La feroz epidemia se cobró la vida de más de 200.000 españoles y millones de personas en todo el mundo

OPINIÓN. 
Málaga y sus historias. Por Ramón Triviño
Periodista

28/10/20. 
Opinión. El periodista Ramón Triviño continúa su colaboración con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com en la que recopila curiosidades de la historia de Málaga con un texto sobre la gripe española de 1918 en Málaga: “En Málaga, aunque las cifras difieren según los estudios realizados al tener escaso valor documental los registros de la época, hubo que lamentar 1.500 muertes, aunque en realidad pudieron ser...

...muchas más, ya que se puede multiplicar hasta por diez el número de población afectada. La falta de una estadística apropiada dificultó realizar un cálculo exacto”.

La gripe española de 1918 en Málaga

Entre junio y julio de 1918 comenzó una extraña e inusual epidemia de gripe que ya en los primeros días de agosto se había convertido en un verdadero problema de salud que alertó a toda la población malagueña. La denominada 'gripe española' tuvo sus primeros indicios al final de la primavera y se prorrogó hasta el otoño. La feroz epidemia se cobró la vida de más de 200.000 españoles y millones de personas en todo el mundo.


En Málaga, aunque las cifras difieren según los estudios realizados al tener escaso valor documental los registros de la época, hubo que lamentar 1.500 muertes, aunque en realidad pudieron ser muchas más, ya que se puede multiplicar hasta por diez el número de población afectada. La falta de una estadística apropiada dificultó realizar un cálculo exacto.

Si en el brote inicial las autoridades sanitarias reaccionaron con cierta prontitud, en el segundo, el que se inició en otoño del mismo año y que se prolongó hasta la primavera posterior, las consecuencias fueron mucho más relevantes y devastadoras, posiblemente porque tras la remisión del primer foco, los responsables se confiaron en una normalidad que no existió.

La llamada gripe española (1918-19) fue la peor pandemia que se recordaba, incluso resultó más virulenta que la peste negra de 1349. El brote, que al parecer surgió en Kansas (Estados Unidos), se extendió rápidamente por todo el mundo con un balance de al menos 50 millones de muertos. Como ya se ha dicho, a España llegó en la primavera de 1918, con un reguero de víctimas mortales, llegando a ocho millones de infectados.

El término 'gripe española' se acuñó no porque la enfermedad surgiese en España, sino porque fue la nación que publicó más informaciones en la prensa sobre la epidemia. España, al ser un país neutral durante la Primera Guerra Mundial, no censuró las noticias que sobre la gripe aparecieron.

Las naciones involucradas en la contienda bélica sí lo hicieron para que no cundiese aún más el desánimo entre sus habitantes, ya de por sí alarmados por el elevado número de vidas que se cobró el conflicto. El movimiento continuo de tropas de un lugar a otro favoreció la transmisión del virus gripal.

Antiguo hospital de Santo Tomás

La atención de los enfermos se centralizó en Málaga en el Hospital Civil, aunque también se hizo uso de otras instalaciones como el hospital de Santo Tomás enclavado en calle Císter. Los médicos se esforzaron por frenar el contagio, pero no pudieron evitar que la epidemia acabase con la vida de muchos malagueños. Las autoridades tardaron en reaccionar ante el segundo brote. Sólo ante el aumento de infectados se habilitó un presupuesto para hacer frente a la gripe, se imprimió un folleto con información para prevenir los contagios, se creó una policía sanitaria y hubo un catastro de afectados.

La profesora Silvia García Barrios, estudiosa de la historia del Hospital Civil y de la figura de José Gálvez Ginachero, describe la situación sanitaria en la Málaga de la época, resaltando que apenas había hospitales en la capital y en la provincia, que fue la principal causa de la elevada tasa de mortalidad existente, mayor a la media nacional.

El escaso abastecimiento de agua, deficiente alcantarillado, calles estrechas, inexistencia de arbolado, el hacinamiento de la población, la basura acumulada en la calles y las crisis económicas, hicieron que aumentara la mendicidad y la indigencia.

El continuo trasvase de población del campo a la ciudad agravó el gran problema existente de vivienda, por lo que la pandemia de gripe de los años 1918 y 1919, produce grandes estragos entre la población malagueña.

El director del Hospital Civil durante la época de la 'gripe española' fue Alfonso Hurtado Janer, quien se encontró con la epidemia un año después de haber sido designado para el cargo. Fernando Ruiz de la Herranz lo sucedería en el puesto, pero dimitió a los 15 días, y fue entonces, en febrero de 1923 cuando se nombró director a Gálvez Ginachero.

Añadir, que según el académico de San Telmo Elías de Mateo, la ‘gripe española’ entró en Málaga por medio de la tripulación de dos buques de guerra.

Como datos curiosos señalar algunos consejos de la época para luchar contra la enfermedad que eran delirantes, como la recomendación de fumar, porque se creía que el humo podía matar la gripe, aspirina en dosis contraproducentes, elixires o aguas medicinales. Algunas marcas en 1918 usaban una estrategia publicitaria encaminada a obtener beneficios económicos. "Lo mejor para combatir la gripe: coñac Henri Garnier", "contra la gripe y el cólera... colchones grandes hechos de lana limpia".

También en la pandemia de 1918 se cerraron escuelas, cines y teatros. Comenzó a remitir en el verano del 19 debido a las políticas sanitarias y a la mutación genética natural del virus.

En los cientos de autopsias realizadas en el año 1918 los hallazgos patológicos primarios se limitaban al árbol respiratorio por lo que los resultados se centraban en la insuficiencia respiratoria, sin evidenciar la circulación de un virus.

Al no haber protocolos sanitarios que seguir,  los pacientes se agolpaban en espacios reducidos y sin ventilación y los cuerpos en las morgues y los cementerios. Por aquel entonces se haría popular la máscara de tela y gasa con las que la población se sentía más tranquila, aunque fueran del todo inútiles. En el verano de 1920 el virus desapareció tal y como había llegado.

Pie de foto: Antiguo hospital de Santo Tomás.

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