“Pintarrajear el mobiliario urbano no es reivindicar el feminismo sino una burda forma de vandalismo que no representa a la mayoría de mujeres”
OPINIÓN. El Micro de María. Por María de la Torre
Candidata número dos a la alcaldía de Málaga por el partido Libres
12/03/19. Opinión. María de la Torre, candidata número dos por el partido Libres en la lista de las municipales al Ayuntamiento de Málaga, escribe, en su nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, sobre cómo tras “el 8 de marzo, hoy estoy paseando por las inmediaciones de ´plaza Camas´, aunque su nombre oficial es plaza Enrique García Herrera. Y lamento, profundamente...
...toparme con las pintadas vandálicas que fueron realizadas el pasado viernes”, y reflexiona: “Es más, despolitizando el contexto, no es ni luchar por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, entre mujeres y hombres. Esta forma de proceder no es feminismo. Es simple vandalismo”, asevera María de la Torre.
Málaga tras el 8M. Feminismo, sí. Vandalismo, no.
TRAS el 8 de marzo, hoy estoy paseando por las inmediaciones de ´plaza Camas´, aunque su nombre oficial es plaza Enrique García Herrera. Y lamento, profundamente, toparme con las pintadas vandálicas que fueron realizadas el pasado viernes. Son pintadas que ningún menor debió tener la oportunidad de poder leer por su contenido obsceno.
https://youtu.be/Q7X9u-5XdH0
PINTARRAJEAR el mobiliario urbano no es reivindicar el feminismo sino una burda forma de vandalismo que no representa a la mayoría de mujeres. Es más, despolitizando el contexto, no es ni luchar por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, entre mujeres y hombres. Esta forma de proceder no es feminismo. Es simple vandalismo. Sin más. Eso sí, sus efectos los pagaremos todos los malagueños con nuestros impuestos.
Y este vandalismo debió ser sancionado. Cada pintada podría ser multada con cuantías que oscilarían entre los 750 y 1.500 euros. Sin embargo, en esta ocasión y como cada año, mucho me temo que el infractor o la infractora no será reprendido o reprendida.
LA libertad de expresión termina donde comienza la honorabilidad del prójimo o la integridad del mobiliario urbano. Sin embargo, el vandalismo patente en las calles de Málaga tras el 8M quedará tan indemne como impune.
EN esta mañana de lunes, un operario del Ayuntamiento de Málaga está recorriendo palmo a palmo el centro histórico de la ciudad para borrar todo tipo de frases malsonantes que flaco favor aportan a una causa tan noble como es la defensa del feminismo, cuyo objetivo no es otro que el de alcanzar la igualdad real de oportunidades a favor de hombres y mujeres, a favor de las personas.
EL resto de mujeres, las que para velar por nuestros derechos no recurrimos a este tipo de prácticas, luchamos día a día por ser iguales, asumiendo a la vez nuestras obligaciones, sobre todo, en pro del respeto para con nuestros convecinos; algo que a veces se olvida.
HOY, desde mi corazón feminista, tengo que decir que odio este tipo de actos vandálicos, ya que las formas no procedentes terminan quitándote la razón. Feminismo, sí. Vandalismo, no.
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