“Al amigo se le quiere incondicionalmente y si esa amistad se rompe es que no fue bien nacida, o simplemente porque solo existió en apariencia”
OPINIÓN. Piscos y pegoletes. Por Enrique Torres Bernier
Profesor del Departamento de Economía Aplicada de la UMA25/05/23. Opinión. El Doctor en Ciencias Económicas y especialista en turismo y ordenación del territorio, Enrique Torres, escribe en su colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la amistad: “Borges decía que una amistad no tiene que ser cotidiana ya que siempre se tiene presente, no impone ningún deber obligado, se entrega mutuamente y lo único que se desea...
...es que nunca falte, aunque esté lejos, porque se siente cerca, aquí en el pecho, cerca del corazón”.
De la amistad y los afectos
Solo deseaba decirle que lo quiero a usted con todos sus defectos. Quiero o venero a pocas personas. Por todos los demás me avergüenzo de mi indiferencia. Pero a las personas a las quiero, nada, ni yo mismo, ni siquiera ellas, hará que deje jamás de quererlas. Son cosas que he tratado de aprender. Ahora lo se.
Albert Camus
No cabe duda de que el amor tienen muchas versiones y que una de la más hermosas es la de la amistad. Al amigo se le quiere incondicionalmente y si esa amistad se rompe es que no fue bien nacida, o simplemente porque solo existió en apariencia.
Dice el refrán andaluz, “el amigo verdadero debe ser como la sangre, que acuda siempre a la herida cuando la ocasión lo llame”.
El amor entre amigos es incondicional y es para siempre, es decir, que dura lo que puede durar una vida. Ahora que se empiezan a marchar los amigos, siento sus ausencias como parte de mí mismo. Y cuando me vaya seguro que será junto a ellos y otros seres queridos.
Ahora recuerdo a uno de mis primeros amigos, los primeros siempre son los más profundos, que salimos un día a pasear por nuestra Córdoba mágica y al volver para casa, me hizo observar que apenas habíamos hablado en todo el día pero que lo habíamos pasado estupendamente. Con solo nuestra propia compañía fue suficiente para llenar de gozo pleno nuestros espíritus.
Borges decía que una amistad no tiene que ser cotidiana ya que siempre se tiene presente, no impone ningún deber obligado, se entrega mutuamente y lo único que se desea es que nunca falte, aunque esté lejos, porque se siente cerca, aquí en el pecho, cerca del corazón.
A veces cuando se van se me derrama ese corazón y me pongo a llorar en sus recuerdos, como hoy, al encontrarme en una papeleta el nombre de uno de los hijos de uno de ellos, que se rompió de tanto trabajar por su tierra, esta bella isla de Gran Canaria que hace años me enseñó palmo a palmo. Yo seguiré siendo tu amigo hasta que me vaya contigo y hablemos de muchas cosas o de ninguna, compañero del alma.
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