Tras la salida de las tropas napoleónicas, se editó el 28 de agosto de 1812 el Diario Militar y Político de Málaga para fomentar la jura de la Constitución española aprobada en Cádiz ese año. Esta publicación tendría una vida muy corta, y, una vez cumplida su misión, a primeros de octubre se imprimió el Correo Político de Málaga; pero, más que con una finalidad de información, se concibió para tratar de rebatir al diario Sevilla libre escrito por el canónigo López Cepero de ideas liberales y constitucionalistas”
OPINIÓN. Viejos periódicos. Por Julio Fernández-Sanguino
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales
23/05/19. Opinión. Julio Fernández-Sanguino, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, realiza una nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com en la que recoge la aparición y desarrollo de la prensa en Málaga después de la guerra de la Independencia contra los franceses. “El estudio realizado sobre la prensa editada en Málaga durante la Guerra de la Independencia...
...aunque no tenía como objetivo la cuestión expuesta en el presente artículo, ha permitido ver la destrucción de publicaciones que no interesaban, especialmente las ilustradas cuando los franceses abandonaron las ciudades y las liberales y constitucionalistas cuando se impuso el absolutismo en el país tras la entrada de Fernando VII”, expone Fernández-Sanguino.
Limitaciones al desarrollo de una prensa plural e independiente
LA libertad de imprenta se estableció por primera vez en nuestro país el 10 de noviembre de 1810 -con excepción de las cuestiones religiosas- pudiéndose publicar los medios impresos sin sujeción a censura previa. Esta medida consolidó la prensa ya existente y propició la aparición de nuevas publicaciones una vez que los franceses abandonaban las ciudades. Sin embargo, durante la última fase de la contienda se terminaría imponiendo en todo el país una prensa conservadora, dependiente y denominada servil por lo estudiosos de esta materia, muy combativa con las publicaciones liberales y constitucionalistas.
MÁLAGA no sería una excepción y, tras la salida de las tropas napoleónicas, se editó el 28 de agosto de 1812 el Diario Militar y Político de Málaga para fomentar la jura de la Constitución española aprobada en Cádiz ese año. Esta publicación tendría una vida muy corta, y, una vez cumplida su misión, a primeros de octubre se imprimió el Correo Político de Málaga; pero, más que con una finalidad de información, se concibió para tratar de rebatir al diario Sevilla libre escrito por el canónigo López Cepero de ideas liberales y constitucionalistas, lo que pone de manifiesto tanto la difusión del periódico sevillano en Málaga como las medidas tomadas para tratar de contrarrestar sus contenidos en la ciudad.
LA tendencia conservadora del último periódico malagueño indicado se puede apreciar en el Redactor General de Cádiz, que el 6 de noviembre de 1812 incluyó una nota procedente de Málaga en la que se formulaba una queja por este motivo, así como que se seguía apresando a la gente por docenas a pesar de estar vigente la Constitución, acreditándose así la persecución que sufrieron los liberales en aquellos momentos acusados de afrancesados.
EN este contexto, la información ya no era una prioridad en Málaga y la ciudad se quedaría sin periódicos propios, publicándose a mediados de 1813 en la prensa de otras localidades, especialmente en la de Cádiz, denuncias procedentes de Málaga por la falta de noticias en la población. Al mismo tiempo, se criticaba igualmente que El Procurador General de la Nación y del Rey se repartía gratis en Málaga.
ESTE último periódico se convertiría en el medio más representativo de la prensa reaccionaria y anticonstitucional de ese periodo, combatiendo furibundamente al liberalismo. La publicación fue acusada de haber sido financiada secretamente con cuatro mil reales mensuales por el propio Consejo de la Regencia y se distinguió por su carácter antireformista al igual que De Pronto. Estos dos periódicos se editaron en Cádiz, pero para difundir sus contenidos se reimprimieron en Málaga en 1813, bien ejemplares completos, bien determinados contenidos que se desea propagar.
ASIMISMO, se intensificarían los esfuerzos para combatir a las publicaciones constitucionalistas, como el Minerva constitucional con un proceso que quedó recogido en el Pedimento que se instruyó para tratar de prohibir el periódico y encausar a sus redactores, como se expuso en un anterior artículo. Del mismo modo, en la imprenta Martínez de Málaga se reimprimió en ese año de 1813 un opúsculo para combatir a la Aurora patriótica mallorquina, publicación que se centró en la difusión de los principios constitucionales, especialmente en los relativos a la soberanía nacional y a las libertades públicas, proclamando la independencia del poder civil respecto del eclesiástico, por lo que sus contenidos chocarían contra las fuerzas más retrógradas de la sociedad de entonces.
EN 1814 se recrudecieron en la prensa conservadora los ataques a la Constitución, justificando posteriormente cuando Fernando VII regresa a España las posturas absolutistas. Se ha podido constatar que se hicieron en aquel año igualmente reimpresiones en Málaga de los periódicos de estas tendencias el Atalaya de la Mancha en Madrid y El Lucindo de Valencia, que criticó y difamó sin tapujos a lo que consideraba la “canalla liberal”.
LA situación se agravaría en todo el país con la consolidación del absolutismo y el consiguiente retorno de la Inquisición, que en 1815 mandó recoger y prohibir los periódicos liberales y constitucionalistas editados durante la guerra contra las tropas napoleónicas. Entre ellos, figuraba el Minerva constitucional, cuyos ejemplares serían destruidos al igual que ocurrió con la Gazeta de Málaga cuando los franceses salieron de la ciudad. Por este motivo no han podido llegar hasta nuestros días ejemplares de ambos periódicos, al igual que los del Diario Militar y Político de Málaga.
EN cambio, se han conservado los periódicos considerados patrióticos y defensores de Fernando VII antes de que los franceses llegasen a la ciudad, como el Diario de Málaga o el Atalaya Patriótico de Málaga, junto con otros que posteriormente combatieron las ideas liberales y constitucionalistas, como los cuatro mencionados con reimpresiones en Málaga. De este modo, ha quedado para la posteridad, salvo contadas excepciones, una prensa oficialista que nos ha proporcionado una visión parcial e interesada de la Historia de España.
EL estudio realizado sobre la prensa editada en Málaga durante la Guerra de la Independencia, aunque no tenía como objetivo la cuestión expuesta en el presente artículo, ha permitido ver la destrucción de publicaciones que no interesaban, especialmente las ilustradas cuando los franceses abandonaron las ciudades y las liberales y constitucionalistas cuando se impuso el absolutismo en el país tras la entrada de Fernando VII. Del mismo modo, se ha constatado que en la última fase de la contienda se pusieron en práctica medidas para favorecer y difundir una prensa conservadora afín a Fernando VII con la finalidad de tratar de monopolizar la información a través de financiaciones ilegales o improcedentes, reimpresiones de periódicos en otras ciudades y reparto gratis de ejemplares. Paralelamente, se trató de prohibir periódicos constitucionalistas y de encausar a sus redactores o se editaron publicaciones para contrarrestar otras de ideas liberales y poder verter todo tipo de infundios contra los ilustrados y progresistas más representativos de España en aquellos momentos.
LAS cuestiones señaladas son generalmente aceptadas al tratarse de hechos acecidos hace dos siglos dada su evidencia; sin embargo, a lo largo de la Historia de España se observan situaciones similares, especialmente en las dos dictaduras del pasado siglo con la prohibición y destrucción de periódicos. Asimismo, en etapas constitucionales, tanto anteriores como en la actual, se pueden apreciar igualmente algunas de las prácticas expuestas que limitan el pleno desarrollo de una prensa plural e independiente.
PUEDE leer aquí anteriores artículos de Julio Fernández-Sanguino:
- 22/05/19 Limitaciones al desarrollo de una prensa plural e independiente
- 29/03/19 El ‘Minerva constitucional’ editado en Málaga en 1813
- 06/03/18 La prensa histórica como fuente de investigación. El caso de la ‘Gazeta de Málaga’ (1810-1812)