Rosa Burgos, autora de ‘La muerte de García Caparrós en la Transición Política’: “Han circulado bulos durante 30 años”

25/05/07 MÁLAGA. La entrevista de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com a Rosa Burgos, autora de ‘La muerte de García Caparrós en la Transición Política’’ -obra que hoy llega a las librerías malagueñas- comienza con una advertencia: “Al escribir este libro me he dado cuenta de que lo que me gusta es hacer entrevistas y no ser la entrevistada“

Rosa Burgos, autora de ‘La muerte de García Caparrós en la Transición Política’: “Han circulado bulos durante 30 años”

25/05/07 MÁLAGA. La entrevista de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com a Rosa Burgos, autora de ‘La muerte de García Caparrós en la Transición Política’’ -obra que hoy llega a las librerías malagueñas- comienza con una advertencia: “Al escribir este libro me he dado cuenta de que lo que me gusta es hacer entrevistas y no ser la entrevistada. Lo que he podido decir ya lo he dicho en el libro y lo que no puedo decir, creo que no lo voy a decir nunca. De hecho, no sé qué me puedes preguntar ni sé lo que te voy a responder”.

ROSA Burgos es escritora y secretaria judicial del Juzgado de Instrucción número 5 de Málaga. Nació en Cúllar, Granada. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Granada. Entre sus muchas actividades en el campo jurídico figura la de haber sido asesora de los sucesivos secretarios de Estado de Justicia José María Michavila y Rafael Catalá y coordinadora del Ministerio de Justicia con el Centro de Estudios Jurídicos. También ha escrito y publicado libros especializados, entre los que cabe destacar ‘Práctica procesal de los juicios rápidos’, junto con otros de poesía como ‘Sigue las pisadas de mis tacones rojos’, de la colección Hojas de Cortesía del Ateneo de Málaga. Quedó finalista en el Premio de Poesía del Ateneo de Málaga, en el año 1998, con la obra Fuga de Voces. Ha escrito artículos y colaboraciones en los diarios Sur y El País.

SI le parece comenzamos por lo que hacía usted el 4 de diciembre de 1977
Era estudiante en Granada. Un grupo de amigos salimos a la manifestación. Recuerdo que antes nos hicimos unas fotos y que nos divertimos mucho. Terminó de forma muy pacífica. Al regresar a casa nos enteramos de que en Málaga habían matado a una persona que tenía la misma edad que nosotros. Me afectó mucho, muchísimo. Por la tarde salimos de nuevo a la calle y la policía también descargó allí. Nos escondimos en los bajos de la Catedral, un sitio insospechado.

¿SIGUIÓ pensando en Caparrós después?
No. Me olvidé durante la carrera, la oposición y mis primeros años de trabajo. Fue cuando me vine a vivir a Málaga cuando recordé esa época. Estaba dentro de mí todo ese tiempo pero yo no lo había descubierto. No se por qué, quizás porque me parecía un caso judicialmente interesante, por el momento político especial en que ocurrió. Fue un momento de ambivalencia: de fortaleza y debilidad democrática al mismo tiempo.

¿CUÁNDO decide buscar el sumario?
Cuando estuve trabajando en Madrid, hace tres años, me acordaba muchas veces que en el Congreso había parte de la documentación sobre García Caparrós: las actas de la Comisión de Encuesta. Pero fue cuando volví de nuevo a Málaga cuando ese propósito ya era firme.

¿CÓMO encontró el sumario?
Pase mucho tiempo buscándolo. Primero indagué en qué sección estaba archivado. Se lo pedí al secretario, me dijo que lo hiciera formalmente por escrito. Lo hice y ordenó que se bajara a por él. Sin ningún resultado, como era de esperar. Como por mi trabajo sé que los archivos pueden ser un desastre -el primero el mío- solicité que me autorizara para bajar al sótano a buscarlo yo misma. Y allí estuvimos bastante tiempo, rastreando por donde pudiera estar, había muchas cajas con legajos, pero no lo encontrábamos. Entonces una compañera que era ex secretaria de esa sección me dijo que mirara por el fondo. No estaba en su sección, pero al final apareció. Fue muy emocionante, como encontrar un tesoro. Me entraron ganas de llorar porque sabía que todos los años había gente que lo pedía y nadie lo localizaba.

EN el caso García Caparrós ni la investigación parlamentaria, ni la gubernamental, ni la judicial ni los artículos periodísticos aclaran las circunstancias de su muerte, quién lo mató. ¿Por qué tanto misterio?
Creo que lo digo claramente en el libro. Aunque no lo sé con certeza, creo que hubo un pacto de silencio propiciado por el partido gobernante entonces, que era la UCD. Es imposible que tantas investigaciones tuvieran un resultado negativo. Quizás por el momento político que se vivía, por los atentados constantes de ETA y por el miedo a volver de nuevo al franquismo se hizo un pacto de silencio que vino de las altas esferas de UCD y que derivó en que no se supiera quién lo hizo. Puedo estar equivocada, pero creo que fue así.

¿POR QUÉ no convenía que se supiera quién lo había matado?
Todo conducía a que había sido la policía armada. Darle otro golpe a la policía armada cuando estaba recibiendo muchos golpes de ETA podría haber precipitado un pronunciamiento militar.

EXCLUYENDO la dimisión del presidente de la Diputación Francisco Cabezas, la muerte de Caparrós y de los ‘sucesos de Málaga’ tampoco tuvieron consecuencias políticas
La Comisión de Encuesta parlamentaria tuvo voluntad de saber. Estuvo formada por parlamentarios pertenecientes a múltiples ideologías, lo que pasa es que yo creo que los diputados que formaban parte de la Comisión no supieron leer en profundidad los informes que se emitieron, incluso los del gobernador civil, Enrique Riverola, que actuó con cierta hipocresía en este caso.

SU libro desmonta muchos de los rumores que han corrido sobre la muerte de García Caparrós
Ha circulado durante treinta años una serie de bulos para atenuar la muerte de una persona durante una manifestación en la Transición. Se decía que estaba pagado –no se sabe muy bien por quién–,  que llevaba 100.000 pesetas encima, que era un delincuente, que era un drogadicto, que iba armado…

¿Y?
Y se ha demostrado que era mentira. Llevaba una cantidad de dinero que era de unas 9.000 pesetas. Dado que murió el día 4 del mes y que era obrero de una fábrica, posiblemente podía ser su sueldo, casi seguro era su sueldo. En cuanto a armas no llevaba y en cuanto antecedentes penales no tenía, lo que tenía era un antecedente policial que la misma policía en el primer informe que emite se encarga muy bien de plasmar: Se trataba de un hurto de material de Renfe.

USTED también afirma que se mintió respecto al calibre de la bala
Es otro bulo mantenido durante treinta años. No se por qué nunca se ha hablado de que se le mató con una bala de 9 milímetros cuando el informe de balística que así lo certificaba existía desde unos días después de su muerte. No se le ha dado nunca publicidad a ese informe de balística. Todos los artículos que se han escrito sobre García Caparrós han mantenido que lo mató una bala de 7.65 milímetros.

¿TAMPOCO la placa que recuerda a García Caparrós en Málaga está colocada en el sitio donde murió?
No, tampoco. Es cierto que donde está la placa estuvo desangrándose mucho tiempo, pero ese lugar no fue donde murió. No fue donde le dispararon ni donde murió.

CAPARRÓS medía un metro noventa, a modo de conjetura se puede decir que le tocó a él por su estatura, por ser una persona voluminosa
Puede ser, no lo sé. Creo que se le disparó porque estaba en la primera línea de un grupo de gente.

¿ERA ese grupo de manifestantes que intentaban alcanzar el cuartel de la Policía o era gente que huía?
No lo sé.

HA realizado entrevistas a algunos de los protagonistas y testigos de esta historia que no han hablado durante muchos años, ¿de quién guarda el recuerdo más vivo?
Creo que todos han aportado cosas muy interesantes y me siento muy agradecida con todos, pero quizás hay un sentido humanitario palpable en el caso de Carlos Carmona, la persona que ayuda a Caparrós cuando cae herido y todos los manifestantes se van dispersando. Se puede pensar que lo hizo por un sentido inicialmente profesional (estaba estudiando segundo curso de Medicina), pero yo creo que es porque él es así. Fue el único que se quedó con Caparrós para ayudarle. Le llevó al hospital y después sufrió muchos inconvenientes por ello. Hay que resaltar su humanidad.

HAY quien cree que no tiene sentido remover el pasado
Eso me han dicho algunas personas cuando les comentaba que estaba escribiendo el libro. No importa, cada cual que opine lo que quiera, si ellos no quieren remover que no remuevan. Yo creo que es necesario saber todo, lo bueno y lo malo, y sacar consecuencias. No tiene que ver con esta época de la Transición ni con la Memoria Histórica. En todos los tiempos se han hecho indagaciones de las épocas anteriores. Va dentro del ser humano saber su historia, no sólo desde el punto de vista histórico, sino también de modo individual, para recapacitar sobre lo que se ha hecho hasta ese momento.

¿SIENTE que se ha quitado una espina con el libro?
Siento que he cumplido un objetivo que llevaba dentro, algo que yo quería saber. Y cuando lo he sabido creo que es interesante que los demás sepan también qué fue lo que ocurrió en aquel momento.

PUEDE consultar aquí las anteriores noticias publicadas sobre el libro de García Caparrós: