La medida de perseguir la mendicidad se enmarcó en la política de represión puesta en marcha tras la toma de Málaga por las tropas sublevadas del general Franco, en febrero de 1937, contra la población que no era afín al Movimiento Nacional

“Los mendigos se unen así a los miles de prisioneros hacinados en condiciones infrahumanas en los campos de concentración de La Aurora, Plaza de Toros, Fábrica de Tabacos, Alhaurín el Grande o Torremolinos, donde dormían en el suelo al raso y sin apenas recibir alimentación”

OPINIÓN. 
Málaga y sus historias
Por Ramón Triviño.
Periodista

18/05/22. 
Opinión. El periodista Ramón Triviño, en su colaboración habitual con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, en la que recopila curiosidades de la historia de Málaga, escribe sobre la inauguración, por parte del alcalde de Málaga Enrique Gómez Rodríguez, de un “campo de concentración de mendigos el día 6 de julio de 1938. Con este motivo se cursó orden a los agentes de la Guardia Municipal...

...para que procedieran a la recogida de cuantos pedigüeños fuesen encontrados en las calles de la ciudad practicando la mendicidad. Una labor que es encomendada al servicio del Auxilio Social”.

Campos de concentración de mendigos

El alcalde de Málaga Enrique Gómez Rodríguez inaugura un campo de concentración de mendigos el día 6 de julio de 1938. Con este motivo se cursó orden a los agentes de la Guardia Municipal para que procedieran a la recogida de cuantos pedigüeños fuesen encontrados en las calles de la ciudad practicando la mendicidad. Una labor que es encomendada al servicio del Auxilio Social.


Asimismo, se publica un recordatorio de la prohibición de dar limosna, apelando a la ciudadanía para que denunciase ante la Guardia Municipal la presencia de todo pedigüeño que se dirija a los transeúntes con peticiones de esa índole.

Los mendigos se unen así a los miles de prisioneros hacinados en condiciones infrahumanas en los campos de concentración de La Aurora, Plaza de Toros, Fábrica de Tabacos, Alhaurín el Grande o Torremolinos, donde dormían en el suelo al raso y sin apenas recibir alimentación.

La medida de perseguir la mendicidad se enmarcó en la política de represión puesta en marcha tras la toma de Málaga por las tropas sublevadas del general Franco, en febrero de 1937, contra la población que no era afín al Movimiento Nacional.


La presencia de pedigüeños por la vía pública era consecuencia del hambre, la penuria y la miseria que fueron la tónica dominante para las clases más desfavorecidas de la ciudad durante el periodo del conflicto bélico y de la posguerra. La falta de comida y de trabajo convirtió a muchas personas en mendigos forzosos, al no quedarles otra salida para poder sobrevivir.

Los bombardeos que había sufrido Málaga derribaron numerosos edificios y dejaron sin casa a ciudadanos que se vieron abocados a resguardarse allí donde podían y les dejaban. Hay numerosos trabajos de investigación que documentan esta forma de represión del franquismo. En uno de ellos, refiriéndose a la actuación de la beneficencia municipal en relación con el establecimiento de un campo de concentración para la recogida de vagabundos y mendigos se señala que "con el fin de ir saneando ciertas capas sociales de la población, que la empobrecen y desprestigian a nuestros propios ojos y a los del contingente de turistas...  la Gestora pretende evitar cualquier escena violenta o de mal gusto...".

Pie de foto: Campo de concentración de La Aurora.

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