Distribuidas a más de 20.000 correos electrónicos, las noticias de EL OBSERVADOR se consolidan como una fórmula eficaz para conocer sucesos opacos al gran público

logonuevorevistaelobservador29/02/08. Comunicación. La que se promocionaba años atrás como “la revista más fotocopiada de Málaga” se ha convertido a día de hoy en “el correo electrónico más reenviado de Málaga”. Mañana 1 de marzo se cumplen tres años...

Distribuidas a más de 20.000 correos electrónicos, las noticias de EL OBSERVADOR se consolidan como una fórmula eficaz para conocer sucesos opacos al gran público

logonuevorevistaelobservador29/02/08. Comunicación. La que se promocionaba años atrás como “la revista más fotocopiada de Málaga” se ha convertido a día de hoy en “el correo electrónico más reenviado de Málaga”. Mañana 1 de marzo se cumplen tres años desde que EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com inaugurara estos Envíos de Noticias. Si por aquel entonces fueron poco más de 150 personas las que recibieron el primer boletín, hoy son más de 20.000 los emails a los que puntualmente llegan las informaciones de esta revista. Si la difusión y repercusión de estas noticias aumenta de manera gradual, los principios que rigen la línea editorial de EL OBSERVADOR desde sus inicios procuran ser los mismos: información social, compromiso, veracidad, independencia, agenda propia e investigación. Un periodismo que, en definitiva, no oculta sus intenciones, agitar conciencias y crear opinión.

EN estos tres años EL OBSERVADOR ha abierto frentes informativos que permanecían vírgenes en el panorama mediático local siguiendo el principio básico de una línea editorial cuyo eje dicta el contar aquello que los otros no cubren. De esta manera, antes de que estallara la Operación Malaya, esta revista ya informaba sobre el rosario de afectados que dejaba la actividad decamisetas_observador1.jpg Aifos. Del mismo modo, el seguimiento informativo de casos como el de la fábrica cementera de Financiera y Minera en La Araña, Unicaja, Los Merinos, la causa saharaui, las canteras de Alhaurín, la central térmica de Campanillas, Ikea, García Caparros, el acoso inmobiliario, la Asociación de Editores de Andalucía, el Festival de Cine y su director Salomón Castiel, la precariedad laboral de los periodistas, los desmanes urbanísticos de diferentes colores políticos: Ardales, Ronda, Villanueva del Rosario, Torres de Repsol, Martiricos, Colinas del Limonar, Los Picachos…, junto a una larga lista de corruptelas varias y otros atentados al medio ambiente ilustran la predilección de este medio de comunicación por aquellos asuntos incómodos, difíciles y conscientemente relegados de la actualidad oficial.

CON esta filosofía, que pretende situarse más cerca de los vecinos que de los poderes fácticos, políticos, periodistas, abogados, arquitectos, funcionarios de las tres administraciones, profesores, estudiantes universitarios, personal judicial y profesionales libres de dentro y fuera de Málaga componen el público lector que, con su fidelidad, ha convertido en poco tiempo estos Envíos de Noticias en una fórmula alternativa eficaz para conocer aquellas informaciones y sucesos que permanecen opacos al gran público.
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UNA trayectoria de compromiso con la ecología, el urbanismo sostenible, el comercio justo y la defensa del territorio en la que no han faltado las amenazas y presiones de todo tipo, y tampoco las denuncias y querellas judiciales. Sin embargo, hasta la fecha, EL OBSERVADOR ha ganado todos los juicios a los que se ha enfrentado.

RECIENTEMENTE EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ha contratado los servicios de la OJD (Oficina de Justificación de la Difusión) para oficializar el alcance de las entre 12 y 15 noticias a la semana repartidas en tres días laborables que distribuye gratuitamente el Envío de Noticias. Además, recordar que EL OBSERVADOR también se edita en formato papel (con una periodicidad trimestral) y acaba de cumplir 20 años desde la publicación de su primer número (en diciembre de 1987).

POR todo ello, desde la redacción de esta revista queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos aquellos que nos leen y a los que dicen que no. Si no existiesen al otro lado de la línea informativa, nosotros no tendríamos razón de ser.