“Arte e igualdad de género han sido, pues, dos de los grandes itinerarios que han seguido los arquitectos malagueños en su conexión con las demandas de la sociedad contemporánea”

OPINIÓN. Mascarón de proa
Por Carlos Hernández Pezzi. Arquitecto

25/01/19. Opinión. El arquitecto Carlos Hernández Pezzi reflexiona en su  nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre las aportaciones que el Colegio de Arquitectos de Málaga ha hecho a la sociedad malagueña y a su historia cotidiana. Las centra básicamente en tres grandes iniciativas que han acompañado su trayectoria: el arte, la igualdad de género y la UMA,...

...aparte de muchas más: “Ese colectivo profesional fue precursor de los análisis de los riesgos del turismo, de la ocupación de nuestro litoral, de la defensa del paisaje costero, de los problemas de vivienda y de la protección de los impactos ambientales y del cambio climático”, entre otras, apunta Hernández Pezzi, que anima a la institución a que vuelva por sus fueros: “Tenemos la obligación de volcarnos en los grandes procesos de transformación de nuestro país, reviviendo el austero esfuerzo de otros tiempos, con visiones actuales, con optimismo y sin miedo”.

La memoria del Colegio de Arquitectos de Málaga

EN una ciudad tan autocomplaciente y dada al autobombo, como si el "orgullo malagueño" se hubiera inventado del todo en el mismo momento de 1995 en el que el PP entró a gobernar en el Ayuntamiento de Málaga, conviene tener memoria crítica; no para hacer elogios superfluos o innecesarios, sino para poner las cosas en su sitio. La sociedad civil que representa el colegio de arquitectos malagueño es madura y acepta también los muchos errores que se han cometido desde que este colectivo llegó a ser Delegación del Colegio de Andalucía Oriental y hasta mucho después de que se transformara en colegio provincial y perteneciera como tal al Consejo Andaluz de Colegios de Arquitectos, creado a partir de 2001. Dos acontecimientos vienen a reavivar el perfil de innovación que ha representado, - a mi juicio -, este colectivo de los arquitectos de Málaga y su importante presencia de mujeres y profesionales del arte, la arquitectura, la universidad y la comunicación.

DE una parte, hace sólo unas semanas se inauguró en las Salas de La Coracha del MUPAM la exposición 'Palmeras de Fuego', que recoge una selección de obras malagueños que van desde la llamada Generación del 50 a la actualidad y, entre ellos, a artistas como Francisco Peinado, Enrique Brinkmann, Dámaso Ruano, Agustín Parejo School, Bola Barrionuevo, Joaquín de Molina, José SeguIri, Gabriel Padilla, Joaquín Ivars o Chema Lumbreras, de los fondos pertenecientes al Colegio de Arquitectos de Málaga. El nivel de la muestra se corresponde con las altas exigencias que tuvo entonces el Colegio de Arquitectos en materia de vanguardia artística de su tiempo. En las conferencias que enmarcan la exposición se recogen opiniones de expertos y gestores como Tecla Lumbreras AQUÍ, Pedro Pizarro, los arquitectos José Ignacio Díaz Pardo o Eugenia Candau, que tuvieron tanto que decir y que tan bien lo hicieron, en su momento. Una gestión brillante con muy pocos medios, a veces poco conocida, para que Málaga fuera hacia la urbe que es hoy: Una ciudad de artistas, cosmopolita y abierta. Nombres como los de Luis Gordillo, Hamilton Finley, Eduardo Chillida, Javier Utray, Rafael Agredano, José María Larrondo, Daniel Canogar, Ouka Lelee, Pérez Minguez o Eva Lootz y otros, han sido referentes antes aquí que en otros sitios, con exposiciones de nivel altísimo, como 'Correspondencias. 5 escultores, 5 arquitectos' con Carmen Giménez, dando a conocer a Richard Serra, y otros artistas y arquitectos, obras que se presentaron en Málaga cuando eran impensable su presencia en otros lugares, pese a que no existía la  increíble "fiebre" de museos que hay ahora.

POR otro lado, también hace ahora 25 años, en 1993,  Málaga acogió los Cursos de New Oportunities for Women, perteneciente al Programa N.O.W. de la Unión Europea, promovidos por el Consejo de Colegios de Arquitectos de España, organizados por el Colegio de Andalucía Oriental, que acabaron siendo un éxito en la búsqueda de la igualdad en el papel de las arquitectas y urbanistas, precisamente en los equipos profesionales dedicados a la arquitectura y la ciudad, hasta entonces muy mayoritariamente dirigidos por hombres. En el Centre Pompidou de Málaga se van a celebrar, los días 7 y 8 de febrero, unas jornadas promovidas por el Colegio de Arquitectos, entre otras instituciones, conmemorando esos cursos pioneros, que luego tuvieron lugar en otros colegios y marcaron un antes y un después en las políticas profesionales con perspectiva de género. Para dar una idea de su importancia, las profesoras eran Mª Angeles Duran, Rosa Barba, Adriana Bisquert y Pascuala Campos de Michelena, que son las grandes profesoras e investigadoras referentes claves, - en sociología, arquitectura, urbanismo y paisaje -, de una generación que luego ha tenido su continuidad en el siglo XXI, con la gran expansión de personalidades y colectivos que han defendido un  nuevo protagonismo de las mujeres en la vivienda y la ciudad.

ARTE e igualdad de género han sido, pues, dos de los grandes itinerarios que han seguido los arquitectos malagueños en su conexión con las demandas de la sociedad contemporánea. De esta última historia, las mujeres arquitectas, dan un ejemplo colectivo de memoria y de reivindicación con este acto NOW, en el que participan muchas de sus protagonistas de entonces y ahora, ¡más de 20 profesionales! de esta Andalucía y de España, y de las que no cabe dejar fuera a Isabel león, Secretaria, y Estrella Gutiérrez del CSCAE, junto con la entusiasta Mª Eugenia Candau y las arquitectas malagueñas que se volcaron con este programa y después con sus publicaciones y el libro "La ciudad compartida", Premio Madrid de Urbanismo de 1999.

LA memoria colectiva de la ciudad también refrenda que el Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga ya propuso en el año 1985 como Año de la Rehabilitación del Centro. Un proceso que ha eclosionado tiempo después, en 2003, con la inauguración del CAC Málaga, el Museo Picasso y la peatonalización de la calle Marqués de Larios. Ese colectivo profesional fue precursor de los análisis de los riesgos del turismo, de la ocupación de nuestro litoral, de la defensa del paisaje costero, de los problemas de vivienda y de la protección de los impactos ambientales y del cambio climático. También ha sido pionero en el compromiso urbanístico frente a los desmanes de Gil y de otros, interviniendo y participando en los Planes Generales de Ordenación Territorial y Urbana de la Costa del Sol y de la provincia, participando en los Planes Estratégicos, la Carta Verde la Agenda 21 de Málaga y en Greencities&sostenibilidad, en todas sus ediciones, - entre otros muchos Foros -, la renovación de los campus universitarios y en la creación de la Escuela de Arquitectura de la UMA.

RECORDAR muy someramente los 25 o 30 años de actividades, que sobrepasan con mucho el ámbito de los intereses profesionales y alcanzan la envergadura de los proyectos colectivos de ciudad, tiene la ventaja de hacer justicia a la verdad en estos tiempos en los que se pone mucho énfasis en las instituciones y mucho menos en los colectivos sociales; más en las noticias falsas y las verdades a medias, que en el conocimiento de la historia reciente. Más aún si los hechos han sido pensados y gestionados por personas de distinto origen multi-profesional, procedentes de la multi-disciplinariedad, entendida como servicio al territorio de nuestro trabajo, de edades distintas, pero comprometidas con su tiempo y su entorno.

AHORA tenemos la obligación de volcarnos en los grandes procesos de transformación de nuestro país, reviviendo el austero esfuerzo de otros tiempos, con visiones actuales, con optimismo y sin miedo. En campos como el arte y la igualdad, que requieren imaginación y audacia, Málaga debe estar a la cabeza otra vez, como siempre, para mantener la memoria y el respeto por lo hecho y para dar energía  al pulso de lo que queda por hacer, porque la nuestra es una ciudad de artistas y es obvio que las mujeres, - no sólo las arquitectas y urbanistas -, van a ser la protagonistas más destacadas de los cambios del siglo XXI en el arte, la sociedad y la cultura de las ciudades. En Andalucía y en todo el mundo.

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