“Al repasar la historia del periodismo español se aprecia que estas prácticas periodísticas han existido siempre, despuntando en los momentos en los que la prensa se ha utilizado como un instrumento necesario para promover o sustentar determinadas posiciones oficialistas, económicas o de grupos de poder

OPINIÓN. Viejos periódicos. Por Julio Fernández-Sanguino
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales


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4/11/19. Opinión. Julio Fernández-Sanguino, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, realiza una nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com en la que habla sobre la manipulación informativa en los medios de comunicación durante la Guerra de la Independencia: “el Diario de Málaga, en su estrategia informativa con motivo de la guerra, incluiría numerosas...

...reseñas sobre horribles crímenes de Napoleón, sus hipotéticas enfermedades y acerca de sucesivas y definitivas derrotas de sus ejércitos en toda Europa. Tras la entrada del Emperador en España a principios de noviembre de 1808, el periódico informaba, en base a rumores nada fundados, de una victoria completísima de nuestros ejércitos en el puerto de Guadarrama y que Napoleón estaba preso”.

Manipulaciones informativas. El caso de los periódicos editados en Málaga al inicio de la Guerra de la Independencia

Numerosas son las referencias acerca de las limitaciones existentes en la actualidad que afectan a una información veraz, fiable, plural y diversa, como se puede apreciar por denuncias y citas difundidas sobre restricciones a labor periodística, manipulaciones informativas o subvenciones más o menos encubiertas a determinados medios, que generan que las noticias que llegan al público se puedan considerar en su conjunto como interesadas, monótonas y escasas.


Además, algunas reseñas se trasmiten por redes sociales sin contrastar o distorsionadas infectando aún más el ambiente, lo que ocasiona en algunos casos que los afectados tengan que llegar a la justicia y que el ministerio público proceda a declarar tuits y otros mensajes como ofensivos, humillantes o claramente despreciativos para las personas.

Sin embargo, al repasar la historia del periodismo español se aprecia que estas prácticas periodísticas han existido siempre, despuntando en los momentos en los que la prensa se ha utilizado como un instrumento necesario para promover o sustentar determinadas posiciones oficialistas, económicas o de grupos de poder. Sobre esta cuestión, podemos resaltar en este artículo la utilización de los periódicos editados en Málaga al inicio de la Guerra de la Independencia con métodos que se pueden ver en la actualidad y que, además, fundamentaron una serie de consideraciones que han llegado hasta nuestros días.

Como antecedente, es de destacar que el siglo XVIII finalizaría agudizándose la crisis naval tras la derrota en 1797 de la poderosa escuadra española ante una inferior inglesa en el cabo de San Vicente. De acciones posteriores llevadas a cabo por los barcos británicos en su plan de acoso y bloqueo, destaca el ataque a cuatro naves españolas que llegaban al puerto de Cádiz. Una de ellas era la fragata Nuestra Señora de las Mercedes que venía desde Montevideo acompañada por los navíos Medea, Fama y Santa Clara. En el naufragio fallecieron 249 personas y los 51 supervivientes fueron hechos prisioneros y trasladados al Reino Unido, hecho que ha sido resaltado recientemente con motivo de la recuperación del tesoro que transportaba.

El suceso motivó que España declarase la guerra a Gran Bretaña. La Gazeta de Madrid recogería el 14 de diciembre de 1804 esta medida, ya que, ante la buena fe española, existían órdenes inicuas y bárbaras de aquel reino para asaltar en el mar nuestras propiedades y echar a pique a todas las embarcaciones, existiendo una general y justa indignación en el país por los “violentos procederes de la Inglaterra”.

Este estado de cosas desencadenó que en 1805 tuviese lugar la batalla de Trafalgar. La derrota franco-española iniciaría el decline naval de nuestra nación y daría alas a Gran Bretaña para surcar libremente los mares y proseguir sus bloqueos navales sin ningún obstáculo, sufriendo especialmente esta situación el comercio marítimo. Para intentar enmendar la situación, el 27 de octubre de 1807 tendría lugar la firma de un pacto entre España y Francia en Fontainebleau donde se acordaría la invasión por tropas conjuntas franco-españolas de Portugal, que permanecía fiel a Gran Bretaña y no respetó el bloqueo continental que Napoleón impuso a los productos británicos y cuyos puertos daban cobijo a los barcos ingleses, tratándose de contrarrestar por tierra lo que ya no se podía hacer por mar.

Con el inicio de la contienda contra las tropas napoleónicas se cambian las alianzas internacionales, jugando la prensa de entonces un papel primordial para convencer al público de que Gran Bretaña había pasado de ser el tradicional enemigo a convertirse en un poderoso y fiel aliado. En relación con la nueva política exterior emprendida por la Junta Suprema, el Diario de Málaga recogería la paz suscrita entre S. M. británica y la nación española, información procedente de la gaceta de Londres del 4 de julio de 1808.

Asimismo, el periódico malagueño incluiría un editorial el 4 de agosto siguiente con el título de “Navegación libre”, informando el día 20 siguiente que ya podían salir los buques de Málaga para las américas. Este aviso se hacía público para extender el interés del marinero al artesano y al labrador, que veían próximo el fin de tantos años de estanco en poder exportar sus manufacturas y frutos. Asimismo, se recalcaba que esta medida era también importante para nuestras colonias, ya que carecían de los efectos necesarios por el bloqueo naval existente hasta entonces. A continuación, el diario recalcaría que ya estaban abiertas las comunicaciones con América que habían sido interceptadas por el tirano, en alusión a Napoleón y omitiendo que se debieron a los tradicionales bloqueos ingleses.

Del mismo modo, el Diario de Málaga, en su estrategia informativa con motivo de la guerra, incluiría numerosas reseñas sobre horribles crímenes de Napoleón, sus hipotéticas enfermedades y acerca de sucesivas y definitivas derrotas de sus ejércitos en toda Europa. Tras la entrada del emperador en España a principios de noviembre de 1808, el periódico informaba, en base a rumores nada fundados, de una victoria completísima de nuestros ejércitos en el puerto de Guadarrama y que Napoleón estaba preso. Se insistía que sufría los mayores apuros de su vida, a pesar de que simultáneamente se incluyesen las capitulaciones de Madrid que evidenciaban lo contrario.

Las críticas a la labor periodística del diario se pueden ver el 10 de enero de 1809 al tener que publicar una carta en la que el remitente señalaba que un periódico debería discernir lo verdadero de lo falso, ya que las referencias que se habían publicado sobre Napoleón no se correspondían con la realidad. Finalmente, la nota concluía: “¿Discurro bien? Desengáñeme Vd. y cuente con otro corresponsal”.

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