“Como puede ocurrir en cualquier otra empresa, en bomberos prácticamente todos los años se producen jubilaciones, y si estas plazas vacantes no son cubiertas con la incorporación de nuevas promociones, nos encontramos con varios problemas”

OPINIÓN.
Bomberos en lucha. Por Encierro Bomberos de Málaga. @EncierroBombMlg

21/11/19. Opinión. Los Bomberos del Ayuntamiento de Málaga, que llevan más de dos años en huelga, hacen una reflexión en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la tasa de reposición de los bomberos y la lentitud del Ayuntamiento de Málaga a la hora de hacer los procesos selectivos: “pero al tiempo que lleva aparejado los plazos legales de este tipo de procesos, hay que...

...añadir dos más, primero el que le quiera añadir la administración –o sea, la prisa que le quiera dar-, y segundo el que ya le ha metido”.

Las cosas de palacio, para bomberos, despacio

Las cosas de palacio van despacio. A quién no le viene a la cabeza al escuchar este refrán a la administración pública en general, por la lentitud que los trámites burocráticos alargan, en ocasiones innecesariamente, determinados actos administrativos.


Uno de los problemas más graves de los que adolece actualmente al cuerpo de bomberos de Málaga es la falta de personal para cubrir los servicios mínimos y con ellos atender con garantías las emergencias que se puedan presentar a lo largo del día.

Como puede ocurrir en cualquier otra empresa, en bomberos prácticamente todos los años se producen jubilaciones, y si estas plazas vacantes no son cubiertas con la incorporación de nuevas promociones, nos encontramos con varios problemas.

La primera consecuencia es que, para atender lo más prioritario, las salidas a los incendios, accidentes, etc., se empieza a desmantelar otros departamentos esenciales pero que no se ven (lo que no se ve “no existe”, y lo que “no existe” no se puede vender al ciudadano), como por ejemplo la sala de gestión de emergencias, y utilizar su personal para este menester. Da igual, por ejemplo, si en los últimos 10 o 15 años ese bombero ha estado ejerciendo de jefe de sala y está a punto de cumplir los 60 años, o que no ha recibido la formación y entrenamiento actualizado a los nuevos medios y protocolos de actuación. Para la administración somos números.

Pero como en bomberos no hay mucho donde rasgar, enseguida nos encontramos que no hay personal suficiente para cubrir este déficit utilizando ese método, provocando con ello que falten bomberos y mandos, a día de hoy, todos los días para atender las intervenciones.

Entonces nos preguntaremos, ¿y qué hace el Ayuntamiento para solucionar este problema?

Antes que nada, hay que recordar que, al igual que los yogures, los funcionarios tienen fecha de caducidad, y ésta es conocida por la administración, pues solo hacen falta dos datos: la edad del funcionario y la de jubilación, y ambas las tienen.


Una de las medidas de ajustes que se tomaron en tiempos de crisis para recortar gastos fue prohibir cubrir estas vacantes producidas por las jubilaciones, hasta que, en el año 2016, al menos para determinados colectivos, se levantó el veto y se pudo empezar a cubrir el 100% de la denominada tasa de reposición.

Siendo Bomberos un servicio esencial, estando limitado el derecho a huelga por ello, o habiendo recibido el Ayuntamiento de Málaga un tirón de orejas del juzgado por carencia organizativa del personal para atender situaciones excepcionales, todos nos imaginamos que, a partir de 2016, sin la limitación del estado en cuanto a cubrir jubilaciones, actualmente se han cubierto de forma inminente las vacantes producidas. Pues no.

Es cierto que ha comenzado el proceso selectivo para cubrir 20 plazas de bomberos (hace un mes que se cerró el plazo de reclamaciones de la lista de admitidos y excluidos, y ahí estamos), pero al tiempo que lleva aparejado los plazos legales de este tipo de procesos, hay que añadir dos más, primero el que le quiera añadir la Administración –o sea, la prisa que le quiera dar-, y segundo el que ya le ha metido, pues vienen a cubrir las jubilaciones de hace casi 4 años (8 jubilaciones de 2016 y 12 de 2017), pues terminarán el proceso selectivo, como muy pronto, en 2020 (recordemos que la última promoción de bomberos es del año 2015, tuvieron que pasar 7 años desde que se publicara en oferta de empleo público, en 2008).

Así que cuando el argumento del Ayuntamiento para justificar la falta de bomberos, y con ello, el incumplimiento sistemático de los servicios mínimos, sea echarle la culpa a la administración central por la limitación en la tasa de reposición, ya sabremos que la realidad es otra. Y esto es algo que llama poderosamente la atención, pues nada más formarse el actual gobierno municipal una de las primeras medidas tomadas, junto a la subida de sueldo de un 20%, fue aumentar el número de cargos de confianza. Y es que las cosas de palacio, para bomberos, van despacio.

Puede leer aquí anteriores entregas de Encierro Bomberos:
- 07/11/19 La realidad manipulada en bomberos (parte I)

- 24/10/19 Incendio institucional, bombero vocacional
- 10/10/19 Cuando se jubila un bombero, gana la banca
- 26/09/19 ¿Está el Ayuntamiento de Málaga exento de cumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?
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- 13/06/19 Bomberos al filo de la navaja
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