“En cuanto a luces sólo podemos citar las de calle Larios en estas fiestas, muestra, por otro lado, de las “pocas luces” de nuestro alcalde”
OPINIÓN. Contra viento y marea. Por Eduardo Zorrilla
Concejal Portavoz del Grupo Municipal de IU y Podemos
30/12/20. Opinión. Eduardo Zorrilla, concejal de IU en el Ayuntamiento de Málaga, escribe en su columna en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un resumen sobre la gestión del alcalde De la Torre: “Este año 2020 nos ha mostrado un alcalde en el final de su ciclo político, agotado y sin proyecto de ciudad que, a falta de ideas, se empeña en seguir jugando al monopoly con la ciudad,...
...llenándola de rascacielos en cada hueco que quede libre y regalando parcelas públicas a intereses privados, merced todo ello a una exigua mayoría gracias al apoyo de un concejal tránsfuga”.
2020, un año de “luces y sombras en la gestión de De la Torre”
Este 2020, los malagueños y malagueñas hemos pasado un año muy difícil debido a la pandemia. Durante esta crisis la inmensa mayoría de la ciudadanía ha dado un ejemplo de responsabilidad, sacrificio y compromiso colectivo. Sin embargo, y lamentablemente, el alcalde y su gobierno municipal no han estado a la altura de las circunstancias.
Desde el comienzo de la crisis sanitaria, Francisco de la Torre lanzó mensajes públicos que no podían más que crear confusión a la ciudadanía. Cuando el estado de alarma era inminente, invitaba a seguir visitando nuestra ciudad como si nada pasara.
Después, ya en pleno confinamiento, se empeñó en mantener espectáculos de la feria, cuando ya se sabía que esta no iba a poder realizarse y que cualquier espectáculo público constituía un peligro de incremento del riesgo de los contagios por la afluencia de personas. Más que en la seguridad sanitaria, parecía preocupado por la economía, pero no la de los malagueños y malagueñas sino la de los promotores de los eventos.
Y más recientemente, con su obcecación en llevar adelante la instalación de las luces de calle Larios en estas fiestas, ha mostrado una total falta de conciencia de la gravedad de la situación. ¡Una instalación pensada para atraer a multitudes de personas, cuando las autoridades sanitarias insistían en la importancia de evitar aglomeraciones y cuando los propios establecimientos comerciales permanecían cerrados desde las 18 horas! Una situación que nos hace preguntarnos en qué mundo vive De la Torre y para quién gobierna. Desde luego parece que su preocupación principal no es el bienestar ciudadano sino los lucrativos negocios de las empresas con las que contrata el Ayuntamiento.
Por el contrario, durante esta crisis, los empleados públicos y las entidades sociales han realizado una labor enorme para “tapar los huecos” de unos servicios municipales debilitados tras años de privatizaciones y recortes. La escasez de plantilla de los Servicios Sociales municipales, durante años sustituidos en buena parte por contratas privadas con grandes corporaciones que contrataban profesionales precarizados, se puso de manifiesto cuando desde los primeros meses el Ayuntamiento se mostró incapaz de garantizar el suministro de alimentos a las familias sin recursos. Fueron las entidades sociales, con el trabajo de cientos de personas voluntarias, las que con los pocos recursos que les prestaba el ayuntamiento han hecho, y siguen haciendo, lo indecible para hacer que a muchas familias malagueñas no les faltara la comida.
Por lo demás, este año 2020 nos ha mostrado un alcalde en el final de su ciclo político, agotado y sin proyecto de ciudad que, a falta de ideas, se empeña en seguir jugando al monopoly con la ciudad, llenándola de rascacielos en cada hueco que quede libre y regalando parcelas públicas a intereses privados, merced todo ello a una exigua mayoría gracias al apoyo de un concejal tránsfuga.
El faraón De la Torre, preocupado ya solamente en dejar su huella para la posteridad en la ciudad, y consciente del poco tiempo que le queda en la alcaldía, se empeña en sacar adelante cuanto antes sus viejos proyectos megalómanos.
Quiere construir a toda costa grandes torres en los antiguos terrenos de Repsol, aunque los suelos no estén aún descontaminados.
Confía en poder “regalarle” al integrista dueño de la UCAM una parcela municipal de 40.000 metros cuadrados de nuestros mejores suelos para que construya su elitista institución educativa, de la que podrán beneficiarse sólo una minoría pudiente de la ciudad.
Y ha acelerado los trámites municipales de aprobación de la Modificación del Plan Especial del Puerto con objeto de llevar adelante cuanto antes ese rascacielos sobre un dique en estado ruinoso en que se ha empeñado, consciente de que crece día a día la contestación a un proyecto que amenaza con deteriorar el paisaje de la ciudad para muchas generaciones.
Sin duda, la gestión municipal de De la Torre durante este año 2020 ha tenido sus luces y sus sombras. Pero en cuanto a luces sólo podemos citar las de calle Larios en estas fiestas, muestra, por otro lado, de las “pocas luces” de nuestro alcalde.
Feliz 2021
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