Sin avisar, aunque dijo que su instalación no era con afán recaudatorio
15/06/05
MÁLAGA. La
Dirección General de Tráfico (DGT) ha
instalado ya, escondido tras una panel informativo luminoso de la Ronda de
Málaga, poco antes de la salida hacia El Palo pasados los túneles de Cerrado de
Calderón, unos de los radares fijos que prometió en diciembre.
Sin avisar, aunque dijo que su instalación no era con afán recaudatorio
15/06/05
MÁLAGA. La
Dirección General de Tráfico (DGT) ha
instalado ya, escondido tras una panel informativo luminoso de la Ronda de
Málaga, poco antes de la salida hacia El Palo pasados los túneles de Cerrado de
Calderón, unos de los radares fijos que prometió en diciembre. En contra de lo
que manifestó entonces su director general Pere Navarro, no se ha señalizado por
medio de carteles o mensajes. Tampoco se ha dado el plano de localización del
mismo, según manifiesta a EL OBSERVADOR un
conductor que se ha visto sorprendido por un destello a su espalda proveniente
de una fotografía de ese radar. Esto hace dudar de las declaraciones de Navarro
en las que rechazaba que se tratara de una medida con afán
recaudatorio.
EL radar fijo, cuya situación puede apreciarse en las fotografías, es uno de los cinco que se ubicarán en Málaga -autovía de Las Pedrizas, Ronda Este, variante de Rincón de la Victoria y Estepona son el resto- dentro de los 125 que cubrirán el territorio nacional y que la DGT anunció como medida para que los conductores no circulen por encima del límite permitido de velocidad. Los raderes permanecen ocultos en unos armarios de chapa y están dotados de una cámara digital con flash. Al paso del vehículo con exceso de velocidad se disparan para captar la matrícula. Después envían las fotografías a la Jefatura de Tráfico. Cada una de ellas se traduce en una denuncia que el conductor recibe a los diez días.
ALGUNOS conductores manifiestan a EL OBSERVADOR su malestar por no haber sido advertidos de esta instalación, ya que entienden que el hecho de darle publicidad bastaría para que los usuarios disminuyeran la velocidad en ese punto, si es eso lo que se pretende. La zona, con un límite de 80 kilómetros por hora y cuesta abajo, es especialmente proclive a que los coches pasen por allí a algunos kilómetros más de lo autorizado, lo que los convierte en presas fáciles del nuevo artefacto.