“La tasa de extinción de especies ha pasado a ser 1.000 veces superior a la natural. Los científicos saben que la mayoría de las especies desaparecerán antes de que podamos describirlas”
OPINIÓN. ECOselección BlogSOStenible. Por Pepe Galindo
Profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UMA09/05/25. Opinión. El profesor de la UMA, Pepe Galindo, comparte en su espacio de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com textos de su web BlogSOStenible. En esta ocasión escribe sobre la sexta extinción masiva de especies: “Si la naturaleza ha sobrevivido a esas cinco grandes extinciones, es probable que también supere la sexta. Los que no vamos a...
...salir bien parados somos los humanos y no solo porque podrá ser una de las especies extinguidas, sino porque en el camino vamos a sufrir y generar sufrimiento a millones y millones de seres vivos”.
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Extinguirnos es lo de menos
La vida evoluciona creando nuevas formas. Lo hace a ritmo pausado. También hay especies que es extinguen de forma natural (entre 1 y 5 especies al año). Tras la aparición del humano como especie, y en particular tras la Revolución Industrial, la tasa de extinción de especies ha pasado a ser 1.000 veces superior a la natural. Los científicos saben que la mayoría de las especies desaparecerán antes de que podamos describirlas. Estamos asistiendo en vivo a la sexta extinción masiva de especies.
Esta brutal agresión a la biodiversidad es causada por los humanos, y no solo de forma indirecta por la alteración climática, sino que hay multitud de factores directos muy evidentes: caza, pesca, deforestación, pesticidas y todo tipo contaminación, acidificación de océanos, transporte de especies… Libramos una guerra sin descanso contra los ecosistemas naturales: destrucción de lagunas (como Doñana o el mar Menor), construcción en cualquier sitio (como el Algarrobico y cientos de otras batallas), incendios forestales para ganar terreno agrícola o ganadero, extracciones petrolíferas y sus vertidos, minas para impulsar los coches eléctricos, etc.
Aprendamos algo de las extinciones masivas anteriores
En el pasado hubo cinco periodos de la historia en los que desaparecieron especies de forma masiva (ver foto adjunta).Extinciones masivas conocidas (salvo la actual). Fuente: El libro de la ecología (Editorial Akal, 2019). Haz clic para ampliarla.
Las causas de esas cinco extinciones anteriores son variadas: actividad volcánica, cambios en la atmósfera… o el famoso meteorito que acabó con los dinosaurios al final del Cretácico. Ese impacto habría generado una enorme explosión y un megatsunami. Lo peor vendría más tarde: una inmensa nube de polvo bloqueó la luz solar durante años, provocando la muerte de plantas y algas y, con ello, un colapso de las cadenas tróficas. A ello se sumó una lluvia ácida que acabó con gran parte de la vida marina. Los cocodrilos sobrevivieron porque son de sangre fría (ectotermos) y eso les permite sobrevivir mucho tiempo sin comer. Los animales de sangre caliente (endotermos, como los dinosaurios y los humanos) necesitamos comer mucho para generar nuestro calor interior. En esas condiciones, los hongos proliferaron porque no dependen de la luz solar (no son plantas y no hacen la fotosíntesis).
Esa extinción masiva es la más reciente y ocurrió hace 66 millones de años (entre el Cretácico y el Paleógeno). Se estima que el meteorito aniquiló al 76 % de las especies. Si te parecen muchas especies extinguidas, ten en cuenta que las otras cuatro extinciones anteriores fueron similares o peores.
La mayor de las extinciones es conocida como Gran Mortandad o como la extinción del Pérmico-Triásico. Ocurrió hace 251 millones de años y en ella desaparecieron el 96 % de las especies existentes. No pudieron sobrevivir ni siquiera los trilobites, una especie de artrópodo que surgió hace 538 millones de años, y que sobrevivió a dos de estas grandes extinciones masivas (la del Ordovícico-Silúrico y la del Devónico-Carbonífero).
Entre las causas posibles de la Gran Mortandad estarían otro meteorito y una brutal actividad volcánica en lo que hoy llamamos Siberia. Los volcanes habrían liberdado cantidades enormes de Gases de Efecto Invernadero (GEI), provocando un calentamiento global excesivo. Solo el CO2 liberado pudo contribuir a subir la temperatura del planeta en 5 °C, suficiente para acabar con la vida de millones y millones de seres vivos. A eso hay que sumar las emisiones de metano y otros GEI, así como el incremento de las concentraciones de mercurio.
De las anteriores extinciones masivas hay dos lecciones importantes que aprender. Primero, que un cambio climático no es para tomárselo a broma. El ser humano está provocando lo mismo que los volcanes del Pérmico (contaminación con CO2, metano, mercurio, etc.) además de otros factores ya citados más arriba. Nada bueno para nadie puede salir de ese amasijo.
La segunda conclusión es más optimista: si la naturaleza ha sobrevivido a esas cinco grandes extinciones, es probable que también supere la sexta. Los que no vamos a salir bien parados somos los humanos y no solo porque podrá ser una de las especies extinguidas, sino porque en el camino vamos a sufrir y generar sufrimiento a millones y millones de seres vivos. Es curioso constatar que en nuestra mano está evitar lo peor de esta crisis y, en cambio, preferimos ignorar el problema y seguir votando a los mismos ineptos que no saben nada de gestión de emergencias (esto no va por el Sr. Mazón).
Para terminar, queremos recordar que el científico Barry Brook afirmó que, para finales de siglo, quedarán solo el 5% de los humanos viviendo muy cerca de los polos. Las zonas habitables del planeta podrían ser pocas y entre los supervivientes podría haber expertos en marketing digital, criptomonedas o física cuántica, pero tal vez no haya personas con conocimientos básicos sobre horticultura ecológica, lo único que podrá salvarles la vida.
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