“Cuesta entender que el ‘Minerva Constitucional’ de Málaga, un periódico editado dentro de la libertad de prensa existente y en una etapa constitucional amparada por la Carta Magna de Cádiz promulgada en 1812 […] sufriera los inconvenientes expuestos hasta conseguir su cierre, así como la posterior destrucción de sus ejemplares con la llegada del absolutismo”

OPINIÓN. Viejos periódicos. Por Julio Fernández-Sanguino
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales

29/03/19. 
Opinión. Julio Fernández-Sanguino, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, recoge en una nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com el caso del periódico histórico Minerva Constitucional de Málaga, “periódico político y liberal dirigido por Pedro-Nolasco Martín Carramolino con una periodicidad bisemanal que comenzó a editarse el 17 de agosto de 1813...

...Su objetivo era poder presentar a sus compatriotas la hermosísima imagen de la Constitución Española de 1812”, indica Fernández-Sanguino. Que añade que “cuesta entender que el Minerva Constitucional de Málaga, un periódico editado con la finalidad descrita, dentro de la libertad de prensa existente y en una etapa constitucional amparada por la Carta Magna de Cádiz promulgada en 1812, periodo que se puede asimilar en el ámbito periodístico al actual, sufriera los inconvenientes expuestos hasta conseguir su cierre, así como la posterior destrucción de sus ejemplares con la llegada del absolutismo que ha privado a generaciones futuras de poder conocer sus contenidos”.

El ‘Minerva constitucional’ editado en Málaga en 1813

EL
17 agosto de 1813 se editó en Málaga el Minerva Constitucional, periódico político y liberal dirigido por Pedro-Nolasco Martín Carramolino con una periodicidad bisemanal. Las reseñas sobre esta publicación son escasas, precisando Díaz de Escovar, antiguo cronista de Málaga y estudioso de la prensa local, que solo pudo ver su prospecto informativo en el que se indicaba que su objetivo era poder presentar a sus compatriotas la hermosísima imagen de la Constitución Española de 1812.


A pesar de su aparente loable finalidad, esta publicación sufriría todo tipo de impedimentos en Málaga, incluida una petición para que se prohibiese el periódico y tratar de encausar a sus redactores, señalándose que perseguían la destrucción y ruina de la Religión y del Estado, así como la perversión y corrupción de la juventud con las nuevas doctrinas que se escribían acordes con la Constitución aprobada en Cádiz en 1812.

EL Pedimento contra el Minerva Constitucional se presentó ante el Supremo Tribunal de la Nación, aunque debería hacerse ante el Ayuntamiento Constitucional de Málaga como órgano encargado de resolver la acusación; pero al entender los denunciantes que había entre sus componentes algunos ilustrados que podrían proteger a los redactores, se recelaba que la petición fuese debidamente atendida, por lo que no dudaron en saltarse el procedimiento legalmente establecido.

SE estima que el Minerva Constitucional de Málaga sobreviviría tan solo cuatro meses, finalizando su impresión a finales de 1813. Mientras que del Pedimento, que se confeccionó en la Imprenta de Martínez de la ciudad, se ha conservado sin ningún tipo de problemas, no sucede lo mismo con los ejemplares de la publicación constitucional malagueña, ya que, tras la consolidación del absolutismo con la entrada de Fernando VII en el país, la Inquisición en el Edicto 25 de julio de 1815 incluyó al Minerva constitucional, aunque se menciona que era de Granada, entre los periódicos que mandó prohibir y recoger para destruir.

EN la acusación contra la publicación malagueña se decía que era una patraña utilizada en interés de los editores para engañar a los suscriptores como había sucedido en 1805 con el Minerva o Revisor General de Madrid. El paralelismo señalado en el Pedimento entre los dos Minervas hace suponer que el periódico ilustrado de Madrid, del que se conservan los ejemplares, puede orientarnos acerca de la tendencia y de los contenidos del impreso en Málaga, que, además, se complementarían con la defensa de la Constitución de 1812 ya en vigor.

EL Minerva o Revisor General de Madrid se repartía en Málaga desde el inicio de su edición en 1805 en la librería de Fermín Vidondo hasta finales de mayo de 1808 que desapareció con motivo de la Guerra de la Independencia, distribuyéndose en aquellos momentos en el establecimiento de Luis Carreras, con un coste de 24, 45 u 85 reales según que la suscripción fuera por tres meses, por medio año o anual.

EN la reseña bibliográfica de la Biblioteca Nacional se aprecia que el Minerva de Madrid fue editado por el escritor, historiador y periodista Pedro María de Olive en el periodo señalado, no apreciándose, dada la extensa difusión y continuidad del periódico, las imposturas incluidas en la citada denuncia. El nombre del periódico hacía referencia a la Minerva de la mitología romana, que se correspondía con la Atenea griega, y era la diosa de la sabiduría, las artes, la estrategia militar y la patrona de los artesanos.


SE puede considerar como una amplia publicación ilustrada, que, además de las habituales noticias de la actualidad del momento, también ofrecía informaciones sobre la agricultura, industria, comercio y riqueza nacional, destacando especialmente sus artículos, críticas y discursos sobre ciencia y literatura.

ALGUNOS de sus contenidos hacían referencia a Málaga. En el ejemplar del 19 de noviembre de 1805 se incluía en la sección de Historia una amplia descripción de las principales batallas navales entre las escuadras española y francesa contra la inglesa, relatando el combate que tuvo lugar en las costas de Málaga en 1704. El 30 de diciembre de 1806, al detallarse algunos documentos en el apartado de Medicina, se señalaba que los componentes del Regimiento de Suizos del general Reding se libraron de la epidemia de fiebre amarilla en 1803 por el uso que hacían con ungüentos de aceite. El articulista no daba crédito a estas medidas curativas, dudando que esa idea fuera compartida “por este agradable y buen general”. Por último, se puede citar una crítica literaria en el último ejemplar señalado sobre la obra Las auroras de Diana de Pedro de Castro y Añaya que se acabada de publicar en Madrid, señalando el editor que esta obra había sido impresa por primera vez en Málaga en 1640.

CUESTA entender que el Minerva Constitucional de Málaga, un periódico editado con la finalidad descrita, dentro de la libertad de prensa existente y en una etapa constitucional amparada por la Carta Magna de Cádiz promulgada en 1812, periodo que se puede asimilar en el ámbito periodístico al actual, sufriera los inconvenientes expuestos hasta conseguir su cierre, así como la posterior destrucción de sus ejemplares con la llegada del absolutismo que ha privado a generaciones futuras de poder conocer sus contenidos.

SIN embargo, no serían las únicas medidas utilizadas para tratar de limitar el desarrollo y continuidad de una prensa plural e independiente, lo que nos lleva a reconsiderar en otro artículo a los periódicos editados en aquellos momentos para poder ver todo este asunto en un contexto más amplio y la posible correlación con algunas prácticas periodísticas actuales.

PUEDE leer aquí anteriores artículos de Julio Fernández-Sanguino:
- 06/03/18 La prensa histórica como fuente de investigación. El caso de la ‘Gazeta de Málaga’ (1810-1812)