“El 19 de diciembre de 1982 la filósofa María Zambrano es nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Málaga, un año después de haber obtenido el premio Príncipe de Asturias”
OPINIÓN. Málaga y sus historias. Por Ramón Triviño
Periodista
20/10/21. Opinión. El periodista Ramón Triviño, en su colaboración habitual con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, en la que recopila curiosidades de la historia de Málaga, escribe un texto sobre María Zambrano: “Tomó posesión el 24 de marzo de 1987, en su domicilio madrileño, del título que le había concedido la universidad malagueña cinco años antes. Fue un acto...
...breve y emotivo. La autora de Filosofía y poesía y Claros del bosque, ataviada con un ligero vestido negro y un chal blanco, prometió fidelidad a la Universidad y dio las gracias a los asistentes. En tres ocasiones anteriores, la ceremonia de imposición había sido pospuesta debido al precario estado de salud de la escritora, nacida en Vélez-Málaga”.
María Zambrano, doctora ‘honoris causa’
El 19 de diciembre de 1982 la filósofa María Zambrano es nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Málaga, un año después de haber obtenido el premio Príncipe de Asturias.
María Zambrano tomó posesión el 24 de marzo de 1987, en su domicilio madrileño, del título que le había concedido la universidad malagueña cinco años antes. Fue un acto breve y emotivo. La autora de Filosofía y poesía y Claros del bosque, ataviada con un ligero vestido negro y un chal blanco, prometió fidelidad a la Universidad y dio las gracias a los asistentes. En tres ocasiones anteriores, la ceremonia de imposición había sido pospuesta debido al precario estado de salud de la escritora, nacida en Vélez-Málaga y que contaba entonces con 82 años.
Tras las palabras de Juan Fernando Ortega, profesor titular de Filosofía de la universidad malagueña, la escritora María Zambrano se ciñó a sí misma el birrete azul celeste sobre su cabellera blanca y ondulada de leves tonos rojizos. Posó por un momento para los fotógrafos y las cámaras de televisión.
María Zambrano
Había escuchado sentada el parlamento del profesor malagueño, mientras las autoridades académicas permanecían en pie. Un ligero gesto del rector, José María Martín Delgado, impidió que se levantara para la imposición del birrete, y ella misma se lo ciñó, ladeándolo ligeramente. Más tarde, el rector malagueño repitió la ceremonia y pronunció unas palabras de agradecimiento y afecto.
Se trató del segundo gran homenaje a "una de los pensadoras más profundos y originales que ha dado España durante el siglo XX", como afirmó Juan Fernando Ortega. El anterior reconocimiento fue la concesión del Premio Príncipe de Asturias en 1981, cuando aún estaba en el exilio.
María Zambrano salió de España en 1939; residió en Francia, Estados Unidos, México, Cuba, Puerto Rico y Suiza hasta su regreso, el 20 de noviembre de 1984. Fueron, por tanto, 45 años de ausencia, durante los que no dejó de escribir sobre su país: Los intelectuales en el drama de España (1937), La España de Galdós (1960), España, sueño y verdad (1965).
A su regreso declaró: "¿Volver a España? Yo nunca me he ido". Considerada por el filósofo rumano Emil Cioran como la más original creadora de los discípulos de Ortega, su pensamiento y su palabra precisa y luminosa no dejaron nunca de producir obras en las que relaciona disciplinas y profundizó en la filosofía, la estética, la religión y la poesía. Ya en 1955, Zambrano comenzaba su ensayo El hombre y lo divino con la siguiente frase: "Una cultura depende de la calidad de sus dioses".
María Zambrano miraba el día de su merecido homenaje asustada al repleto salón de su casa. Una cincuentena de personas, entre amigos -muchos poetas- y periodistas, asistieron a la casual autoimposición como autoridad académica.
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