“Se esclareció que la mujer del asesinado, Victoria Díaz, que estaba embarazada, tenía relaciones con el abogado que fue quien decidió encargar el asesinato de José Rando”

OPINIÓN. 
Málaga y sus historias. Por Ramón Triviño
Periodista

07/03/23. 
Opinión. El periodista Ramón Triviño, en su colaboración habitual con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, en la que recopila curiosidades de la historia de Málaga, escribe sobre el asesinato de José Rando y Soulé: “El presunto asesino fue apresado por el sereno y un vecino en la callejuela sin salida de Solimán, llevándolo a casa del comandante general. Allí el supuesto asesino declaró que...

...la muerte se la encargó el abogado Juan Morales Ayala, de 29 años, que fue apresado de inmediato”.

El asesinato por encargo de José Rando y Soulé

El día 30 de octubre de 1838 a las once y media de la noche era asesinado en la calle Fresca de Málaga, a puñaladas, el conocido empresario José Rando y Soulé, que iba acompañado del sereno Manuel de Jesús, cayendo muerto en el acto.

El presunto asesino fue apresado por el sereno y un vecino en la callejuela sin salida de Solimán, llevándolo a casa del comandante general. Allí el supuesto asesino declaró que la muerte se la encargó el abogado Juan Morales Ayala, de 29 años, que fue apresado de inmediato. Según la prensa de la época al asesino se le “pusieron dos manoplas de madera para que no pudiera quitarse la sangre que tenía en las manos”.

El asesinato del empresario causó un gran revuelo en Málaga por las circunstancias de lo sucedido, que lograron ser esclarecidas en la investigación policial de la causa. La citada investigación estableció que en un rincón de la calle Fresca se escondía el jornalero en paro, de 40 años, José de la Rosa, natural de Priego de Córdoba, contratado para matar al abogado.

Calle Fresca en la actualidad

En el momento que pasó José Rando y Soulé, personaje importante de la época, acompañado por el sereno, presuntamente José de la Rosa le clavó un puñal en el corazón. Según el sumario, De la Rosa huyó tras el suceso, dejando en el lugar de los hechos su capa, sombrero y faja, y en las inmediaciones una navaja guadiseña.

En el transcurso de la vista oral del Consejo de Guerra se realizó un careo entre el acusado y el abogado, además de aportarse el informe de la autopsia y ordenarse una nueva declaración testimonial del sereno que reconoció haber escuchado pasos de una segunda persona en el lugar de los hechos. Al final del proceso y tras la declaración de numerosos testigos, en el que fue determinante el testimonio de una criada, se descubrió que José de la Rosa no se atrevió a dar la puñalada y que lo hizo el propio abogado.

Además, se esclareció que la mujer del asesinado, Victoria Díaz, que estaba embarazada, tenía relaciones con el abogado que fue quien decidió encargar el asesinato de José Rando. Los dos encausados fueron condenados por el Consejo Permanente de Guerra de Málaga a morir por fusilamiento.

El proceso judicial contra el abogado Juan Morales y José de la Rosa está recogido en el volumen número tres de la las Causas más Célebres, editado en Barcelona en el año 1842.

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