“Tras un año de pandemia, los datos negativos del coronavirus siguen subiendo alarmantemente, aunque quedan muy lejos de los porcentajes de mortalidad de la gripe de 1918”
OPINIÓN. Viejos periódicos. Por Julio Fernández-Sanguino
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales
10/02/21. Opinión. Julio Fernández-Sanguino, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, escribe una nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com en la que compara la mortalidad de la actual pandemia con la de otros sucesos similares: “En un reciente artículo de prensa se exponía que la provincia de Málaga volvía a la mortalidad de la Guerra Civil, ya que el balance de 14.711 fallecidos...
...en el 2020 solo tenía dos registros peores en la serie histórica de los últimos 90 años, en 1937 y 1941 con 16.592 y 15.602 víctimas mortales, respectivamente”.
La trascendencia de los datos relativos de fallecidos en las pandemias
En un reciente artículo de prensa se exponía que la provincia de Málaga volvía a la mortalidad de la Guerra Civil, ya que el balance de 14.711 fallecidos en el 2020 solo tenía dos registros peores en la serie histórica de los últimos 90 años, en 1937 y 1941 con 16.592 y 15.602 víctimas mortales, respectivamente.
Asimismo, se precisaba que los fallecidos en la provincia de Málaga en el 2020 suponen un 15,5% más que el año anterior, en el que se alcanzó la cifra de 12.737 defunciones. El incremento con respecto a 2019 ha sido de casi 2.000 muertes, de las que se han delimitado 781 fallecimientos por la enfermedad del Covid-19, notificando igualmente la Junta de Andalucía otras víctimas mortales indirectas.
Generalmente, las informaciones sobre este asunto suelen ofrecer al lector cifras absolutas sin que se determine la importancia relativa de los datos publicados y su contexto histórico en algunos casos.
La población española se ha duplicado desde los años treinta del siglo pasado, hasta alcanzar la cifra de 47.450.000 de personas en 2020 según datos del padrón. El incremento de población en la provincia de Málaga ha sido superior, ya que en ese periodo casi se ha triplicado hasta llegar a 1.685.920 habitantes (INE).
Al repasar las series históricas de tasa de mortalidad española, porcentaje, se aprecia que era de 2,23 en 1920 y 1,70 en 1930, decreciendo a lo largo del siglo pasado para situarse en el 0,92 en 1998. Siguiendo esa tendencia, los 14.711 fallecidos en el 2020 representan un 0,87% de la población actual de la provincia de Málaga, similar a la tasa bruta de mortalidad del 2019 que fue 0,88 (INE). En cambio, los fallecidos señalados con anterioridad tras la caída de Málaga por las tropas franquistas en febrero de1937 dieron unas tasas de mortalidad en torno al 2,5 anual para ese año y los siguientes teniendo en cuenta la población censada por entonces.
Para poder comparar las cifras absolutas dadas por el periódico, se debería de haber tenido en cuenta que la población de la provincia de Málaga se ha multiplicado casi por tres, por lo que, si se aplica la proporción de fallecidos en 1937 a la población actual, el resultado para el 2020 daría unos fallecimientos en torno a veinticinco mil personas más de las oficialmente registradas. Por otro lado, se debe sopesar que la tasa de mortalidad en los años treinta del siglo pasado era más alta que en la actualidad, con independencia del incremento sufrido por la Guerra Civil.
Por estos motivos, resulta un poco simplista comparar dos cifras sin que se tenga en cuenta su incidencia relativa y sin que se hayan depurado los datos, ya que las cifras oficiales de los fallecidos en la Guerra Civil, aunque sean oficiales, no reflejan el número real de muertos, que fue muy superior. Además de haberse tenido en cuenta estos condicionantes, al no ser un artículo genérico sobre la mortalidad en España, sino referente al covid-19, se deberían comparar los fallecidos directos a consecuencia de la Guerra Civil y los que se han producido por la pandemia actual, dejando al margen la mortalidad habitual en los años tratados.
Profundizando en esta cuestión, autores como Antoni Trilla, Guillem Trilla y Carolyn Daer, precisan que el crecimiento poblacional (ganancia neta de habitantes) fue negativo en España en dos ocasiones durante el siglo XX: en 1918 (con 83.121 personas por la epidemia de gripe) y en 1939 (con 50.266 personas con motivo de la Guerra Civil). La gripe 1918-1920, responsable de más de 200.000 muertes (1% de la población española), generó un exceso de mortalidad asociado con aquella pandemia del 1,5%.
Por lo expuesto, parece más razonable efectuar la comparación de los datos del actual coronavirus con los de la gripe de 1918. En un anterior artículo sobre “El rebrote de la gripe en Málaga en el otoño de 1918 y su posible similitud con el actual Covid-19” se señalaba que el historiador de Mateo Avilés había precisado que ningún núcleo de población malagueño se libró de los efectos de la epidemia, con un alto número de infectados que generó casi 1.500 defunciones en la capital hasta diciembre cuando la gripe comenzó a remitir.
Málaga capital contaba con unas ciento cincuenta mil personas cuando tuvo lugar la gripe de 1918, alcanzando en la actualidad casi seiscientos mil habitantes. Si se acepta como hipótesis más probable que los fallecidos por la gripe de 1918 supusieron el 1% de la población, este porcentaje trasladado al actual covid-19 daría un resultado de unas seis mil personas fallecidas para la capital y casi diecisiete mil para toda la provincia.
Estas cifras son altísimas y están muy lejos de los datos recientes, que señalan para Málaga unos setenta mil casos de covid-19 y algo más de mil fallecidos, que suponen un 1,43% de los casos registrados; pero si se tiene en cuenta la población total de la ciudad, se aprecia que los infectados suponen un 11,60% y los fallecidos un 0,17%.
Por otro lado, se observan referencias a que la gripe de 1918 causó un exceso de 200.000 fallecimientos por los 48.000 de la primera ola del coronavirus. Estas informaciones se deben matizar igualmente, ya que España tenía una población de unos veintiún millones de habitantes en 1918 y la mortalidad de la gripe afectó al 1% de la población. Ese dato en relación con la población actual del país daría casi medio millón de muertos, cuando las cifras reconocidas por fallecimientos del coronavirus suponen tan solo un 0,1%.
Para sopesar los datos expuestos, hay que tener en cuenta otros muchos factores que requieren de una exposición más amplia, como pueden ser el sistema sanitario o el envejecimiento de la población. Solo exponer que la movilidad, cuestión a la que se le ha dado una máxima importancia en la actualidad, también tuvo un papel destacado en la transmisión de la gripe de 1918 y, como señalan Josep Bernabeu-Mestre y Xavier Bernabeu Sendra, junto a ese factor había que destacar especialmente las deplorables condiciones higiénico-sanitarias en las que vivía una gran parte de la población hace un siglo.
Por último, cabe significar que, tras un año de pandemia, los datos negativos del coronavirus siguen subiendo alarmantemente, aunque quedan muy lejos de los porcentajes de mortalidad de la gripe de 1918.
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