Las obras se hacen con el visto bueno de la Delegación de Cultura de la Junta, que dio permiso. En el lenguaje técnico del arquitecto Pérez de la Fuente el nuevo edificio es “una mierda”

Con la política de oscurantismo informativo que lleva a cabo la Delegación de Cultura en Málaga que dirige Monsalud Bautista no se saben los criterios que se utilizan para autorizar o no las licencias en los entornos protegidos del patrimonio andaluz. Sí se puede asegurar que son arbitrarios y nada objetivos

17/01/17. Urbanismo. Vecinos de Torremolinos presentaron ayer una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio, con número de entrada 14/17, por las obras que la cadena Med Playa está realizando para ampliar el hotel Pez Espada de esta ciudad. La construcción de un mamotreto de cinco plantas y treinta habitaciones ya ha tapado una de las fachadas del...

...señero edificio, protegido y catalogado como Patrimonio Histórico Andaluz. La empresa ya lanzó previamente un comunicado a los medios con el que intentaba salir al paso de las críticas de la Asociación Ciudadana por la Defensa de Torremolinos y de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com por su nulo respeto a este emblema del municipio. La construcción de esta ampliación para el Pez Espada ha desvirtuado los planos originales del hotel, protegido por la propia Delegación provincial de Cultura de la Junta que ahora consiente su deterioro, y sin dar explicaciones.


AYER a mediodía la Asociación Ciudadana para la Defensa de Torremolinos presentó la citada denuncia ante la Fiscalía, pero también elaboró sendos escritos para el Colegio de Arquitectos de Málaga y para la Comisión Provincial de Bienes Culturales de la Delegación provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Esta última administración es la que permite en última instancia las obras de la polémica que han emprendido desde la cadena Med Playa. Esta revista todavía no ha recibido información de la Consejería o su Delegación sobre cómo o con qué criterio se ha concedido ese permiso.


EL escrito presentado ante el fiscal por la asociación vecinal recuerda que el hotel Pez Espada está inscrito en el catálogo general de Patrimonio Histórico Andaluz y que también lo está en el DOCOMOMO (Registro del Movimiento Moderno) y en el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea. Asimismo, el edificio está catalogado como protegido por el Plan General de Ordenación Urbana de Torremolinos de 1983, y ha sido incluido en el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico del PGOU, que todavía se ha de aprobar.


LA denuncia está motivada porque si bien obras previas en el hotel han sido respetuosas con la línea arquitectónica del mismo, el nuevo edificio por el contrario se erige sobre “lo que hasta hace unos meses ha sido una zona de ocio característica con el resto de jardines, etc., que mostraba su adhesión al Estilo del Relax”, la conocida corriente arquitectónica y cultural de la Costa del Sol. El documento también recuerda que el artículo 19 de la Ley 14/2007 del Patrimonio Histórico en Andalucía describe como “contaminación visual” todo aquello que “degrade los valores de un inmueble integrante del Patrimonio Histórico”, así como “toda interferencia que impida o distorsione su contemplación”. “En el caso que nos ocupa”, remarca la denuncia, “se trata de un edificio anexo de cinco plantas a la fachada lateral del hotel Pez Espada”.

ESE respeto a los planos originales del Pez Espada es esencial, dado que desde el año 2006 la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía tiene al edificio como parte de su catálogo general de Patrimonio Histórico Andaluz (AQUÍ), lo que prevé una serie de protecciones especiales que se desarrollan en la legislación autonómica. Es esencial respetar el proyecto original del inmueble, obra de los arquitectos Juan Jáuregui Briales y Andrés Muñoz Monasterio. El edificio data del año 1959.


“CON el objetivo de modernizarlo y garantizar el bienestar de sus clientes, el grupo hotelero Med Playa ha invertido 5,2 millones de euros en mejorar y en ampliar el hotel Pez Espada de Torremolinos, declarado Bien de Interés Cultural desde 2006”. Así comienza el comunicado que la propietaria de varios recintos hosteleros en la Costa del Sol y el Levante peninsular ha remitido a los medios de comunicación. Un peculiar intento de salir al paso de las críticas que los trabajos están recibiendo desde hace semanas por parte de numerosos vecinos de la localidad, y que ha dado pie al escrito que ayer a mediodía se presentó ante Fiscalía en la Ciudad de la Justicia de Málaga capital.

MED Playa es un grupo hostelero con origen en Girona. Su propietario, Narciso Codina Surós, llegó a ser presidente del club de fútbol de la ciudad catalana del 68 al 73. En un libro publicado en 2009 con motivo del 50 aniversario del Pez Espada, el empresario llega a referirse al establecimiento como uno de los hoteles bandera del grupo. En ese mismo texto (que puede consultar AQUÍ), Codina Surós da algunos detalles sobre cómo el grupo adquirió el hotel, a mediados de 1985.

ADEMÁS, el texto revela que estas no son las primeras obras que se acometen para ampliar el recinto. En 1987, por ejemplo, se construyó “un edificio anexo al hotel, pero conservando la estructura inicial del edificio”, y en 2002 se acometieron nuevas obras con las que se rehabilitaron pavimento, columnas y estancias del bloque. El presidente de Med Playa insiste aquí de nuevo; “respetando completamente el proyecto inicial del hotel”.


ESTA revista ya publicó días atrás imágenes sobre cómo avanzan las obras, que si bien no se desarrollan directamente sobre la fachada del hotel, son lo suficientemente imponentes como para que tapen una de ellas. Esta revista preguntó por qué la Consejería de Cultura y su Delegación en Málaga, dirigida por Monsalud Bautista, había permitido estos trabajos. A día de hoy no hay respuesta ni explicación sobre los criterios a seguir para la concesión de estas licencias.


ANTES de que los vecinos presentasen la denuncia, el grupo Med Playa remitió un comunicado a la prensa con el que intentaba justificar las críticas. En el texto, el grupo explicaba que las obras respondían a una inversión de 5,2 millones de euros y con esta ampliación de 30 nuevas habitaciones se crearían “nuevos puestos de trabajo”. “Por otro lado, y en una primera fase, se reformó toda la fachada”, zanja en uno de los párrafos. Excusatio non petita, accusatio manifesta. ¿Para qué reseñar la reforma de una fachada si después se va a perder?

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