Tras protagonizar el fracaso de la Capitalidad Cultural, el regidor de Málaga y su mano derecha provocan un nuevo cisma, ahora en el recién inaugurado museo

javier_ferrer.jpg12/04/11. Sociedad. ¿Qué ha tenido que pasar entre las bambalinas del Museo Carmen Thyssen de Málaga para que a las tres semanas de inaugurarse dimitan sus dos máximos cargos: el autor intelectual de la colección y cerebro de la Fundación Thyssen, Tomás Llorens y la directora de...

Tras protagonizar el fracaso de la Capitalidad Cultural, el regidor de Málaga y su mano derecha provocan un nuevo cisma, ahora en el recién inaugurado museo

javier_ferrer.jpg12/04/11. Sociedad. ¿Qué ha tenido que pasar entre las bambalinas del Museo Carmen Thyssen de Málaga para que a las tres semanas de inaugurarse dimitan sus dos máximos cargos: el autor intelectual de la colección y cerebro de la Fundación Thyssen, Tomás Llorens y la directora de la pinacoteca, María del Carmen López? Parte de la respuesta a esta pregunta la encuentra EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com en las explicaciones dadas por ambos, que remiten al nombramiento “discrecional” y funciones de comisario político que se otorgaron como gerente del Museo a la mano derecha del alcalde Francisco de la Torre (PP), Javier Ferrer, cuya labor como gerente de Málaga 2016 también causó fuertes disputas internas y acabó en sonado fracaso.

EL
nombramiento de Javier Ferrer como gerente de la Fundación Palacio de Villalón el pasado 23 de marzo causó estupor en ambientes culturales y corrillos periodísticos de Málaga. Nadie acertaba a explicar las razones por las que el alcalde de Málaga insistía en colocar a su mano derecha al frente de un proyecto cultural de estas características cuando todavía colea en la ciudad el papel que Ferrer desempeñó como gerente de la Fundación Málaga 2016. Ferrer protagonizó entonces un sonado enfrentamiento con el presidente de esta institución, Juan López Cohard, y dimitió de sus funciones antes incluso de presentar el bochornoso vídeo con el que se explicaba el proyecto.
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AHORA hemos sabido que el nombramiento de Javier Ferrer si bien fue comentado puertas afuera, puertas adentró causó una tormenta cuyas consecuencias se hicieron visibles ayer. En su carta de dimisión, Llorens (López se ha sumado a estas explicaciones), indica que en aquella reunión del Patronato se acordó “convertir el puesto de director previsto en el organigrama en ‘director artístico’, y atribuir a un gerente, directamente responsable ante el Patronato, las principales funciones ejecutivas del Museo”. Es decir, se designó “de modo discrecional y sin proceso de selección alguno”, a alguien que “carece de experiencia en la gestión de museos o instituciones artísticas, cuya ocupación profesional exclusiva a lo largo de los últimos años ha sido de naturaleza política”.

CON esta clase de actuaciones, sostienen Llorens y López, se han incumplido “determinados pactos” que hacen que la pinacoteca haya “dejado de tener el grado de credibilidad histórico-artística que debería esperarse de un museo de su naturaleza”.

CUANDO apenas han pasado tres semanas de la inauguración de la pinacoteca estos ceses son una bomba a la línea de flotación de un proyecto cultural que ha supuesto un desembolso de 30 millones de euros de las arcas municipales. Hay que reseñar que entre los déficits del proyecto está el de no contar con la calificación de museo que otorga la Junta de Andalucía, ya que, entre otras cosas, la documentación necesaria no se entregó a tiempo, hasta el momento en que la pinacoteca abrió sus puertas.

ESTAS dimisiones hacen que las irregularidades detectadas en el acelerado proceso con el que se ha ultimado este proyecto cobren nueva relevancia: la oposición municipal ha pedido explicaciones -de momento no concedidas- sobre el modo de contratación del personal, las adjudicaciones publicitarias, el contrato para hacer la página web y las irregularidades administrativas para conceder fondos de urgencia de cara a que el museo pudiera inaugurarse antes de las elecciones del 22-M.

thyssen_delatorre.jpgPERO por encima de estas consideraciones y antes de que salga a flote toda la verdad de lo ocurrido, las dimisiones sacan a la luz los intentos del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, por someter a la dirección de este centro a sus designios políticos. El intento de De la Torre por socavar la independencia y dirección del centro y sus movimientos con Ferrer como instrumento para supeditar la gestión artística a su propio beneficio política, vuelven a demostrar como el regidor apuesta por la cultura si obtiene rédito electoral con ello.

AYER mismo, los servicios de prensa del Museo Carmen Thyssen difundían un comunicado que indicaba que el Patronato de la Fundación Palacio de Villalón, “en sesión plenaria del 23 de marzo de 2011, aprobó el cambio de estructura directiva en pro de la mejora y optimización en la gestión del Museo Carmen Thyssen Málaga”.

POR
su parte, su principal oponente en la cita electoral del 22-M, la candidata socialista María Gámez subrayó ayer que fue el propio alcalde el que forzó el cambio de estatutos, a pocos días de la inauguración de este espacio “para recolocar a su hombre de confianza”, a la vez que le recriminó que nunca haya sumado el resto de fuerzas políticas del Ayuntamiento a este proyecto cultural.