“Tiene el firme propósito de ‘regalarle’ a la Universidad Católica de Murcia (UCAM) una parcela municipal de 40.000 metros cuadrados de equipamiento deportivo”

El concejal de IU en el Ayuntamiento de Málaga, Eduardo Zorrilla, escribe sobre De la Torre y José Luis Mendoza, dueño de la universidad ultra católica UCAM, a quién el alcalde quiere regalar ese suelo de todos los malagueños para que traiga su universidad fundamentalista a Málaga a hacer negocio

Mendoza dice que “el coronavirus es fruto del Anticristo, de Bill Gates y de Soros, que quieren controlarnos con un ‘chis’”. “Su última perla ha sido manifestar que ‘la ingesta de grandes dosis de vitamina C fulmina el coronavirus’, advirtiendo que la vacuna contra el coronavirus ‘puede tener efectos espantosos’”

OPINIÓN. Contra viento y marea. Por Eduardo Zorrilla
Concejal Portavoz del Grupo Municipal de IU y Podemos

18/11/20. Opinión. Eduardo Zorrilla, concejal de IU en el Ayuntamiento de Málaga, dedica su columna en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com a José Luis Mendoza, presidente de la Universidad Católica de Murcia, a quien Francisco de la Torre pretende ‘regalarle’ una parcela de 40.000 metros cuadrados de suelo público para que traiga su universidad ultracatólica a Málaga...

...a hacer negocio: “Además de hombre ‘de negocios’ bien conectado con el Partido Popular, el amigo del alcalde es un integrista, homófobo, retrógrado y anticientífico militante. Asiduamente, se prodiga en declaraciones públicas contra las personas homosexuales, o contra la igualdad de género”.

De la Torre: A dios rogando… y a los amiguetes beneficiando

 Hace pocos días, en una entrevista a la revista digital católica “Religión en Libertad”, el alcalde de nuestra ciudad, Francisco De la Torre, manifestaba que “rezar ayuda a ver a toda la población de una ciudad, de un país, del planeta, como una comunidad de vecinos, de seres humanos en marcha, que debemos ir ayudándonos unos a otros, progresando, para tener una sociedad más justa, más igual, más solidaria. En la oración también encuentro esa visión del otro como un prójimo que tiene problemas, inquietudes, y al que hay que ayudarle. Por tanto, en el trabajo diario (nosotros, desde lo público; otros, desde su tarea privada) se hace también oración: trabajar de cara al bien común, viendo a Jesucristo en los demás y tratando de sentirnos cerca de cada uno de los seres que nos rodean”. (AQUÍ)

Desde el más profundo respeto a los sentimientos religiosos de cada cual, sorprenden, y contrastan, estas sentidas palabras de quien tiene el firme propósito de “regalarle” a la Universidad Católica de Murcia (UCAM) una parcela municipal de 40.000 metros cuadrados de equipamiento deportivo situada junto al palacio de los Deportes Martín Carpena campus universitario, uno de los mejores suelos de la ciudad, para construir su “universidad” privada.

Se trataría de una cesión, en condiciones muy favorables y ventajosas, de unos terrenos públicos, cuyo valor mínimo de mercado se estima en 60 millones de euros, que, de llevarse a cabo, constituiría una distribución de la riqueza a la inversa: un bien patrimonial de la ciudadanía malagueña para que haga negocio una institución privada en la que sólo podrán estudiar unos pocos, quienes puedan pagar los altísimos precios de sus matrículas.


Al contrario de esa solidaridad y amor al prójimo que manifiesta en la entrevista, De la Torre actuaría aquí como Robin Hood, pero al revés, robando lo que es de todos para beneficio de unos pocos.

La parcela en cuestión está destinada en nuestro planeamiento para infraestructuras y equipamientos públicos deportivos, en una zona en la que se concentran instalaciones como el estadio municipal de Atletismo, el complejo de piscinas Inaqua, el centro de raquetas o el propio Palacio de los Deportes, y con vocación en nuestro PGOU de convertirse en un gran Polo Deportivo de la ciudad.

Pero también está en un entorno que se ha revalorizado mucho por el elevado número de viviendas construidas, y las que van a construir, con un alto valor de mercado. Y es precisamente en ese valor urbanístico donde está negocio que la UCAM persigue.

José Luis Mendoza, propietario de La UCAM es un empresario de la construcción, que ha creado un imperio empresarial, gracias a sus excelentes relaciones con el Partido Popular. El actual Secretario General del PP, Teodoro García Egea, quien fue profesor en dicha “universidad” es actualmente uno de sus principales valedores.

Además de hombre “de negocios” bien conectado con el Partido Popular, el amigo del alcalde es un integrista, homófobo, retrógrado y anticientífico militante. Asiduamente, se prodiga en declaraciones públicas contra las personas homosexuales, o contra la igualdad de género.

Su Universidad Católica de Murcia (UCAM), forma parte de Plataforma por las Libertades, que exige la derogación de las leyes por los derechos de las personas Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI), y que denuncia la vulneración de libertades que supone lo que denominan “Dictadura de la Ideología de Género”.


También manifestó en una entrevista que el coronavirus es fruto del Anticristo, de Bill Gates y de Soros, y que quieren controlarnos con un “chis”. (AQUÍ)

Su última perla ha sido manifestar que "la ingesta de grandes dosis de vitamina C fulmina el coronavirus", advirtiendo que la vacuna contra el coronavirus "puede tener efectos espantosos". (AQUÍ)

Este personaje es el amigo del alcalde a quien quiere cederle nuestro suelo para su “universidad”, abogando por que esta ciudad acoja universidades privadas porque aportarían más competitividad y valor al nivel educativo de la enseñanza universitaria en la ciudad, además de prestigio para Málaga. No sé muy bien qué prestigio puede aportar una “universidad” propiedad de un retrógrado como este, desde luego prestigio científico parece que no.

Pero tampoco prestigio académico, pues en todos los rankings de las universidades públicas y privadas españolas la UCAM ocupa los últimos lugares por su escasa calidad. Esta “universidad”, por la vía de los hechos consumados, implanta títulos no autorizados legalmente. Por ello, la UCAM fue expedientada en su día por el Ministerio de Educación por ofrecer Masters de Ingeniería no homologables. Y su propietario estuvo involucrado en un problema relacionado con una venta de falsos títulos de una especialidad en enfermería psiquiátrica, título inexistente, que tuvo miles de afectados. El Ministerio y la Consejería de Educación de Murcia han llegado a publicar notas informativas en los periódicos regionales no responsabilizándose de las consecuencias.

No en vano, de forma unánime, la comunidad educativa de la Universidad de Málaga se ha opuesto siempre a este proyecto por innecesario, porque la oferta de titulaciones en Málaga es lo suficientemente amplia y de calidad.

Lo que seguro que puede aportar la cesión de suelo municipal a la UCAM es un gran negocio a su propietario. Los antecedentes así lo confirman, pues las cesiones de suelo público a la UCAM en Murcia, Cartagena y Sant Joan ya estuvieron envueltas en la polémica por el nulo beneficio a la ciudad y el negocio que hizo su propietario. El presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, se comprometió a donar millones al Ayuntamiento de Sant Joan de Alicante para obras sociales, aunque nada figuraba por escrito en el convenio, donaciones que finalmente no se realizaron. En lo económico, aunque estas cesiones supuestamente no permitían usos lucrativos, lo cierto es que en sus instalaciones ubicaron una serie de sociedades, ligadas a la UCAM, que gestionan las cafeterías, las copisterías, las librerías y otros negocios de diversa índole, en los terrenos donde se ubican sus centros de enseñanza. La agencia de noticias Veritas y la gestión de Popular Televisión Murcia, también ubicaron en sus instalaciones.

Quizás, era sincero el alcalde Francisco de la Torre al referirse en su entrevista a que trabaja “viendo al otro como un prójimo que tiene problemas, inquietudes, y al que hay que ayudarle”, pero con lo de prójimo se refería a su amiguete José Luis Mendoza, propietario de la UCAM.

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