“Fue un bereber de la dinastía hammudí y el sexto rey de la Taifa de Málaga en ocupar el califato. En realidad ocupó el trono en dos ocasiones que tuvieron lugar en una de las épocas más confusas de la historia de Al-Andalus”
OPINIÓN. Málaga y sus historias. Por Ramón Triviño
Periodista
20/09/23. Opinión. El periodista Ramón Triviño, en su colaboración habitual con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, en la que recopila curiosidades de la historia de Málaga, escribe sobre Idrís II ben Alí: “Su hermano al-Hasan fue nombrado rey, en 1040, mientras Idrís permaneció en Ceuta bajo la tutela del eslavo Nachá. Viajó a Málaga y allí fue encarcelado por orden de su hermano, que no se fiaba de él, aunque...
...lo nombró heredero. Al-Hasan murió envenenado a finales de 1042, pero Idrís fue retenido en prisión por Nachá que en connivencia con Ibn Baqanna, un beréber que había desempeñado cargos de gobierno durante los anteriores seis reinados, pretendía adueñarse del poder y terminar con la dinastía hammudí”.
La historia de Idrís II ben Alí, rey de Málaga
Idrís II ben Alí nacido en lugar desconocido en el año 1030 y fallecido en Málaga el 3 de abril de 1055, fue un bereber de la dinastía hammudí y el sexto rey de la Taifa de Málaga en ocupar el califato. En realidad ocupó el trono en dos ocasiones que tuvieron lugar en una de las épocas más confusas de la historia de Al-Andalus, en la que llegó a darse la existencia de cuatro presuntos califas y en la que la legitimidad venía dada por las alianzas y por el reconocimiento por parte de unos y otros reyes de taifas.
Hijo de Alí ben Hamud al-Násir, califa de Córdoba y de Fátima, hija del también califa al-Qásim al-Mamún, Idrís era hermano de Hasan al-Mustánsir que con anterioridad había ocupado también el trono de la taifa malagueña. Hasta que su hermano al-Hasan fue nombrado rey, en 1040, mientras Idrís permaneció en Ceuta bajo la tutela del eslavo Nachá. Viajó a Málaga y allí fue encarcelado por orden de su hermano, que no se fiaba de él, aunque lo nombró heredero. Al-Hasan murió envenenado a finales de 1042, pero Idrís fue retenido en prisión por Nachá que en connivencia con Ibn Baqanna, un beréber que había desempeñado cargos de gobierno durante los anteriores seis reinados, pretendía adueñarse del poder y terminar con la dinastía hammudí. Fracasada la intentona y tras liberar a Idrís, lo proclamaron califa el 21 de enero de 1043 con el reconocimiento de los jefes bereberes de la ciudad y de los reyes taifas de Granada y Carmona.
En febrero de 1046 se produjo una rebelión contra Idrís que comenzó en la fortaleza de Ayrus, donde se encontraban presos dos de sus primos, Muhámmad y al-Hasan, quienes apoyaron la proclamación como nuevo califa de Muhámmad. Idrís se encontraba de cacería sin tener conocimiento de lo que estaba sucediendo, pero en cuanto atravesó los muros de la ciudad sus habitantes le cerraron las puertas y aclamaron a Muhámmad como califa.
La Alcazaba de Málaga
Idris se refugió en la inexpugnable fortaleza de Bobastro (junto a Ardales), donde acudieron también sus sirvientes y familiares. Desde allí solicitó la ayuda de Badis ibn Habbus de Granada para recuperar el trono malagueño, pero el fracaso de las fuerzas coaligadas y su imposibilidad de tomar la ciudad le hicieron desistir de su propósito y marchó con sus familiares a Ceuta, donde se acogió a la protección de Sawayyat, que gobernaba la plaza en su nombre. Tanto en Bobastro como en Ceuta Idris trató de mantener sus derechos y continuó titulándose califa.
Durante los seis años siguientes la situación en Al-Andalus fue caótica por la presencia de cuatro hombres que llevaban el título califal, en Málaga, Sevilla, Algeciras y Ceuta. Tras la muerte de Muhammad en Málaga le sucedió su hijo Idris, que se volvió loco y terminó siendo asesinado en Ceuta por orden de Sawayyat. Entretanto Idrís II se había establecido en Ronda, acogido por su rey, Hilal, que era feudatario suyo y allí permaneció hasta que conoció la noticia de la muerte de Idris, el sucesor de Muhammad. Entonces viajó a Málaga donde fue favorablemente acogido y donde reinó por segunda vez durante dos años hasta su muerte, ocurrida por causas naturales tras haber nombrado heredero a su hijo Muhammad.
Los arabistas retratan a Idrís II ben Alí como un hombre bondadoso y caritativo. Aunque por otro lado, otros investigadores resaltan su gran debilidad de carácter como responsable de la cesión de varias fortalezas, e incluso, la entrega de su hombre de confianza, el visir Mūsā b. Affān, al emir BādĪs b. Ḥabbūs de Granada quien lo reclamaba para darle muerte. Idris II destacó por sus conocimientos y dotes poéticas, así como por su labor de mecenazgo para literatos y poetas.
Fuente bibliográfica: Idris (II). Almudena Ariza Armada. Real Academia de la Historia y Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Idris II ibn Yahya ibn Alí. En Biografías y Vidas.
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