Con el equívoco título ‘La Diputación arranca motores’, la publicación ayuda a la política de distorsión informativa del presidente de la Diputación de Málaga

09/11/10. Sociedad. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com analiza hoy el artículo que el ex redactor de esta revista Ignacio Lillo ha escrito en el diario Sur sobre el sistema energético por trigeneración que el presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón (PSOE), instaló en la nueva...

Con el equívoco título ‘La Diputación arranca motores’, la publicación ayuda a la política de distorsión informativa del presidente de la Diputación de Málaga

09/11/10. Sociedad. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com analiza hoy el artículo que el ex redactor de esta revista Ignacio Lillo ha escrito en el diario Sur sobre el sistema energético por trigeneración que el presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón (PSOE), instaló en la nueva sede de esta institución, por ser un claro ejemplo de distorsión informativa. El texto avala y celebra la gestión del presidente Pendón con un titular que llama al equívoco: La Diputación arranca motores, ya que su actuación ya ha costado a las arcas de esta administración 5,3 millones de euros.

EL pasado mes de junio EL OBSERVADOR publicó en exclusiva que el sistema energético por trigeneración en el que Pendón se había gastado 5,3 millones de euros para la nueva sede de la Diputación nunca se había puesto en funcionamiento. Tras publicar esta primicia, la redacción de esta revista ha formulado numerosas peticiones para que se explicara este hecho. Pero tanto desde el Departamento de Comunicación como desde el Gabinete de Presidencia se han negado a contestar una palabra al respecto. Hasta el punto de que el pasado 28 de septiembre se presentaron estas mismas preguntas en el Registro General de la Diputación de la Málaga dirigidas al propio presidente Pendón, a su jefe de gabinete, Antonio Chaves, y a la jefa de su Departamento de Comunicación, Ana María Romero. A saber: ¿A cuánto asciende la factura energética anual de la nueva sede de la Diputación? ¿Ha aumentado esta factura energética anual respecto a la que se pagaba en la antigua sede? ¿Se han generado plusvalías por venta de energía a otros edificios? ¿Se ha amortizado la inversión de 5,3 millones de euros? ¿Por qué no se ha puesto en funcionamiento el referido sistema de trigeneración? ¿Está capacitado para derivar energía a otros inmuebles? ¿Se ha informado al Ministerio de Industria y a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta del no funcionamiento del sistema de trigeneración? Preguntas que próximamente se trasladarán al Defensor del Ciudadano para que éste exija que se nos contesten, como ya ocurrió con un incidente semejante de ocultación de información por parte del grupo de IU en la misma Diputación.
 
TODO ha sido en vano. Ni siquiera cuando la oposición del Partido Popular ha convertido este asunto en materia de discusión plenaria y argumento político de peso al considerarlo un evidente ejemplo del “descontrol y despilfarro” que marca la gestión del dirigente socialista, se han ofrecido explicaciones públicas convincentes sobre las causas por las que no se ha amortizado aún ni un solo euro de esta inversión millonaria. El PSOE cerró filas para abortar la petición de que una comisión investigue las causas de este desaguisado.

PARA tratar de confundir la situación y limpiar su imagen y justificar el agujero económico que ha dejado en las arcas de esta administración, Pendón ha recurrido primero a la clásica táctica de atacar al mensajero, en este caso concreto a EL OBSERVADOR , aunque sin nombrarlo. Así, el presidente de Diputación ha señalado en algunos foros que el coste del sistema es de 2,2 millones de euros y no de 5,3 millones “como han señalado otras fuentes”. Y dando un paso más, Pendón se vale del diario Sur, y del periodista ‘más verde’ del mismo, Ignacio Lillo, para embarrar y pervertir lo que concierne al fallido sistema energético por trigeneración. Vayamos por partes.

LA CIFRA. El artículo da por buena la versión oficial de Pendón, no contrastada, de que la instalación ha tenido “una inversión total de 2,2 millones de euros”. Sin embargo, el presupuesto que se aprobó en el pleno de la Diputación de Málaga el 5 de julio de 2005 para hacer posible la instalación del sistema de trigeneración el 5 de julio de 2005 supuso un desembolso extraordinario de 5.300.006,23 euros. De hecho, el Tribunal de Cuentas estimó entonces que la tramitación de este gasto fue irregular, ya que se cursó como si fuera un gasto extraordinario de las obras del edificio, cuando debería haberse realizado como un proyecto complementario aparte, dado que su coste superaba el 20 por ciento del total del presupuesto de construcción del inmueble, que acabó siendo de 34 millones. Cosa distinta es saber qué parte de ese dinero ha estado destinado a la máquina en sí, qué parte a la red de distribución energética y qué parte al acondicionamiento del sótano en el que está ubicado el aparato, cuestiones de las que antes o después tendrá que informar Pendón.

EQUÍVOCO. Desde su mismo título, La Diputación arranca motores, el artículo alimenta la confusión puesto que la única certeza es que la máquina nunca se ha puesto en funcionamiento. De esta manera se dan por válidas las mismas premisas de rentabilidad que cinco años antes condujeron a su compra y que todavía no se han demostrado. ¿Encargó el Gobierno provincial algún estudio previo antes de la compra?, ¿Contaba con alguna garantía de funcionamiento? De igual modo se da por buena (y económica) la dependencia de un suministro directo de una energía primaria contaminante, en este caso, el gas.

BALONES FUERA. Se culpa de la no utilización del sistema a los “trámites burocráticos”, lo cual es la aceptación tácita de una falta de previsión inexcusable por parte de quienes decidieron su compra. Aún más, se mantiene que el aparato será rentable “en ocho o diez años”, es decir, que en caso de que esto sea cierto, será quince años después de haberse adquirido y sin ningún tipo de certeza salvo los buenos deseos. Otrosí, se olvida premeditadamente que el propio Pendón anunció que la máquina entraría en funcionamiento este mismo mes de noviembre.

POR último, con la afirmación “Lo cierto es que, tras los ríos de tinta, muy pocos la han visto y no son muchos más los que saben realmente cómo funciona ni para que sirve” referida a la ‘gran’ maquina que nos ocupa, el periodista Ignacio Lillo se arroga las funciones de vocero particular de Salvador Pendón, para intentar denigrar la labor informativa del único medio que viene realizando una continua denuncia de este particular desde el pasado mes de junio: EL OBSERVADOR. Sin la cual, muy probablemente, no le habrían abierto las puertas del búnker en el que se ubica el aparato, ni hubiesen interpretado una puesta en escena para la fotografía que acompaña a un tamaño descomunal el reportaje (ya sabemos ahora, por fin, quien la tiene más grande) y esta actuación se hubiera convertido en un asunto olvidado por el resto de medios de comunicación, en uno de los más vergonzosos ejemplos de lo que una deficiente gestión política puede llegar a causar.

PUEDE leer AQUÍ el artículo de Ignacio Lillo en diario Sur: