“Lo mejor siempre está por venir. Y es que, afortunadamente, un paseo bajo el sol de diciembre, pesa más que todo lo demás. En palabras de Antonio Lucas… Imagina que el tiempo sólo es lo que amas: unas pocas palabras, unos seres exactos”

OPINIÓN. Caleidoscopio
Por Laura Martínez Segorbe. Cofundadora de la Asociación Enjipai para mejorar las condiciones de vida de los masai de Mfereji, Tanzania 


04/01/19. Opinión. Laura Martínez, en esta nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, reflexiona sobre el desapego como forma de sentir y vivir. “Allí el apego no existe. Son libres. Por mucho que les pese a otros. Y a pesar de todo, los Reyes, Magos o Sabios de Oriente, llegarán en unos días allí. No son otros que los padrinos y madrinas del...

...programa escolar. La familia del grupo Teaming. Los seres de luz que regalan amor y generosidad. Antiguos y recién llegados a la pequeña gran familia que es Enjipai". Laura Martínez describe habitualmente la realidad del pueblo masái. Un pueblo que conoce muy bien gracias a que es cofundadora de la Asociación Enjipai AQUÍ (y en su perfil en Facebook, AQUÍ), en la que trabaja desde el año 2012 con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los masai en la aldea de Mfereji, al norte de Tanzania.

Los poetas del firmamento y algunos desapegos

TODAVÍA estamos inmersos en la vorágine navideña. Aún faltan por llegar los Reyes Magos, los de Oriente. España, según los datos de Unicef, está situada en la tercera posición, por la cola, claro, en tasas de pobreza infantil. Por debajo solo están Rumania y Grecia.


TAMBIÉN se han olvidado de los niños en los Presupuestos Generales del Estado. Parece ser que lo que se pretende es que se siga heredando pobreza y más pobreza. Para luchar contra la pobreza infantil, hace falta un pacto de estado, para que los vaivenes políticos con los que nos levantan cada mañana no puedan afectar de ninguna manera a nuestros niños. Un pacto de estado, aunque a decir verdad no son siquiera capaces de pactar consigo mismos ante su propio espejo. Es una tarea ardua, complicada y difícil, pero no imposible. Pero eso no importa ahora, porque como decía, vienen los Reyes Magos, por lo “arto er puente”…


VIENEN de Oriente, pero no eran reyes, sino magos (sabios). Tampoco se dice en el único texto bíblico en el que se hace mención a ellos, el Evangelio de Mateo, que fueran tres, ni cuáles eran sus nombres. Según Mateo, son "steleros", es decir, astrólogos. Mucha más bonita esta historia. Son, los magos de oriente, poetas del firmamento.

EN escritos muy posteriores, dicen que son tres y también magos: Melchor de Persia, Gaspar de la India y Baltasar de Arabia. Y llevaban como obsequios, para el Niño Jesús, oro, incienso y mirra. Como siempre, bastante lío, hasta que un Papa puso orden y dijo que eran tres, aunque al parecer eran más.


EN la Biblioteca Nacional, tenemos una joya, una pieza única, en la historia de nuestro teatro: la Representación o Auto de los Reyes Magos, que se encontró en la Biblioteca del Cabildo de Toledo. Es del siglo XII, anónimo y consta de 147 versos. Leedlo, aunque solo sea porque es nuestra más antigua pieza dramática conservada. También tenemos, por supuesto, a Gloria Fuertes y su Camello Cojito, al que yo, especialmente, le tengo un cariño especial. Aún puedo oír mi propia risa cuando lo leía de pequeña:

EL
camello se pinchó con un cardo del camino
y el mecánico Melchor con buen tino le dio vino.

Baltasar fue a repostar
más allá del quinto pino...
mientras intranquilo Melchor
consultaba su "Longinos"'.

¡No llegamos, no llegamos,
y el "Santo Parto" ha venido!
son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido.

GLORIA Fuertes me lleva a mi infancia más tierna, junto a otros poetas. Mi madre se encargaba de ponerme cerquita ediciones para niños de Machado, Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez, entre otros, que aún conservo. En la Noche de Reyes, siempre había libros.


HAN llovido ya muchas Navidades. Esta Navidad, la he pasado en casa con mi familia: mi madre. No ha habido olor a puchero y tampoco gambas, por circunstancias que no vienen al caso. La Navidad siempre ha sido y será mi madre. Mi hogar. Ahí, en el hogar, no se exige impregnar todo de felicidad. Hemos aprendido que esa actitud lo único que trae es una quiebra anímica y espiritual. Esta Navidad, ha costado más, pero es porque ha sido la primera. Lo mejor siempre, está por venir. Y es que, afortunadamente, un paseo bajo el sol de diciembre, pesa más que todo lo demás. En palabras de Antonio Lucas… Imagina que el tiempo sólo es lo que amas: unas pocas palabras, unos seres exactos.

LLEVO años trabajando el desapego. Es el viaje más difícil que jamás haya emprendido. Hace años, una buena persona, mejor madre y mujer, me habló de él. Me dijo que el desapego era dejar de aferrarme a lo que me causaba dolor. Que no era malo, que no era amar menos, sino que era deshacernos de ataduras y ser más libres.  Que no era perder sino ganar y que solo así sería entera. Palabras sabias, de una gran maga, y también difíciles de llevar a la práctica, pero no imposible. Estamos en el Camino de lo Siempre Posible. Yo le preguntaba, inocente, cómo hacerlo, porque para mi, mis emociones son el principal alimento de mi apego: dolor, culpa, miedo, resentimiento, amor… Cargamos con ellas tanto tiempo que al final nos acostumbramos y las normalizamos. Que la felicidad dependa de lo que otra persona decida, sea quien sea, es dejarnos a nuestra suerte. Vacíos.


PARA ello, me valgo de estas enseñanzas, de la práctica diaria, de su ejemplo, aunque me cueste, de mi madre, mi hogar y de la comunidad masai, mi segundo hogar. Tengo suerte en tener dos familias, no a todo el mundo le ocurre. Como decía Antonio Vega “Soy de allí de donde piso” así que creo que el desapego está en marcha y de forma muy positiva.

ALLÍ el apego no existe. Son libres. Por mucho que les pese a otros. Y a pesar de todo, los Reyes, Magos o Sabios de Oriente, llegarán en unos días allí. No son otros que los padrinos y madrinas del programa escolar. La familia del grupo Teaming. Los seres de luz que regalan amor y generosidad. Antiguos y recién llegados a la pequeña gran familia que es Enjipai. Los cafeteros solidarios. Los establecimientos que colaboran para la recogida de fondos para el comedor escolar. Todos y cada uno de ellos, llevan oro, incienso y mirra. Esa es la Navidad, la Navidad nuestra de cada día. Para aquellos que lo necesitan, sin apegos ni condiciones. Solo Amor. Mucho amor.

PUEDE leer aquí anteriores entregas de Laura Martínez.
-09/11.18 Emwa Sidai. Colores Bonitos
-26/10/18 Una escuela en alguna parte…
-15/10/18 Jurisprudencia

-28/09/18 Lucha de Gigantes
-14/09/18 Caleidoscopio