

¿Y para qué estáis recogiendo firmas? La Iniciativa Legislativa Popular del 15-M, porque no tenemos que mendigar nada a los políticos, ellos son nuestros servidores, no viceversa
DURANTE las primeras semanas tras el 15 de mayo, la plaza de la Constitución de Málaga era una zona de acampada. Las personas pasaban por allí, sabían lo que estaba ocurriendo, querían apoyar las reivindicaciones de los llamados indignados. Y empezaron a preguntar: ¿se puede firmar en algún sitio para apoyaros? En principio, no estábamos recogiendo firmas, pero se empezó a hacer por pura voluntad de la gente que por allí pasaba. Miles y miles de firmas fueron recogidas durante esos días “En apoyo al 15-M”... Pero, ¿de qué servirían? Pues, como tantas otras peticiones de grupos y movimientos sociales, ONG, etc., desgraciadamente, de muy poco.
ASÍ, la noche del sábado 21 de mayo (cuando éramos “ilegales” según la Junta Electoral Central), un grupo de gente decidió empezar a luchar para que las firmas de la gente empezara a servir de algo, más allá de la mera petición. No tenemos por qué mendigar nada a los políticos; ellos deberían ser los servidores del pueblo, y no viceversa. Queríamos que tuvieran que debatir y considerar las propuestas del pueblo en el Parlamento, en las Cortes, y posicionarse con respecto a las exigencias de la gente. Pues bien, esto es posible, y se llama Iniciativa Legislativa Popular (ILP) ¿Qué pasaría si los políticos tuvieran que debatir las propuestas de la gente en vez de los temas que más les convienen? ¿Qué pasaría si tuvieran que aprobar o rechazar una Ley de Responsabilidad Política, o de Limitación del Salario de los Políticos Profesionales? Las ILP deberían ser una herramienta habitual de participación ciudadana, y no una anomalía como es en la actualidad. En 34 años de “democracia”, en España sólo se han conseguido llevar a trámite 9 ILP, siendo únicamente 2 de ellas aprobadas por las Cortes. Las ILP deberían ser moneda de uso corriente en una democracia, y no una anomalía política.
EL problema actual de las iniciativas legislativas populares es que es muy, muy difícil, llevar a cabo el proceso completo para que la Propuesta de ley del pueblo se debata en el Parlamento. A nivel estatal, son necesarias 500.000 firmas (un número muy alto si consideramos que tienen que ser recogidas por personas voluntarias, que dediquen su tiempo y recursos en la recogida de firmas) y, por si esto no fuera suficiente, gran parte de las materias están prohibidas. La gente no puede siquiera proponer leyes sobre materias como derechos fundamentales, leyes orgánicas, sobre los presupuestos generales... Así lo dictamina la Constitución Española, supuestamente “inmodificable” (excepto para satisfacer los intereses de los mercados y llevar a cabo recortes sociales proponiendo un techo de gasto, por ejemplo, como hemos visto en septiembre).
PERO la ley andaluza sí es modificable: así llevamos a cabo la ILP andaluza de Fomento de la Participación Ciudadana, para ampliar el derecho de iniciativa popular y que la ciudadanía pueda proponer leyes sobre materias actualmente vetadas: economía, trabajo, organización institucional de la Junta de Andalucía, transportes... Además, hasta ahora hacían falta 75.000 firmas para llevar una propuesta de ley al parlamento andaluz. Demasiadas, sin duda, teniendo en cuenta que el número medio de votos necesarios para tener un escaño son 41.000.

ASÍ, después de coordinar las proposiciones de diferentes asambleas en Andalucía, se decidió demandar que la ciudadanía pueda proponer leyes en el Parlamento de Andalucía sobre cualquier materia que sea competencia de la Comunidad Autónoma, así como la reducción del número de firmas a 41.000, la ampliación del derecho de iniciativa a las Asociaciones, la posibilidad de que todos los residentes en Andalucía mayores de 16 años puedan apoyar ILP...
DE estos debates nació la “Iniciativa Legislativa Popular para el Fomento de la Participación Ciudadana” para la que recogemos firmas y que, de aprobarse en el Parlamento de Andalucía, modificaría la actual Ley de Iniciativa Legislativa Popular. La intención de esta modificación es facilitar los requisitos y ampliar las materias para generar una nueva dinámica en la cual los parlamentarios debatan y consideren nuestras futuras propuestas conducidas por la vía de la ILP.
POR supuesto, el grupo socialista en Andalucía no dudó en usar el borrador que llevamos al Registro del Parlamento de Andalucía el 31 de mayo, añadir y quitar cosas en función de su conveniencia, y presentarlo como la ley del “Escaño 110” a mediados de verano, presentando la reforma de las ILP como propia y jactándose de “vanguardia democrática”... pero manteniendo el veto ciudadano a las materias importantes. Que la gente siga calladita, sin proponer nada, sobre economía o trabajo. ¿Es eso democracia?
Y, sin embargo, en tanto la Iniciativa del 15M es diferente (mucho más ambiciosa) que la del grupo socialista, la ILP sigue adelante, y recogeremos todas las firmas necesarias para abrir la participación ciudadana en las instituciones públicas.
PORQUE es el momento de que la gente empiece a retomar el poder. Lo llaman democracia y no lo es...
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- 15/09/11 Motivos de indignación