“Los sucesos de la desbandada y de Guernica se pusieron como ejemplo de la barbarie fascista y lo que estaba sucediendo en España alarmó a muchos”

OPINIÓN. Viejos periódicos. Por Julio Fernández-Sanguino
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales

11/03/25. Opinión. Julio Fernández-Sanguino, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, escribe una nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre Lorca, Torrijos y la ‘Desbandá’: “Los sucesos relacionados con la caída de Málaga y la desbandada de la población civil fueron recogidos ampliamente por la prensa republicana y el Diario de Albacete incluyó igualmente el poema mencionado...

...en reconocimiento a los hechos ocurridos unos meses antes. Ahora bien, la composición pone de manifiesto lo que sucede en los golpes de Estado contra los regímenes constitucionales con la ayuda de tropas extranjeras”.

El “Romance de la muerte de Torrijos” de Federico García Lorca premonitorio de los fusilados en Málaga en la última Guerra Civil

El Diario de Albacete el 1-5-1937 dedicó una página como homenaje a la juventud escolar antifascista con motivo de la Fiesta del Primero de Mayo, destacando entre los textos publicados el poema de Alberti “Los campesinos” y el “Romance de la muerte de Torrijos” de Federico García Lorca.


Los sucesos relacionados con la caída de Málaga y la desbandada de la población civil fueron recogidos ampliamente por la prensa republicana y el Diario de Albacete incluyó igualmente el poema mencionado en reconocimiento a los hechos ocurridos unos meses antes. Ahora bien, la composición pone de manifiesto lo que sucede en los golpes de Estado contra los regímenes constitucionales con la ayuda de tropas extranjeras. En el de 1936 con fuerzas fascistas italianas y nazis alemanas y en el de Fernando VII en 1823 con la invasión de las tropas francesas de Luis Antonio de Borbón, duque de Angulema.


En ambos casos hay resaltar, sobre todo, el aspecto humano, ya que la población civil fue la que sufrió las dolorosas consecuencias de los regímenes absolutistas o dictatoriales. En relación con Málaga en la última contienda, vemos que se vio empujada a la huida ante el avance de las fuerzas sublevadas. Al éxodo, conocido como la desbandá, de los que salieron hay que añadir la brutal represión hacia los que se quedaron llevada a cabo por los franquistas tras su entrada en la ciudad.

Es significativo que la fosa común del Cementerio de San Rafael de Málaga es la más grande de España con víctimas de la represión franquista. En 2014 se inauguró un mausoleo en forma de pirámide para acoger los restos de las víctimas con los nombres de 4.471 personas cuyo fallecimiento está documentado en ese cementerio, muchas asesinadas durante la violencia brutal que siguió a la toma de la ciudad por las tropas rebeldes en febrero y marzo de 1937, y que ha quedado como un recuerdo de las atrocidades que allí tuvieron lugar.

Esta cifra conocida hay que tomarla como ejemplo de lo sucedido, ya que hubo otras muchas víctimas que nunca se sabrán. Pero, sobre todo, hay que meditar acerca de lo que podría haber ocurrido si no se hubiese producido la desbandá con la salida de miles y miles de personas, da igual que sean doscientas o trescientas mil, muchas de ellas con una significación política, sindical o intelectual más representativa que la de los que se habían quedado.

Por otro lado, entre los asesinados al inicio del golpe de Estado destaca por su notoriedad el de Federico García Lorca, cuyo destino sirve de ejemplo a lo sucedido a miles de españoles. Su muerte fue llorada por sus compañeros, entre ellos Emilio Prados en un poema dedicado al poeta asesinado en Granada en el que exponía su llegada a Madrid desde su Málaga roja.

El texto sobre Torrijos que escribió García Lorca bien pudiera haber sido su epitafio y es extensivo a todos aquellos que fueron fusilados posteriormente en Málaga:

Torrijos, el general
noble, de la frente limpia,
donde se estaban mirando
las gentes de Andalucía.
Caballero entre los duques,
corazón de plata fina,
ha sido muerto en las playas
de Málaga la bravía.
Le atrajeron con engaños
que él creyó, por su desdicha,
y se acercó, satisfecho
con sus buques, a la orilla,

¡Malhaya el corazón noble
que de los malos se fía!,
que al poner el pie en la arena
lo prendieron los realistas.
El vizconde de La Barthe,
que mandaba las milicias,
debió cortarse la mano
antes de tal villanía,
como es quitar a Torrijos
bella espada que ceñía,
con el puño de cristal,
adornado con dos cintas.
Muy de noche lo mataron
con toda su compañía.

Caballero entre los duques,
corazón de plata fina.
Grandes nubes se levantan
sobre la tierra de Mijas.
El viento mueve la mar
y los barcos se retiran,
con los remos presurosos
y las velas extendidas.
Entre el ruido de las olas
sonó la fusilería,
y muerto quedó en la arena,
sangrando por tres heridas,
el valiente caballero,
con toda su compañía.
La muerte, con ser la muerte,
no deshojó su sonrisa.

Sobre los barcos lloraba
toda la marinería,
y las más bellas mujeres,
enlutadas y afligidas,
lo iban llorando también
por el limonar arriba.

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