La noche del pasado viernes, un grupo de hasta veinte personas rodeó a un trabajador de EL OBSERVADOR para agredirlo, acosarlo y amenazarlo

18/03/14. Sociedad. El centro social ‘La Casa Invisible’, de calle Nosquera, afirma que el periodista de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com que fue agredido y amenazado por miembros de su entorno carece de ‘ninguna credibilidad’, justificando con este peregrino argumento la agresión de carácter fascista que sufrió el pasado viernes. Así que el argumento que lanza es: “Puesto que no tiene credibilidad le amenazamos con reventarle la cabeza para que pueda meterse mejor la que nosotros repartimos, que es la única buena”.

Y tal como adelantó ayer esta publicación, califica de ‘ataques a la Invisible’ lo que es el rechazo y denuncia de unos pocos fascistas que quisieron agredir a un trabajador por hacer su trabajo. ¿Qué no se está de acuerdo con lo que ha escrito?, al juzgado directamente. Aunque sea mucho más aburrido que tomarse la justicia por la mano. Esta revista quiere recordar, otra vez, como hizo ayer, que la serie de informaciones que está publicando sobre ese centro no tienen por objetivo a los colectivos que allí trabajan. Que son tan respetables como nosotros mismos y que mantenemos visiones semejantes de que mundos son posibles. EL OBSERVADOR solo quiere denunciar la actitud de unos elementos indeseables con actitudes incompatibles con el normal desarrollo de una sociedad tolerante y más justa e igualitaria, que rechaza de plano la violencia como método habitual para resolver las diferencias. Aunque no se le concedan a estas diferencias ‘ninguna credibilidad’.

LA afirmación de La Invisible llegó a través de un tuit, que puede consultar AQUÍ. En él, se puede leer, literal, que este centro social okupado en 2007 no da “ninguna credibilidad” a uno de los redactores de esta publicación, Alberto R. Aguiar, quien el pasado viernes fue rodeado por un grupo de personas cercanas a este centro. El trabajador de esta cabecera fue amenazado, acosado durante más de una hora y agredido. Las primeras reacciones ante esta situación no se han hecho de esperar, y las opiniones proceden de un amplio espectro ideológico.

ESTA revista cuenta con más de 40 minutos de grabaciones en formato MP3 que prueban cómo el estudiante de la Universidad de Málaga y miembro de esta casa okupada, Ángel Antich, manifiesta al periodista que no sabe “dónde” está y que le podrían reventar la cabeza, no él, sino “otros”. También participaron en el acoso Curro Machuca y Juan Díaz. Este último figura en la fotografía que ya publicara este medio ayer en la que se le puede ver en primera fila, el tercero por la derecha, en labores de representación en el acto en que la Casa Invisible pasó de ser un centro okupa a estar gestionada por tres fundaciones que les obligaron a crear, así como a firmar un documento con el Ayuntamiento, la Diputación de Málaga y la Junta de Andalucía. En el acto están entregando una simbólica llave al alcalde de Málaga del Partido Popular, Francisco de la Torre.

CUANDO un ciudadano considera que se han vulnerado sus derechos o, sencillamente, no está de acuerdo con lo vertido en un medio de comunicación, cuenta con múltiples herramientas legales para obligar al mismo a rectificar. Seguir estas vías es seguir las vías propuestas por la normalidad democrática. Acosar es seguir otros cauces que son incoherentes e incompatibles con un centro como La Invisible.

AMANDA Meyer, secretaria general de Vivienda de la Junta de Andalucía y secretaria de Programas y Convergencia de Izquierda Unida Andalucía respondió al periodista Curro Troya que “no” compartía que La Invisible ejerza “actitudes y formas mafiosas, ni mucho menos fascistas”. El periodista malagueño había publicado en las redes sociales que “las formas y actitudes mafiosas” de este centro “salían de nuevo a la luz”.

EDUARDO Zorrilla, portavoz del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Málaga, aún no había leído la información de esta revista publicada ayer al respecto, pero sí se sorprendió e indignó tras conocer la noticia. Por ello, el miembro de la oposición reprobó cualquier tipo de acto violento, al igual que el PSOE de la capital, que también se sumó a este rechazo.

AL margen de partidos, también en movimientos sociales se reprobó todo tipo de manifestación violenta. La corrala ‘Bloke Malasaña’, una joven corrala constituida hace escasas semanas como tal en un edificio de la calle Malasaña (perpendicular a la calle Trinidad), ha manifestado en las redes su apoyo a que en la asamblea intercorralas se trate el tema “contra la violencia y amenazas de un grupo de medievales”.

ADEMÁS del columnista Curro Troya, otros periodistas han mostrado su apoyo al redactor de esta revista: Agustín Rivera, director de El Confidencial o Berta González de Vega de El Mundo, entre otros.

LAS amenazas surgen tras la publicación el pasado jueves de esta información: Crónica de una ‘okupación’ fracasada. La Invisible y activistas universitarios se enredan durante un mes discutiendo qué hacer con una instalación del campus de Teatinos que querían 'okupar'... para nada. Ya estaba allí la UMA.

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