“Las energías renovables son inagotables (a escala humana) y tienen múltiples ventajas, pero no están libres de daños a la naturaleza. Requieren materiales que hay que extraer, depurar, ensamblar, transportar y reciclar”
OPINIÓN. ECOselección BlogSOStenible. Por Pepe Galindo
Profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UMA11/02/22. Opinión. El profesor de la UMA, Pepe Galindo, comparte en su espacio de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com textos de su web BlogSOStenible. En esta ocasión habla sobre energía: “Las renovables no siempre son ecológicas. Hay centrales renovables ocupando zonas ecológicamente valiosas, en campos de cultivo, o aerogeneradores en lugares de paso de aves y...
...murciélagos. La energía solar fotovoltaica y la eólica consiguen permisos sin las adecuadas evaluaciones de impactos ambientales (en plural). No interesa hacer las cosas bien”.
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Menos energía para todos: ¿decrecimiento programado o colapso dramático?
Las renovables están teniendo mucho éxito. Las centrales de carbón se están cerrando por todo el planeta. Las nucleares están en crisis (aunque algunos no quieran admitirlo). Son buenas noticias, pero no del todo. La transición energética no se está ejecutando por conciencia ecológica, sino por motivos económicos. Cuando los intereses económicos entran por la puerta, la sensatez y la ética se escapan por la ventana.
Las renovables no siempre son ecológicas. Hay centrales renovables ocupando zonas ecológicamente valiosas, en campos de cultivo, o aerogeneradores en lugares de paso de aves y murciélagos. La energía solar fotovoltaica y la eólica consiguen permisos sin las adecuadas evaluaciones de impactos ambientales (en plural). No interesa hacer las cosas bien.
Las energías renovables son inagotables (a escala humana) y tienen múltiples ventajas, pero no están libres de daños a la naturaleza. Requieren materiales que hay que extraer, depurar, ensamblar, transportar y reciclar. Ninguna de esas actividades está libre de impacto ambiental. Por ejemplo, si miramos solo el material de hierro, por cada MW de energía instalado, la energía eólica requiere 22 toneladas de hierro, y la fotovoltaica 162,5 toneladas. A eso hay que sumar otros materiales indispensables: aluminio, cobre, acero, níquel…
Las renovables también requieren ocupar territorios. La gravedad de esto depende del tipo de territorio. ¿Por qué no se usan los tejados y cubiertas de los edificios? ¿Por qué no se simplifica y se potencia el autoconsumo? (a pesar de todas sus ventajas). Respuesta: no interesa hacer las cosas bien, porque hacerlas mal es más lucrativo para un puñado de élites. Hay mucho interés en que parezca difícil, engorroso, imposible y poco rentable poner paneles solares en tu casa, en tu tejado, en tu balcón o encima de tu edificio. La realidad es que es rentable y posible.
Y lo más importante…
¿Qué se está haciendo para reducir nuestro apetito energético?
Apenas nada, o tal vez, menos que nada. La primera de las tres erres —REDUCIR— se está olvidando. Un fallo imperdonable que la humanidad pagará con consecuencias dramáticas.
Los parques eólicos arrasan la vida de aves y murciélagos (protegidos por la ley en España, pero —como se ve— sin proteger de forma efectiva). Los riesgos se miden en porcentajes que los alcaldes no entienden, ni tienen interés en entender. No hay (ni puede haber) datos fiables de las muertes de aves pequeñas (sus cadáveres desaparecen rápido del lugar del crimen).
Un ejemplo lo tenemos en la Sierra de Guadarrama, entre Ávila y Madrid (proyecto Ágata). Quieren poner un parque eólico que afectará a 15 especies de murciélagos, tres de ellos en peligro de extinción. Ni siquiera esto es un argumento de peso para olvidar el proyecto. Por otra parte, poco se habla del ruido de los aerogeneradores. A la fauna también le molesta el ruido.
La energía eléctrica se lleva en masa a las grandes ciudades y a los grandes núcleos industriales. La riqueza tampoco se queda en la región que la produce y viaja por cuentas bancarias a unos pocos bolsillos. Las líneas eléctricas —necesarias para que todo funcione— no solo se ensañan con las aves. También con la vegetación. A los árboles no se les permite crecer cerca y cualquier línea supone talar cientos —o miles— de árboles (véase una cicatriz en esta cruel foto). Es el caballo eléctrico de Atila.
Propuestas:
- Que se planifique urgentemente una REDUCCIÓN importante en el consumo de energía. Por ejemplo, es urgente tomar medidas como estas:
- Eliminar el coche privado —y por supuesto, el avión— de nuestros hábitos de transporte. Tampoco el coche eléctrico es ecológico.
- Reducir el transporte de mercancías en camiones, a favor del tren.
- Reducir las horas de la iluminación nocturna (y también de la navideña).
- En definitiva, hay muchas medidas urgentes y eficientes, para planificar un decrecimiento necesario.
- Que se obligue a las grandes empresas a producir parte de su energía con fuentes renovables, aprovechando sus instalaciones (tejados…).
- Que se hagan buenas y exigentes evaluaciones de impacto ambiental para todos los proyectos de centrales energéticas.
- Animamos a que la ciudadanía se oponga visiblemente cuando no quiera sacrificar su tierra para el enriquecimiento de lejanos intereses.
- Que se fomente el autoconsumo y las pequeñas comunidades energéticas.
- Con una legislación adecuada podríamos hacer que las comunidades de vecinos quieran instalar paneles solares para el beneficio colectivo.
- Que se reduzca la energía empleada en alimentarnos. Eso se consigue fácilmente consumiendo productos de proximidad y, aún mucho más importante, consumiendo productos vegetales.
Ni haciendo todo eso bien hecho, evitaremos el colapso, que ya es del todo inevitable. Sin embargo, estaremos mejor preparados para afrontarlo. De nosotros depende el futuro y cómo nos preparamos resilientemente a él.
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