“La principal causa de la subida de los precios es que el margen de las empresas energéticas se ha «más que triplicado en tres años». Han aprovechando la palabra de moda, crisis, para colarnos sus alzas”
OPINIÓN. ECOselección BlogSOStenible. Por Pepe Galindo
Profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UMA15/09/23. Opinión. El profesor de la UMA, Pepe Galindo, comparte en su espacio de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com textos de su web BlogSOStenible. En esta ocasión escribe sobre el precio de la energía: “Con las centrales hidroeléctricas consiguen forrarse (600% de beneficio, o más) usando un recurso público, el agua, junto con centrales ya amortizadas que...
...(por contrato) deberían haber vuelto a manos del Estado. Si la gestión y los beneficios fueran públicos, España podría controlar mejor los precios y la gestión del agua. Pero hace falta un gobierno que no se deje manipular por las grandes corporaciones”.
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La energía y sus precios
Los precios de la electricidad han subido mucho. No ha sido por la guerra, ni por la subida de las materias primas, ni por la crisis climática… aún no. Ese tipo de cuestiones asfixiarán la economía mundial dentro de unos años (si se cumplen las predicciones de Nouriel Roubini, entre otros). Ahora sabemos que la principal causa de la subida de los precios es que el margen de las empresas energéticas se ha «más que triplicado en tres años». Han aprovechando la palabra de moda, crisis, para colarnos sus alzas.
Si subiesen los costes de la energía a la par que los precios, las empresas energéticas mantendrían sus beneficios. Sin embargo, a mayor crisis mayores beneficios. Aunque, tal vez, la implicación es la inversa: a mayores beneficios para ellos, mayor es la crisis para el resto. La subida de los precios de la energía (electricidad y carburantes), junto con la subida de las hipotecas, es lo que más asfixia a los ciudadanos de clase media o baja.
En el fondo, esto es un detalle más de la desastrosa gestión eléctrica que hay en España, un país con argumentos y condiciones suficientes para sacar partido de las renovables de forma adecuada (no de cualquier forma ni en cualquier lugar).
El margen de beneficios de algunos productores eléctricos no se consigue con ningún otro negocio. Particularmente, con las centrales hidroeléctricas consiguen forrarse (600% de beneficio, o más) usando un recurso público, el agua, junto con centrales ya amortizadas que (por contrato) deberían haber vuelto a manos del Estado. Si la gestión y los beneficios fueran públicos, España podría controlar mejor los precios y la gestión del agua. Pero hace falta un gobierno que no se deje manipular por las grandes corporaciones.
¿Podemos ahorrar energía continuando con la misma comodidad?
La respuesta es «depende de cuánto quieras ahorrar«. Hay medidas muy sencillas que nos pueden hacer ahorrar mucha energía (dinero/problemas). Entre ellas, podemos destacar:
- Aplicar la conducción eficiente y ajustar los tiempos en los que se use la climatización (sea aire acondicionado o calefacción).
- Pasarnos al transporte público todo lo posible y evitar la aviación.
- Ajustar la potencia eléctrica de nuestro contrato.
- Elije bien tu empresa eléctrica. Las compañías más famosas no son las que ofrecen mejores precios, por mucho que su publicidad sea enormemente atractiva. Si comparas precios verás que puede haber mucha diferencia entre una empresa y otra. Las empresas que venden electricidad renovable suelen tener mejores precios.
- Instalar energía solar térmica (para agua caliente) y fotovoltaica (para electricidad en modo de autoconsumo).
- Reducir el consumo de alimentos de origen animal. Aunque suene raro, esta es una de las formas más simples y efectivas de ahorrar agua y energía.
- Evitar gastos innecesarios: luces navideñas, iluminación en lugares poco transitados, consumo en standby, etc.
- Seguir otros consejos clásicos de la Cadena Verde.
Tengamos también en cuenta que todos nos beneficiamos del ahorro energético en la factura del dinero público (o de eventos públicos). Las arcas públicas tendrán dinero para otras cosas, y al bajar la demanda, permite que bajen los precios. Por eso, detalles como apagar farolas o evitar que los eventos deportivos sean de noche, pueden tener un impacto económico —y educativo— de gran relevancia. Como ya se ha dicho, hay muchas otras medidas interesantes, como exigir que las hidroeléctricas vuelvan a manos del Estado en cuanto caduquen las concesiones.
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