“Según la crítica, Lengo empleó una pincelada exacta y unas composiciones realizadas con un dibujo exacto y ajustado a la realidad”
OPINIÓN. Málaga y sus historias. Por Ramón Triviño
Periodista08/11/23. Opinión. El periodista Ramón Triviño, en su colaboración habitual con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, en la que recopila curiosidades de la historia de Málaga, escribe sobre el pintor malagueño Horacio Lengo: “Durante la primera mitad de la década de 1880 fue un pintor reconocido, prolífico y en el que sus cuadros eran comprados a peso de oro. En una crítica de 1892 en La Ilustración...
...Católica, se afirmaba que “ni mereció la reputación con que pudo ufanarse algunos años, ni el posterior e implacable olvido””.
El suicidio de Horacio Lengo
Horacio Lengo Martínez fue un pintor de la escuela malagueña, tío de los también artistas Francisco y Tomás Sancha Lengo. Nacido en Torremolinos en 1838, estudió en Cádiz, donde se casó, y entró en contacto con el mundo artístico a través de Serafín Martínez del Rincón. Tras viajar a París, donde fue discípulo de León Bonnaty, participó en las exposiciones de 1875 y 1876 de la capital francesa y presentó sus obras en diversas exposiciones nacionales en la década de 1880.
En 1872 se instala en Málaga, donde es nombrado secretario del Liceo y participó en su exposición con varios bodegones y los cuadros Un duelo, Muerte en los callejones de Málaga y ¡Venga ratas!. Manifiesta por entonces sus diferencias en la prensa con el pintor Bernardo Ferrándiz al que llega a caricaturizar en tono burlesco.
Durante la primera mitad de la década de 1880 fue un pintor reconocido, prolífico y en el que sus cuadros eran comprados a peso de oro. En una crítica de 1892 en La Ilustración Católica, se afirmaba que “ni mereció la reputación con que pudo ufanarse algunos años, ni el posterior e implacable olvido”.
Caricatura de Horacio Lengo realizada por Ramón Cilla
Se suicidó ahorcándose en su taller de Madrid el 3 de julio de 1890, desesperado porque estaba perdiendo la vista, y fue enterrado en el cementerio de San Justo de la capital española. A Horacio Lengo se le ha llegado a calificar como «el pintor de las tórtolas» o como «el pintor de los pájaros y las flores».
Su pintura se decantó desde los inicios hacia un estilo eminentemente decorativo, con composiciones florales, bodegones, alegorías donde las flores, los palomos y los azulejos de tipo islámico, están interpretados con excepcional realismo, deudoras del estilo que había introducido en Málaga el sevillano Bracho Murillo. También cultivó desde retratos de jóvenes damas, hasta naturalezas muertas. Según la crítica, Lengo empleó una pincelada exacta y unas composiciones realizadas con un dibujo exacto y ajustado a la realidad.
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