La asociación de vecinos Torremuelle recuerda que el Defensor dio una respuesta inmediata a las quejas de su colectivo. El Consistorio obstaculiza la investigación

16/12/14. Sociedad. El Ayuntamiento de Benalmádena no hace caso ni siquiera a la oficina del Defensor del Pueblo andaluz. Así lo explica la asociación de vecinos de Torremuelle, una zona del municipio en la que desde hace meses se vive un conflicto del que EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ya se ha hecho eco. Pero continúa: unos privados, responsables de un restaurante...

...llamado Blankko, hicieron unas obras con las que ‘rodearon’ y vallaron suelo público, que corresponde al de un monumento protegido, la Torre Vigía del entorno. Los residentes denunciaron los hechos a la oficina del Defensor, que dirige Jesús Maeztu, pero el organismo está teniendo problemas para recabar toda la información e investigar los hechos. Según explican los vecinos a esta revista, la corporación local remitió un primer conjunto de papeles e informes, aunque la información tardó varias semanas en llegar. Ahora el Defensor del Pueblo ha explicado a los denunciantes que requerirá de nuevo una respuesta al Ayuntamiento, ya que éste no ha atendido las solicitudes de información del mes pasado.

EL colectivo denuncia que el Ayuntamiento de Benalmádena “no da explicaciones a sus vecinos, pero ya ni siquiera a organismos serios como puede ser el Defensor del Pueblo”. “Los vecinos de Torremuelle hemos realizado más de 20 denuncias y solamente han contestado a dos, y una de ellas tardaron nueve meses para responder". De igual modo, los residentes señalan que “el pasado día 8 de septiembre solicitamos un Certificado Urbanístico por el que tuvimos que pagar una tasa de 60,30 euros. Han pasado 3 meses y aún no nos han contestado. Ya no contestan ni pagando. Aparte de no cumplir con sus obligaciones, además se quedan con nuestro dinero. Y la responsabilidad de todo esto es de nuestra alcaldesa, pues además de alcaldesa también es la concejal de urbanismo. Es responsable por partida doble”.

ESTE conflicto se remonta varios meses atrás e incluye una campaña de recogida de firmas en la que más de 100 vecinos suscribieron sus denuncias. Además de la ocupación de un monumento protegido, los vecinos dicen no poder más por los excesos de ruido del polémico restaurante. El responsable de Comunicación de la asociación, Antonio Lavado, explica que la situación sigue siendo la misma varios meses después de que las denuncias comenzasen a ser públicas, con conciertos los fines de semana hasta bien entrado octubre, e incluso lanzamientos en el negocio de fuegos artificiales, para molestia de los vecinos.


BLANKKO
comenzó unas obras para ampliar su recinto en el año 2011. Para ello taló unos cipreses y trasladó el muro que separaba el negocio de la característica Torre Vigía de la zona, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC). Las reformas se prolongaron a lo largo de este año y en 2012 se personaron inspectores de Urbanismo en la zona tras recibir la queja de varios vecinos. Los inspectores del Ayuntamiento paralizaron las obras del restaurante cautelarmente, según explicaron los vecinos, por carecer las mismas de licencia. En marzo de este año, el expediente para conceder esta licencia continuaba en trámite, pero eso no significó que las obras del restaurante se hubiesen frenado. De hecho, en agosto de 2013 se pintó de blanco una rotonda anexa al restaurante, siguiendo los colores corporativos del negocio, que pretenden emular el ambiente de las playas de Ibiza, y a finales de ese año los privados cerraron el acceso al monumento público con vallas.

LA inauguración del local tuvo lugar en agosto de 2013, según indicaron las mismas fuentes vecinales a esta revista, y a ella acudieron concejales del propio Ayuntamiento de Benalmádena. Además del conflicto urbanístico, los problemas de ruido continúan soliviantando a los vecinos del enclave.

TODOS estos hechos fueron puestos en conocimiento del Defensor del Pueblo andaluz, que aceptó a trámite la queja con una diligencia extraordinaria, en cuestión de días. Sin embargo, la oficina del Defensor ahora también combate la lentitud de la corporación municipal, que ha zancadilleado durante meses la investigación y las quejas de los residentes. Así, son testigos de que la transparencia por parte del Consistorio es "prácticamente nula". "No nos sorprende que no haya respuesta porque llevamos desde 2011 denunciando lo que pasa aquí y nadie nos ha contestado a nada de nada. Nunca. Es su procedimiento habitual. Transparencia, igual a cero", subrayan los vecinos.

EL Defensor del Pueblo no cesa en su empeño. Requerirá de nuevo una respuesta a la corporación local sobre las licencias y expedientes sancionadores de las obras realizadas “de forma ilegal”, según la asociación vecinal, en la Torre Vigía de Torremuelle. La primera solicitud de esta información fue formulada el pasado 5 de noviembre. A día de hoy (más de un mes después) todavía no hay respuesta de la administración local. La actual regidora de Benalmádena es Paloma García Gálvez (PP).

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