Con licencia de “salón de celebraciones (sin música)” el nivel acústico certificado supera en 12 decibelios el máximo admisible. El Consistorio organiza allí saraos

Con licencia de “salón de celebraciones (sin música)” el nivel acústico certificado supera en 12 decibelios el máximo admisible. El Consistorio organiza allí saraos

DESDE su apertura en 2003, el restaurante Limonar 40 se convirtió en uno de los puntos de referencia de la noche y el ocio malagueño. Es uno de los negocios de hostelería más boyantes de la ciudad no solo porque en sus salones se atienden bodas, comuniones y bautizos sino porque es lugar de encuentro de destacados políticos, deportistas, empresarios, actores y celebridades que se dejan caer por el lujoso Palacio de Liria radicado en la parte noble de la ciudad (barrio de El Limonar), donde la diversión se asegura hasta altas horas de la noche… para desgracia de los vecinos. De hecho, la Academia Gastronómica de Málaga lo ha premiado como mejor restaurante del año 2007.
DESDE octubre de 2003 hasta abril de 2008 se han documentado más de 70 llamadas de

LA querella incluye un informe oficial de una empresa especializada que colabora con las administraciones que certifica que de madrugada “el nivel acústico de evaluación es desfavorable al superar el valor máximo admisible en 12,4 decibelios, según lo establecido en el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía”.
UN miembro de la familia de los demandantes ha estado de baja laboral, según recoge también la querella, que de momento no ha sido incoada. El informe del psicólogo por el que se solicitó esta medida describe un cuadro con altos niveles de ansiedad, inquietud psicomotriz, alteración del estado de ánimo e irritabilidad, relacionados con el estrés laboral y la falta de sueño.
DE igual manera, en el escrito se adjunta la licencia de apertura que el Ayuntamiento de Málaga concedió al local el 14 de julio de 2005 en la que se especifica que la actividad permitida es la de “restaurante y salón de celebraciones (sin música)”. A pesar de que los responsables de la corporación municipal sabían de las molestias que estaban padeciendo los vecinos, eso no fue óbice para que el local fuera elegido para alguno de los saraos nocturnos organizados durante el pasado Festival de Cine de Málaga.
FRANCISCO de la Torre señaló en 2005 en unas

LA jurisprudencia reciente ha dejado varias sentencias en las que ayuntamientos como el de Sevilla han sido obligados a pagar cuantiosas multas por su permisividad ante actividades especialmente ruidosas como el botellón.
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