
MUJERES. 05/10/11. Angélica Cuenca.
La coordinadora de Mujeres / EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com hace un recorrido irónico por los
atavismos masculinos: “El Universo tiende al equilibrio. Los hombres no iban a
escapar de este proceso. Comprobemos cómo este nutrido grupo sufre en la
actualidad unas consecuencias imprevistas a su modelo tradicional de
masculinidad”.
El crepúsculo de los dioses
EL Universo tiende al equilibrio.
TODO
blanco tiene su negro, todo yin su yang, todo lado bueno tiene en
contraposición uno malo.
LOS
hombres por supuesto no iban a escapar de este proceso de perfecto equilibrio,
así vamos a pasar a comprobar cómo este nutrido grupo sufre en la actualidad
unas consecuencias imprevistas a su modelo tradicional de masculinidad (es
decir, lo que significa “ser un hombre”).
PASEMOS
a hacer un breve resumen de esto que expongo:
UNO.
Conan el Bárbaro: el hombre debe ser
fuerte, siempre fuerte y en todo momento, fuerte como una roca, fuerte como el
limón. Y qué bien está esto, la idea de ser algo así como un superhéroe al que
algún conjuro mágico le ha dado este poder, y que por supuesto, les hace estar
por encima de las mujeres y por tanto, a veces, someterlas ( por la fuerza,
claro).
CONSECUENCIAS:
es una tragedia cuando un hombre no puede abrir un tarro, tiene que competir
con otros superhéroes en las ferias pegándoles a un saco de boxeo y siempre tiene
que cargar con las bolsas más pesadas del súper (ohhhhhh....).
DOS.
El club vip: es un club en el que
hay que ganarse la admisión demostrando que se es digno representante de los valores masculinos. Aunque a priori podemos considerar que no
sería un club demasiado selecto (ya que forman parte de él casi la mitad de la
población), se comportan como si así fuera. Normas estrictas, seguimiento con
lupa de las conductas de fidelidad hacia el club, expulsión inmediata ante
cualquier comportamiento contrario al decálogo masculino (como que el fútbol no
sea una prioridad, que hayas dejado tu trabajo remunerado para cuidar de tu
familia…).
CONSECUENCIAS:
no pueden disfrutar comprando ropa y conjuntándola, no se pueden comer a besos
a su amigo cuando lo ven después de mucho tiempo (abrazos y palmadas fuertes en la espalda sí valen) y no pueden
ver películas románticas sin reírse de ellas (ohhhhh...).
TRES.
Mamaaaaá!!!: el hombre pide una
compañera que desarrolle la función de acompañante y cuidadora, ya que el tema
de estar solo y tener que encargarse “también” de lo privado (la familia, los
sentimientos...) es demasiada carga para él.
CONSECUENCIAS: pueden
llegar a la muerte si una mujer no está pendiente de su medicación a diario,
pueden quedarse aislados socialmente si su pareja no está pendiente de mantener
las relaciones familiares y pueden aumentar su colesterol un 100% en tres meses
si su pareja no se encarga de mantener una dieta rica en todos los elementos necesarios
( ohhhhh…).
CUATRO.
El clan del oso cavernario: es su
función tradicional en esta sociedad y presupone que es el que tiene que
proteger a toda su familia (como buen superhéroe) e incluso a todas sus
compañeras de trabajo (si es el único hombre allí) además de encargarse de dar
a su familia todo lo que le pidan, que para eso es el que trabaja (que por
cierto, su mujer, ama de casa, trabajar, trabaja, y mucho pero... ohhhh… no se
lo paga nadie...).
CONSECUENCIAS:
mantener una alerta felina siempre que sale a la calle con su pareja para
salvaguardarla de cualquier desaprensivo que le pueda hacer algo, echar el
brazo por lo alto de su pareja como manera de representar su poderío y sentirse
tremendamente mal si no puede conseguir comprar ese anillo tan maravilloso del
que su novia se ha enamorado... (ohhhhh...).
CINCO.
El supermachoman (también llamado el
complejo de Nacho Vidal): esta manera que tienen algunos de interpretar la sexualidad masculina presupone
poder, exigencia y supremacía sobre la mujer. Esto le obliga a nuestro
superhéroe a estar continuamente compinchado con su sistema nervioso y
circulatorio. Siempre tiene que estar dispuesto a tener sexo, con su pareja, con
cualquiera o a cualquier precio...
CONSECUENCIAS:
una simple sonrisilla irónica por parte de una fémina mientras ésta contempla
sus genitales es suficiente para traumatizarlo de por vida; no tener ganas de
mantener relaciones sexuales con su pareja nunca significa simplemente eso,
significa que tiene una amante, que ya no le gusta ella....y por último el
haberle hecho creer que su pene es el centro del universo y que es algo así
como un animal salvaje al que no se le puede someter a voluntad, hace que
llegue a cometer contra las mujeres las más atroces salvajadas...
MIENTRAS
tanto, la vida pasa, los tiempos cambian y cada vez hay más mujeres que se
niegan a compartir sus vidas con este tipo de hombres...
SI
la vida nos depara el abandono de nuestra voluntaria soltería, tú, relájate,
anda, simplemente eres una persona, como yo... llora si te apetece, cómete a tu
amigo a besos, cómprate unos pantalones rosa si te gustan, destierra de tu
lenguaje palabras como “calzonazos”... atrévete.
ESCUCHA:
no queremos superhéroes...
SIGUIENDO el sabio consejo de un reciente amigo, me gustaría aclarar con la más absoluta sinceridad que creo firmemente en la voluntad de cada vez más hombres que se apartan de estos roles masculinos tradicionales.
SÉ que ellos se encuentran so far away de estos hombres y de las conductas que de ellos caricaturizo.
SÉ que hay compañeros que no quieren ser ya los más fuertes, los más asentimentales o los más hipersexuales.
¿QUÉ era eso que se decía de las meigas...?
SÉ que a ellos no les va a divertir mi pequeño intento literario, que incluso se pueden sentir ridiculizados-atacados.
PERO, aunque esta sea la interpretación más cómoda (la típica feminista que pone a parir a los hombres con los argumentos típicos...) no es ni de lejos mi intención, de veras.
SOLO pretendo que estos “demás” sí que entiendan que todos y todas somos víctimas de esta manera de entender lo propio de mujeres y hombres, que este sistema de roles los limita como a nosotras.
EN definitiva, que entiendan que sus “privilegios azules” otorgados desde el nacimiento por el simple hecho de ser hombres les hace a veces pagar precios demasiado caros.
Y... a los que se sientan atacados, ¿dónde quedó vuestro sentido del humor, caballeros?