Todo sucedió en la biblioteca de Los Boliches, en Fuengirola -Málaga-. En un cartel, situado en la entrada de la misma, se convocaba a los usuarios para participar en un encuentro donde había que compartir una poesía que provocara una sonrisa”

OPINIÓN. Es posible. Por Rosa María Badillo
Historiadora y escritora. Coordina el proyecto Arco Iris de Madres Narradoras


31/10/18. Opinión. La historiadora y escritora Rosa María Badillo reflexiona en su nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre “qué es lo que puede crear comunidad  en esta sociedad donde se promueve la dispersión y el individualismo, donde todo va tan aprisa que parece que hemos hecho una realidad virtual de nuestras vidas”...

Creando comunidad: ‘Encuentros por la Cultura’

ME he preguntado qué es lo que puede crear comunidad  en esta sociedad donde se promueve la dispersión y el individualismo, donde todo va tan aprisa que parece que hemos hecho una realidad virtual de nuestras vidas. Pues muchas veces ni sentimos ni padecemos, sólo consumimos actividades y tiempo. Afortunadamente, tuve una grata experiencia que dio respuesta a mi pregunta. Todo sucedió en la biblioteca de Los Boliches en Fuengirola -Málaga-. En un cartel, situado en la entrada de la misma, se convocaba a los usuarios para participar en un encuentro donde había que compartir una poesía que provocara una sonrisa.


FUI a la reunión con mi poema preparado y esperé mi turno. Había personas de todas las edades, condiciones sociales y niveles de formación. Conforme fueron interviniendo los asistentes se fue abriendo una puerta a la verdadera riqueza que puede generar la más profunda humanidad. Todos sabemos que compartir es crear abundancia y así sucedió; pero, ocurrió algo más en aquel salón, donde estábamos rodeados de libros.  Cada persona, ya fuera niño o niña, joven, mayor, abuela o abuelo, cada uno ocupaba su lugar, cada uno aportaba al grupo y lo más importante era escuchado con sumo respeto.

ASÍ que la riqueza se multiplicó. Una mujer francesa no sólo leyó su poesía en francés sino que también la tradujo al castellano. Un padre, que fue con su familia, gozó al ver como su hijo de diez años leía un poema de Gloria Fuertes. Después intervino él, dedicándole su poesía a su compañera que estaba presente. Era una creación de Rafael Alberti a la que dio alas. Ya que aquel hombre, cuando tomó la palabra, nos dijo que una de las estrofas del poema era similar a la letra de una canción sefardita. Y para asombro de todos se puso a cantarla. Luego, los demás lo acompañamos con deleite tarareando la melodía de la hermosa composición popular.

EL círculo había crecido. Pues se creó un espacio de libertad donde todos nos sentimos tan a gusto que fuimos más allá de nuestras limitaciones y compartimos con los demás algo de la esencia que guarda  nuestra alma. No había juicios como: yo soy más que tú o lo mío es mejor; sólo había gratitud por lo recibido. Por eso, pudimos acceder a la magia de la vida. Como indica el gran terapeuta Arnold Mindell en su libro: El cuerpo del chamán, es el estado de gratitud lo que nos permite conectar con las dimensiones más mágicas de la existencia.

LA organizadora de este evento fue la bibliotecaria Paz Chantar, que es más que bibliotecaria y promotora cultural, es una ‘hada madrina’. Pues pocos seres he conocido a lo largo de mi vida que brinden espacios a los demás para desplegar sus talentos y promuevan tan generosamente a  otras personas. Siempre que hablo con ella me sorprende su implicación con los jóvenes y su compromiso con la infancia. Paz y sus compañeros han hecho posible: una ‘biblioteca viva’.

LO cierto es que me quedé maravillada de aquel encuentro y de la fórmula tan sencilla que se había utilizado para conectarnos a gente tan dispares. Por eso, días más tarde, le dije a  Paz si me daba permiso para hacer esta actividad en el pueblo de Mijas. Ella contestó que sí a la siembra y la expansión a otros territorios de estas reuniones. Las ‘Madres Narradoras del Proyecto Arco Iris’, colectivo del que soy coordinadora, nos encargamos de organizar este evento, al que llamamos: ‘Encuentro por la Cultura’.

YA llevamos realizados tres ‘Encuentros por la Cultura’ en la biblioteca del pueblo de Mijas, cada uno con diferente temática. En otoño la convocatoria fue en torno al tema: Poesía y Naturaleza. En invierno nos aglutinó el estímulo de compartir una Poesía hecha Canción y en primavera invitamos a todos los interesados a mostrarnos su Cuadro Favorito. Cada encuentro fue espectacular, debido a que superaron todas nuestras expectativas. Hay dos cosas que recalcaría de estos encuentros: por una parte, el valor de crear un espacio para alentar y permitir expresarse a Luisa, una niña de seis años, junto a una artista como Marta Cora, directora de cine, de setenta años. Y por otra, destacaría el sentimiento de unión que se genera en el grupo, al compartir lo que cada uno lleva como algo extraordinario para los demás. Para terminar quiero responder a mi pregunta inicial: Sí, es posible crear comunidad.

PUEDE leer aquí anteriores artículos de Rosa María Badillo:
- 19/09/18 El médico de las palabras
- 18/07/18 Proyecto Arco iris de Madres Narradoras
- 04/07/18 Desmontando la trampa de la codicia
- 19/06/18 Guerreras impecables: El arte de hacer posible lo imposible