La organización, que celebrará su primera Asamblea General Constituyente en un mes, se declara apartidista y no lucrativa

05/03/14. Sociedad. 1126 personas de distintas edades e ideologías se han unido en apenas medio mes al grupo abierto de Facebook Asociación Ciudadana para la Defensa de Torremolinos, que tiene como objetivo fomentar y defender los intereses generales de los habitantes del municipio. Algo que “el Ayuntamiento dejó de hacer hace mucho tiempo”, en palabras de Emilio Souto, una de las personas que encabeza este proyecto.

EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ha conversado con él.

En las últimas elecciones tan sólo el 54,66% de la población torremolinense fue a las urnas. Una estadística que quiere cambiar laAsociación Ciudadana para la Defensa de Torremolinos (ACDT) creando una plataforma crítica consigo misma y con sus gobernantes. Otro de las muchas propuestas es ser escuchados en los Plenos y comisiones municipales, ya que los intereses de los dirigentes “se han situado en las antípodas de los intereses ciudadanos”, reprocha Souto.

EL proyecto ciudadano, bajo el lema “No esperes resultados distintos si siempre haces lo mismo. Por una ciudadanía crítica”, no se convertirá en un partido político, asegura el promotor de la idea. Nuestro objetivo prioritario es mejorar la calidad de vida en Torremolinos”, explica. Para llevarlo a cabo, la asociación ya ha colgado en su página de Facebook una serie de proposiciones, como la rehabilitación del centro histórico, la creación de nuevas líneas de autobuses o la organización de conciertos al aire libre. Toda una declaración de intenciones en una ciudad donde la oferta cultural brilla por su ausencia (Souto la califica de “catetez horrible”), los jóvenes huyen despavoridos al centro de Málaga para divertirse y la zona céntrica de Torremolinos sólo incentiva el consumo de ropa y hamburguesas.

Cualquier interesado que quiera formar parte de este colectivo puede unirse al grupo “embrión” en la red social. En cuanto la asociación se constituya legalmente los futuros socios tendrán que pagar una cuota, aún sin establecer, destinada al pago del alquiler del local y fotocopiado (octavillas, escritos, comunicados, etc.). Souto admite que no formará parte de la Junta Directiva porque quiere dejar paso a los más jóvenes, que a su juicio deberían ser los “encargados” de dirigir esta asociación colectiva con vocación cultural. La organización sin ánimo de lucro se reunirá una vez al mes para transformar dichas palabras en acciones.