“El 15 de julio de 1978 abrió sus puertas en Málaga el primer sex-shop de toda Andalucía, con el nombre de Intim Shop, que permaneció en funcionamiento, en la Plaza de Bailén, en el corazón del barrio de La Trinidad, hasta el año 2010”
OPINIÓN. Málaga y sus historias. Por Ramón Triviño
Periodista21/02/24. Opinión. El periodista Ramón Triviño, en su colaboración habitual con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, en la que recopila curiosidades de la historia de Málaga, escribe sobre el primer sex-shop de Andalucía: “Aunque los comienzos fueron difíciles, por ejemplo, tardó algún tiempo en conseguir la licencia porque el local incorporaba cabinas de proyección, algo que no se sabía muy bien para qué servía...
...y no se entendía que se utilizase sin chicas o chicos de por medio, pero pronto consiguió prosperar y hacer del negocio algo rentable”.
El primer sex-shop de Andalucía
El 15 de julio de 1978 abrió sus puertas en Málaga el primer sex-shop de toda Andalucía, con el nombre de Intim Shop, que permaneció en funcionamiento, en la Plaza de Bailén, en el corazón del barrio de La Trinidad, hasta el año 2010, poniendo a la venta artículos eróticos, de relax, películas pornográficas y dotado además con cabinas para adultos.
Su promotora, una joven de origen suizo, era consciente de que su negocio no funcionaría si decidía montarlo en una ciudad con menos de 400.000 habitantes; Málaga en los años 80 era una de las más grandes del país y con un espíritu bastante abierto.
Plaza de Bailén
Aunque los comienzos fueron difíciles, por ejemplo, tardó algún tiempo en conseguir la licencia porque el local incorporaba cabinas de proyección, algo que no se sabía muy bien para qué servía y no se entendía que se utilizase sin chicas o chicos de por medio, pero pronto consiguió prosperar y hacer del negocio algo rentable.
Tras más de 30 años abierto, su dueña pensó que había llegado el momento de tomarse un merecido descanso. Asegurando que ni la crisis económica de la época ni la llegada de internet habían supuesto merma en el negocio, pero que cerraba porque deseaba dedicarse a disfrutar de la vida y a recorrer mundo.
Con el cierre del primer sex-shop de Andalucía se acababan también las experiencias de infinidad de clientes que pasaron por este sugerente lugar, que algunos todavía abandonaban con la peli escondida entre el pantalón y la chaqueta.
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