“La falta de acceso a saneamiento e higiene adecuados y el beber agua sucia se cobra casi 3 millones de vidas todos los años, la mayoría de niños menores de cinco”
OPINIÓN. Caleidoscopio. Por Laura Martínez Segorbe
Cofundadora de la Asociación Enjipai para mejorar las condiciones de vida de los masai de la aldea de Mfereji, Tanzania10/05/19. Opinión. La cooperante internacional Laura Martínez, en esta nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, escribe sobre el ‘agua’ en África y su necesidad en ‘su’ aldea masái de Mfereji. Un pueblo, el masái, que conoce muy bien gracias a que es coofundadora de la Asociación Enjipai AQUÍ (en su perfil en...
...Facebook, AQUÍ), en la que trabaja desde el año 2012 con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida, en la referida aldea de Mfereji, al norte de Tanzania. “En Mfereji se necesita agua. Y se necesita agua limpia. Es la única manera de frenar y sobre todo, invertir, el círculo vicioso de la pobreza y de la desigualdad. El agua transforma la sociedad. Los motivos son evidentes y varios. El tiempo que Nashikari emplea en ir a buscar agua lo podría emplear en realizar otras actividades. Además, se evitarían muchas enfermedades causadas por la falta de higiene y saneamiento. Y lo más importante: las niñas, que se ocupan de esta tarea, tendrían tiempo para ir a la escuela o en el caso de que asistan ya, hacerlo con asiduidad”.
Agua
"El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza"
Leonardo Da Vinci
CASI 900 millones de personas carecen de acceso a agua limpia y 2.500 no tienen una forma segura de deshacerse de los excrementos. La mayoría de ellos defecan al aire libre y cerca de los ríos y manantiales donde después beben. La realidad es que la falta de acceso a saneamiento e higiene adecuados y el beber agua sucia se cobra casi 3 millones de vidas todos los años, la mayoría de niños menores de cinco años. Además en el norte de Tanzania la sequía está azotando fuerte a la población. Tanto, que hasta es difícil encontrar incluso agua sucia.
LOS pies de Nashikari conocen bien los caminos de la sabana africana. Demasiados kilómetros recorridos para ir a recoger agua. Si tuviesen un grifo en casa su vida se transformaría por completo. Tan solo un grifo. Va a por agua tres y cuatro veces al día, cargando a sus espaldas unos 20 litros de agua aproximadamente. Todas las mujeres masai recorren los caminos prácticamente desde que comienzan a andar. Y además, en su caso, lo que recogen es agua, agua sucia. Pero ellas no conocen más que esa. En total dedican unas seis horas diarias en ir a por agua. Es una ocupación y obligación adquirida, totalmente absorbente.
CERCA de la aldea en la que vive hay una charca, pero el agua está sucia y hay excrementos de burros y vacas alrededor. Actualmente está casi seca. No obstante, allí achica el agua para limpiarla un poco y la depositan en unos bidones amarillos que utilizan para esta tarea.
EN esta parte del mundo en la que vivimos nosotros es común escuchar frases como "ellas están hecha de otra pasta" "no les duele el cuello ni la espalda porque son más duras, más fuertes". Me pregunto muchas veces si realmente somos conscientes de lo que decimos. Cómo podemos ser tan soberbios.
UN bidón de plástico tiene capacidad para unos 20 o 25 litros. Esto significa que son 20 o 25 kilos a la espalda, kilos que les golpean la espalda, la columna, a cada paso que dan. El terreno es arenoso y se les hunden los pies. Además, normalmente tiene que bajar y subir por zonas inclinadas. Con mucho sigilo, no derrama ni una gota. Cuando Nashikari pasa horas cargando agua, no se le escapa ni una gota. El agua para ella es oro.
EN Mfereji se necesita agua. Y se necesita agua limpia. Es la única manera de frenar y sobre todo, invertir, el círculo vicioso de la pobreza y de la desigualdad. El agua transforma la sociedad. Los motivos son evidentes y varios. El tiempo que Nashikari emplea en ir a buscar agua lo podría emplear en realizar otras actividades. Además, se evitarían muchas enfermedades causadas por la falta de higiene y saneamiento. Y lo más importante: las niñas, que se ocupan de esta tarea, tendrían tiempo para ir a la escuela o en el caso de que asistan ya, hacerlo con asiduidad.
LAS dificultades para llevar a agua a Mfereji son extraordinarias. Está muy alejada y reposa sobre un terreno volcánico. Para hacer un pozo, se requiere un estudio geológico e hidrológico, además de maquinaria pesada y muy cara. Además, María Cerezo y yo observamos cada vez que vamos a África, la cantidad de proyectos de pozos que se han llevado a cabo, la mayoría de ellos abandonados. Cuando se estropea la infraestructura, nadie es capaz de repararlo, bien porque no se tienen los conocimientos técnicos, bien porque hace falta dinero para comprar los recambios y las piezas. Por eso es importante en cualquier proyecto que se lleve a cabo en este tipo de comunidades, que los habitantes sean partícipes al cien por cien en la realización de los proyectos. La implicación es esencial. Y así serán ellos los que gestionen, mantengan y cuiden los proyectos que se vayan realizando. En Mfereji aún estamos lejos de esto, pero al menos ya existe la implicación. Sabemos que el agua es de todos y que nace de la tierra. Pero desgraciadamente, la infraestructura para conseguirla, no. Como la gran pequeña familia que somos, paso a paso ayudaremos a esta zona de la sabana afrciana a conseguir agua limpia. Será antes o después, pero será.
ESCUCHAMOS muy a menudo que el planeta se está muriendo. Y no hace falta ser ecologista para formar parte de esta muerte. Basta con adquirir conciencia. Basta con no hacer daño. Si echamos un vistazo a los flujos de la riqueza, percibimos rápidamente que algo no estamos bien. Redistribuir los recursos naturales y la riqueza es una cuestión urgente para que las injusticias que ocurren en muchos sitios del planeta lleguen a su fin. Porque ni África es pobre ni tampoco lo son sus habitantes. Si nosotros extraemos de África mucho más de lo que ellos ingresan, nunca podrán salir del círculo vicioso en el que se encuentran. Parte de responsabilidad, recae pues, sobre nosotros.
NOSOTROS tenemos obligación de tener un consumo responsable, disminuir el impacto ambiental y todos los medios técnicos y científicos para la innovación. ¿Qué estamos haciendo entonces? Parece que en esta parte del mundo siempre tenemos a mano todo y sin embargo, los resultados son catastróficos. Estamos subestimando demasiado al agua y sabemos que sin ella, no somos nada. Somos agua. El 80% de nosotros es agua. Somos un tesoro para ella y viceversa.
EL agua se encuentra en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, aunque debería estar el primero. Para el 2030 las Naciones Unidas ha fijado como objetivo el acceso universal a agua asequible y limpia. Siempre marcando objetivos y pocas veces cumpliendo con los resultados esperados. Siempre se echa la vista sobre las políticas mal diseñadas y sus pésimas gestiones. Igual habría que marcarse como objetivo empezar por ahí. De hecho es lo único que ha cambiado en la Tierra: las malas políticas y sus gestiones. Porque por lo demás, el agua en la Tierra según los científicos, es la misma que bebían los dinosaurios y que hoy cae en forma de lluvia.
LA misma lluvia cayendo desde tiempos remotos siguiendo un ciclo magnífico, reciclándose constantemente. La naturaleza enseñándonos siempre y nosotros con los ojos cerrados.
PUEDE leer aquí anteriores entregas de Laura Martínez:
-11/04/19 Debemos ser honestos
-29/03/19 En Mfereji no tenemos un Peter Tabichi. Tenemos dos.
-15/03/19 Unidad didáctica: La sabana (para niños y adultos, para adultos niños y para curiosos)
-01/03/19 La mujer es un árbol de magnolias
-15/02/19 El sonajero
-01/02/19 Conservar la belleza
-18/01/19 Málaga-Estambul-Nairobi-Arusha
-03/01/19 Los poetas del firmamento y algunos desapegos
-21/12/18 La Navidad de cada día
-07/12/18 Es posible vivir en armonía
-23/11/18 El niño de los ojos de almendra
-09/11.18 Emwa Sidai. Colores Bonitos
-26/10/18 Una escuela en alguna parte…
-15/10/18 Jurisprudencia
-28/09/18 Lucha de Gigantes
-14/09/18 Caleidoscopio