
El Obispado ya ha respondido por escrito a sus peticiones confirmando que sus nombres “quedan excluidos a efectos estadísticos” de los registros eclesiásticos
10/09/08. Sociedad. Nueva
apostasía colectiva en Málaga. Después de que el alcalde de El Borge
consiguiera el pasado mes de enero junto a otros 15 vecinos que se excluyeran sus
datos de los ficheros de la Iglesia Católica, una veintena de ciudadanos de la
localidad serrana de Arriate han seguido este mismo camino. Tras realizar una
petición por escrito en agosto, el Obispado ya ha confirmado a los solicitantes
que se hace efectivo su “abandono de la Iglesia Católica por acto formal” y que
sus datos “quedan excluidos a efectos estadísticos”, según ha podido comprobar EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. En una suerte de efecto dominó, el número de apostasías se
ha multiplicado en los últimos años.
“LO imaginábamos algo
prácticamente imposible, creíamos que nos perderíamos en la burocracia, el
tener que correr de ventanilla en ventanilla, para al final tener que dejarlo
por aburrimiento. Entonces se hizo público que el alcalde de El Borge había
apostatado junto a otras 15 personas. Y nos pusimos en marcha”, explica
Francisco Moreno, portavoz de la recién creada Asociación por las Libertades Civiles
y el Derecho a la Apostasía de Arriate, formada por personas de ambos sexos, de
entre 20 y 50 años y en la que caben estudiantes de Derecho, pensionistas,
albañiles, historiadores, profesores de instituto y vendedores ambulantes.
EL mismo Moreno explica que
se sorprendieron al comprobar que el proceso de apostatar es bastante simple:
“Basta mandar un impreso que se puede descargar en www.apostasia.es, dirigido a la parroquia donde uno se bautizó acompañado
de una fotocopia del DNI compulsada, el
mismo procedimiento (son distintos formularios, pero todos se encuentran en la
misma página web) dirigirlo al obispado al que se pertenezca. El mismo
procedimiento se realiza con la parroquia donde se hubiese celebrado el
matrimonio y por último, si se hubiese hecho, a la de la confirmación. En un
plazo de un mes están obligados a contestarte, a nosotros ya han llegado
contestaciones y son afirmativas, nos han eliminado de sus archivos”.
DESDE la asociación matizan
que ejercer el derecho a la apostasía “no tiene nada que ver con las creencias
de cada uno, entre nosotros hay creyentes, agnósticos y ateos convencidos. Lo
que nos une a todos es el sentimiento unánime de no querer pertenecer a una institución
que vemos anclada en otra época. No queremos pertenecer a una iglesia que está
contra la ley del aborto, contra la ley del divorcio, contra los matrimonios
homosexuales, contra los anticonceptivos, una iglesia que en bastantes casos ha
tratado de trabar con dinero los casos de pederastia entre sus curas y obispos,
una iglesia que está contra la investigación con células madres que parecen ser
la cura de enfermedades como el cáncer, una iglesia que en una sociedad que
constitucionalmente es laica y aconfesional quiere obligarnos a estudiar su
doctrina, una iglesia a la que históricamente nunca le tembló el pulso a la
hora de actuar de parte de dictadores criminales y corruptos en España y fuera
de nuestras fronteras. Ahora, los que hemos apostatado, nos sentimos un poco
más libres”.
SI en 2006 el número de
solicitudes de apostasía que tenía registrada la Agencia Española de Protección
de Datos era de apenas 47, en 2008 esta cifra se multiplicado hasta las casi
900 contabilizadas. En el municipio madrileño de Rivas -gobernado al igual que
El Borge y Arriate por Izquierda Unida- se ha puesto en marcha una Oficina de
Defensa de los Derechos y de las Libertades Públicas en la que se presta
asesoramiento a quien no quiera que sus datos sean utilizados por el clero
católico y en la que se ha puesto en marcha un registro nacional de apóstatas.
- 04/01/08 Un grupo de ciudadanos realizan hoy un acto de apostasía colectiva en Málaga frente al Obispado, en respuesta a los ‘salvajes’ ataques de los ‘curas’ contra las leyes civiles: “hartos de que impongan su moral”
PUEDE leer AQUÍ un amplio reportaje sobre la Apostasía publicado en el nº 49 de EL OBSERVADOR