con que alguno, alguna, hiciera examen de conciencia.

Cuando me preguntan por la Semana Santa siempre digo que es un fenómeno religioso, cultural, de colores, olores, música, ambientes, arte, escultura, popularidad, que no puede dejar de verse y experimentarse. Cada cual lo vive según sus sentimientos, pero en todo caso es algo valioso y digno de ver y preservar, siempre desde el respeto a quién no lo comparta, siempre huyendo de la imposición.

No hace tanto que en España era necesario aportar la partida de bautismo para firmar un contrato de trabajo, las mujeres además debían acompañar la autorización del marido o del padre. Este año celebraremos los 50 años de la corriente de libertad, sin ira, que hoy disfrutamos y que tan maravillosamente cantó Jarcha. Dice la inolvidable letra de la canción, el himno de nuestra transición, eso de que:

Pero yo solo he visto gente
Muy obediente, hasta en la cama
Gente que tan solo pide
Vivir su vida, sin más mentiras y en paz

El único examen que recuerdo de mi paso por la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga fue en segundo curso de la licenciatura, Derecho Civil, el profesor cogió el manual, lo abrió al azar, puso una cara rara y dijo: lo siento, para formular la pregunta: Leyes modificativas del Código Civil. Media clase se levantó, alguno entre carcajadas, yo confieso que me lo había estudiado y creado una regla nemotécnica para poder recordarlo, debía ser febrero de 1984, lo que verdaderamente me había llamado la atención, hasta animarme a estudiar aquello, era que hasta La Ley de 2 de mayo de 1975 no se suprimió la necesidad de licencia marital y que hasta el 7 de julio de 1981 no se introdujo el divorcio en España.

La Exposición de Motivos de la ley de 1975 refleja bien dónde estábamos, destaca que la España que recibían los que este año cumplen 50 años de edad era infinitamente peor que la que dejarán a sus hijos, en ella vejatoriamente se asimilaba la mujer a quienes física y psíquicamente carecen de los presupuestos normales de la capacidad. Se establecía la protección como atributo del marido y la obediencia como obligación de la mujer. Hasta entonces el matrimonio tenía un sentido restrictivo respecto a la capacidad de obrar de los cónyuges, uno de ellos, el marido, ostentaba la representación legal del otro, incluso para aceptar la herencia. Si quieren volver a la Edad Media animo a que lo busquen y lo lean.

Cincuenta años después no deberíamos olvidar que en aquellas fechas carecíamos de libertad hasta en la cama, en España, bajo la dictadura franquista, la venta y difusión de anticonceptivos, incluido los preservativos, estuvo prohibida, hasta 1978 su adquisición solo podía ser clandestina.

Empezamos 2025, Trump lidera el Mundo, Musk influye desmedidamente ¿alguien puede imaginar que personas así de verdad buscan el bienestar de los ciudadanos?

Nadie y yo esperamos que hayan tenido unas Felices Fiestas.

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