“Ahora hemos llegado al desiderátum, ya que han llegado los expertos en todo, es decir, en todo lo que haga falta, o lo que usted me pida”
OPINIÓN. Piscos y pegoletes. Por Enrique Torres Bernier
Profesor del Departamento de Economía Aplicada de la UMA
26/09/24. Opinión. El Doctor en Ciencias Económicas y especialista en turismo y ordenación del territorio, Enrique Torres, escribe en su colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre los expertos: “He conocido a lo largo de mi vida profesional, donde me ha tocado ir de ese papel también, muchos “expertos consultores”, caracterizados por su osadía y por su ignorancia...
Recuerdo ahora un informe de una consultora internacional sobre la potencialidad turística de la provincia de Málaga, donde en las conclusiones se aconsejaba el desarrollo del turismo de esquí en la Sierra de las Nieves”.
Las jaurías de los expertos
“Un experto es alguien que sabe tanto de una cosa que no sabe nada de todo lo demás”
No hay peor epidemia en estos tiempos que la de los expertos. Hay un “cuento” o “chascarrillo” que relata como a un pastor que cuidaba sus ovejas en la montaña se le apareció un día un ejecutivo en un todoterreno con una enorme antena parabólica y dirigiéndose a él le espetó “oiga, buen señor, ¿estas ovejas son suyas?”. Sí, le contestó el pastor. El ejecutivo continuó: “si yo le dijera a usted, cuantas tiene, cuantas negras y cuanta blancas, y cuantas están preñadas, ¿usted me regalaría una oveja?”. El hombre, circunspecto le dijo, más por curiosidad que por otra cosa, “bueno si”. El otro se fue al coche y empezó a manejar los ordenadores y antenas que en él había (todos ellos financiados por los fondos para la digitalización de la UE) y al cabo del rato dijo. Señor, usted tiene 234 ovejas, la mitad blancas y la mitad negras, de las cuales 112 están preñadas, ¿es eso cierto? El pastor dijo si. Seguidamente el ejecutivo procedió a introducir una oveja en su coche. El pastor le dijo, “un momento, usted me devolvería la oveja si yo le dijera que es usted”. El ejecutivo, sorprendido dijo, “bueno”. Usted es “experto consultor”, el otro, asombrado contestó “¿y como lo ha sabido?”. Muy fácil, primero, se ha dirigido usted a mi, no yo a usted, segundo, me ha dicho cosas que yo ya sabía y, tercero, por favor, deje al mastín que eso no es una oveja.
He conocido a lo largo de mi vida profesional, donde me ha tocado ir de ese papel también, muchos “expertos consultores”, caracterizados por su osadía y por su ignorancia. Recuerdo ahora un informe de una consultora internacional sobre la potencialidad turística de la provincia de Málaga, donde en las conclusiones se aconsejaba el desarrollo del turismo de esquí en la Sierra de las Nieves.
El mundo de la economía se ha llenado de expertos consultores a los que han ayudado mucho los posgrados, ya que las universidades se han convertido en “expertas” en vender títulos de “expertos”.
Ahora hemos llegado al desiderátum, ya que han llegado los expertos en todo, es decir, en todo lo que haga falta, o lo que usted me pida.
Puede leer aquí anteriores artículos de Enrique Torres Bernier